Cómo ser un buen Dominante

LECCIÓN 1

"Consensualidad y palabras de seguridad"

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JungKook salía de sus últimas clases el jueves cuando recordó el acuerdo con YoonGi. Este le enseñaría sobre el mundo del BDSM después de clases, de miércoles a viernes, y le había dado la dirección de un apartamento en un lujoso complejo que seguro pertenecía al mayor.

JungKook recordaba vívidamente la conversación que sostuvo con YoonGi en aquella habitación privada del club nocturno, donde acordaron que este le enseñaría sobre el estilo de vida BDSM.

—De acuerdo, acepto guiarte. Pero debes comprometerte a obedecer mis indicaciones sin cuestionarlas, o detendré tus lecciones —le advirtió YoonGi con seriedad—. Ven a mi apartamento después de tus clases, de miércoles a viernes. Necesitaré al menos tres horas contigo en cada sesión para que aprendas los conceptos básicos.

Le tendió una tarjeta con su dirección y número telefónico. JungKook la tomó con manos temblorosas, intimidado ante lo que acababa de acceder pero emocionado por la oportunidad.

—Prometo obedecerte, YoonGi hyung —aseguró fervientemente—. Haré lo que sea necesario para aprender.

—No digas eso a menos que realmente lo entiendas —le advirtió YoonGi con una sonrisa de lado—. Aún eres demasiado inocente, pequeño. Pero cuando haya terminado contigo, habrás explorado partes de ti mismo que ni siquiera sabías que existían.

JungKook tragó nervioso ante sus palabras, pero asintió decidido. Estaba dispuesto a todo con tal de satisfacer esa curiosidad que lo consumía...y de entender por qué no podía dejar de pensar en JiMin desde que le rechazó.

—Te veo mañana, entonces, JungKook. No llegues tarde... —se despidió YoonGi, dejándolo solo con sus pensamientos y más intrigado que nunca ante lo que le esperaba.

Se encontraba nervioso camino a su primera «lección». Hasta ese momento cayó en cuenta que estaba yendo ingenuamente al apartamento de alguien a quien apenas conocía. YoonGi seguía siendo un misterio, y sin embargo, había accedido a guiarlo en un tema tan delicado como ese estilo de vida.

¿En qué demonios se estaba metiendo? Era demasiado inocente e ingenuo, tal como YoonGi le había advertido. Quizás esto no había sido una buena idea...pero la curiosidad que despertaba en él ese joven era más fuerte, al igual que el deseo de descubrir por qué no podía sacarse a JiMin de la cabeza.

Llegó al complejo de apartamentos, siguiendo las indicaciones de YoonGi hasta dar con el número correspondiente. Se detuvo frente a la puerta, dudando si tocar el timbre o mejor marcharse antes de cometer una locura. Su corazón latía desbocado, intimidado por lo desconocido pero emocionado ante la posibilidad de adentrarse en ese mundo prohibido de la mano de YoonGi.

Ahora comprendía por qué los recuerdos de aquella conversación lo ponían tan nervioso camino al apartamento de YoonGi. Sabía que lo que estaba a punto de experimentar cambiaría su vida para siempre...pero ya no había vuelta atrás.

Finalmente, reunió valor y presionó el timbre, esperando ansioso a que le dieran paso. Sabía que, una vez cruzara esa puerta, su vida cambiaría para siempre. Sería sumergido en un universo nuevo del que quizás no pudiera escapar jamás...pero necesitaba descubrir sus secretos. Y estaba dispuesto a aprender de YoonGi, costara lo que costase.

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YoonGi abrió la puerta, recibiéndolo con una pequeña sonrisa y ese porte elegante que lo caracterizaba. JungKook se quedó boquiabierto al verlo tan arreglado, tan diferente al ambiente del club nocturno donde se conocieron.