14.

545 115 22
                                    

El director comprendió completamente la decisión de ambos jóvenes en mudarse de institución, por más que quedará solo un trimestre para que terminará el ciclo.

Estaba un poco enojado con Heungmin porque este no le había dicho nada de lo que sucedía, el menor finalmente confeso que había sido víctima de varias golpizas y que no era la primera vez.

Lionel ayudó a acelerar el cambio de institución, recomendando a una de orientación artística cuyo director era amigo suyo.

Según sus propias palabras, era un hombre extravagante y apuesto, cuyo nombre era Enzo Fernández.

A la semana ambos chicos comenzaron de nuevo, en un lugar más verde y con gente tocando las guitarras bajo los árboles, acompañados de otros que cantaban letras inventadas. Había también más personas que hacían dibujos rápidos de cualquier cosa que llamaran su atención.

Romero le había regalado un nuevo cuaderno al menor, esta vez era más bonito que el anterior, con una tapa dura para que pudiera escribir donde sea y con el nombre del pálido grabado en esta, para que el mundo supiera quien era.

El trigueño recordó como Heungmin había estado sonriendo todo el día a pesar del dolor de su labio, sonrió hasta que se acostumbro a ese dolor. Y le agradeció escribiendo en ese mismo cuaderno, siendo las primeras palabras: "Gracias, hyung".

Sonny palmeo el brazo del mayor, señalando hacia la dirección a un par de chicos, uno con un saxofón junto a otro chico en silla de ruedas frente a él.

Romero sonrió al ver al menor sonreír también, con el corazón algo dolido por el labio que no había terminado de sanar, por más que al menor no le doliera a Cristian, sí.

Por decisión de Son, se hicieron amigos de aquellos muchachos primero.

El saxofonista se presentó como Pablo Aimar y el otro muchacho con corte de coco era Sebastián Scaloni.

El mayor se presentó por ambos, tenía algo de miedo al decir que el pálido era mudo, pero los dos chicos no lo tomaron como si fuera una discapacidad, problema o un error.

Por primera vez, Heungmin encontró a otras personas que lo tratarán igual que el resto.

Para al final del día los cuatro ya eran amigos, incluso Pablo llegó a prestarle su saxofón al coreano, instrumento que el menor soplo con fuerza y casi lo manda hacia atrás por el ruido aturdido del instrumento, pero el cordobés fue más rápido y lo sostuvo.

Esa escena provoco risas, ya que Heungmin había sido muy adorable con su carita de susto.

A Cristian se le seguía derritiendo su corazón cada vez que veía la risita silenciosa del coreano.

Estaba feliz por haber llegado a un lugar donde podría verlo más veces.

¡!

Gente, recomendación del día vayan a leer "Sorry baby i love you", me alegraría que le dieran una oportunidad a mi fic que esta en emision.

Mute › Cutison. Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz