36.

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Por la mañana cuando estaban desayunando y la señora Son se había ido a hacer las compras, Cristian aprovechó para poder hablar con Heungmin.

—¿Qué pasó en tu pesadilla? —preguntó, masticando su cereal con yogurt de frutilla.

Heungmin pensó unos minutos, antes de escribir en su cuaderno.

"¿Anoche?"

—Ajam.

De nuevo, el mudo recordó por un momento.

"No recuerdo bien, pero al principio del sueño, yo podía hablar"

Cristian asintió, esperando que Heungmin siguiera escribiendo.

"Creo que iba contigo a decírtelo, pero cuando te enterabas, me dejabas"

El argentino fruncio el ceño, algo ofendido.

¿En serio el menor pensaba que él era capaz de dejarlo?

"Te ibas cuando te enteraste que podía hablar, me dejabas solo. Recuerdo que lloraba y que pedía a gritos que volvieras, pero me ignorabas"

El mayor pasó sus cereales con algo de dificultad, de repente se sentía culpable.

"Pero luego escuche tu voz, que me llamabas y desperté, seguías ahí"

Cristian sonrió un poco, el menor lo imitó.

El trigueño tomó su mentón, dejando un corto beso en los labios del mudo.

—Nunca me iré —dijo.

El menor asintió.

"Lo sé"

—Me asuste un poco cuando te vi así, sabía que no estabas soñando algo bonito.

Heungmin solo se encogió de hombros.

El mudo sabía que solo había sido una pesadilla, que eran normales, no era su primera y no sería la última, solo era su imaginación y no ocurriría.

Mute › Cutison. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt