Capítulo 9

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Traté de ubicarme en tiempo y espacio mientras abría mis ojos.

Miré el gran ventanal que iluminaba toda la habitación.

No habíamos cerrado las persianas y todo el sol daba en mi cara.

Volteé mi cuerpo y noté a una morena plácidamente dormida a mi lado. Se veía tan tranquila.

Me quedé observando sus facciones más de cerca un rato más, instintivamente acerque mi mano a sus labios.

Oh, esos tentadores labios.

"¿Qué rayos estás pensando Amity Bligth?", me regañé mentalmente mientras me levantaba despacio, a pesar de todo no deseaba asustar a Luz.

Me dirigí a la cocina, revisé lo que había y decidí preparar el desayuno.

Miré el reloj y marcaba las 7 a.m.

Estaba absorta en la comida que estaba preparando y recordé cuando cocinaba con mi nana.

Ella solía cantar una canción bellísima, hacía de todo para que yo en esa grande casa no me sintiera sola. Aunque estaban Em y Ed, ellos siguen siendo mayores que yo y realmente no convivimos mucho.

La nostalgia invadió mi cuerpo y la culpa aún más.

Odalia había despedido a mi nana por enseñarme a cocinar, después de todo esas cosas solo las hacían "los empleados", que más bien los trataban como esclavos, y claro yo siendo una Bligth no tenía que ensuciar mis manos.

Al menos no en la cocina.

—Buenos días Amy— una voz somnolienta me sacó de mis pensamientos.

—Muy buenos días para ti Lu— sonreí volteando a verla.

Se veía jodidamente caliente con ese short y camisa de tirantes morada.

Me sonroje, lo sé, y Luz lo notó.

—¿Estás en una competencia con los tomates?— soltó una carcajada sonora mirando los tomates que tenía en mis manos y luego mi cara.

Que vergüenza.

—S-sientate que te sirvo el desayuno— me volteé a seguir con lo que hacía rogando que mi sonrojo bajara.

—Claro Bligth— se sentó en el mueble que daba vista a una televisión.

Noté como sacó su celular y se entretenía con él.

Mientras acabe de cocinar los huevos revueltos y las tostadas con mermelada.

—Luz, ve al comedor ya voy a servir—

—Voy Amy—

Tomó asiento y yo le serví su desayuno con jugo de naranja y leche.

Y también me serví a mi, obviamente.

—No tenías que hacerlo Amity— me dijo Luz antes de siquiera probar un bocadillo.

—Quería hacerlo Luz, si voy a estar aquí, al menos deseo ayudarte en la medida de lo posible— realmente quería conquistarla, digo, ayudarle.

Si, ayudarle, pagar su protección.

Ella asintió y probó la comida, luego subió su mirada hacia mi, ¿me quedó mal?

–Amity olvida lo que dije, la cocina es toda tuya— Y siguió comiendo.

La mire perpleja y luego una risa de apoderó de mi, esto es increíble.

—¿Qué pasa?— me dijo con su boca llena.

—No hables mientras comes— regañé— y segundo, si me lo permites te ayudaré en la cocina, lo haré con gusto Luz—

Yo sé que tengo mis encantos, aún así no estaba segura si con esa alfa pura iban a funcionar.

Pero al ver el incremento de rojo en su cara me di cuenta que estaba funcionando.

Y perfectamente.

[...]


Después de desayunar Luz me dijo que tenía que salir a una reunión con Eda y que no la esperara despierta.

Sentí un vacío cuando la vi irse de casa, así que comencé a tratar de distraerme.

Al parecer la biblioteca a la que Luz me había llevada no era la única que tenía, ni la más grande.

Subí las escaleras al segundo piso y fui hasta el fondo, donde nuevamente me esperaban unas grandes puertas.

Esta biblioteca era diferente, no era tan grande, estaba llena de libros eso sí.

Aunque no fuese tan grande me sentía acogida en ese lugar. Habían mesas y sofás que se veían tan cómodos.

No aguanté las ganas y me tiré a uno de ellos.

Me sentía un poco rara, sentía que se me estaba olvidando algo.

—¿Disfrutas la estancia?, Amity— reconoci esa voz.

—¡Willow!— dije parándome y dándole un abrazo.

—Amity, ¿estás bien?, estás ardiendo— oh mierda.

Sentía como mi cuerpo pedía liberarse de toda la ropa que tenía puesta, y eso que solo consistía en un short y una blusa larga.

—Quizá es el aire acondicionado Willow, pero, ¿dónde está Luz?— mis pensamientos se estaban nublando poco a poco.

—Amity, ¿estás entrando en celo?— me cayó un balde de agua fría.

—Creo...— y sentí como mis piernas flaquearon y caí en los brazos de Willow.

Willow es omega, no me hará nada. Era lo poco que podía pensar para tranquilizarme y mantener la lucidez.

—¿tienes supresores?— joder claro no.

—No, nunca los he tomado— tomé un respiro largo— Willow, ayúdame, llama a Luz por favor—

La necesitaba conmigo.

—No Amity, ven, te llevaré a la habitación—

Willow pasó su mano por mi cintura y mi brazo por sus hombros.

—Amity, se me quedaron unas cosas— el olor de Luz llegó a mis fosas nasales.

No sé de dónde saqué fuerzas y fui corriendo al primer piso, me tiré encima de ella y la besé.


Oh grave error.


⊰𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚⊱//𝐋𝐮𝐦𝐢𝐭𝐲 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Where stories live. Discover now