"Pequeño mentiroso"

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CAPITULO 48 | No doy más de estar resfriada, creo que mañana falto al colegio, DIOS! Sin embargooooo... FALTA MUY POQUITO PARA EL PRIMER AÑO DE TWINSSS!!!!!!


Habían tardado alrededor de tres días en hacer llegar todo lo que compré. Miles de bolsas desparramadas sobre la mesa y sillas. Ryan estaba a un lado, hurgando en la gran mayoría.


— ¿Enserio? ¿Este conjunto? — Lo abre frente a sus ojos y inclina la cabeza a un lado para mirarme. Desvió la vista hacía la ventana y pretendo ignorarlo — ¡Vamos! Dice... "Bebé ahora o lo hará el bebé" ¡ES MORBOSO! 


— ¿He comprado eso? — Pregunté divertido —.


— No seas estúpido. ¿Has hablado con ella? — Vuelve a guardarlo y busca una nueva bolsa —.


— Aún no... — Bebo un sorbo de café —. Pero quiero que vea todo esto.


— ¿Wendy? — Susurra —.


— Wendy... No ha dejado de mandarme mensajes, no puedo ignorarla, lleva a mi bebé en su panza. Los medios no han dejado de hablar y eso me frustra demasiado. Necesito ver a Amie.


— Amie tiene una vida hecha. No quiero que la detengas en sus planes. ¿Te harás cargo del bebé? — Saca un peluche color rosa —. Es niño, ¿lo sabías?


— Te recuerdo que tendré dos. Sí, quiero confiar en tu palabra y en especial, en la de ella. Por muy extraño que me parezca, no me sorprendería que soy responsable de ese embarazo. 


— Esta bien, ¿que tal tu memoria? — Saca una caja de chupetes en color arcoiris con luces y se entretiene con ellos —. Están geniales. ¿5.000 dólares por esto? ¡Estas demente! 


— He tenido vagas imágenes de mi vida pero nada que pueda ayudarme — Sonrío —. Son caros pero demasiados tiernos. ¿Anissa?


— Somos amigos, simplemente eso. Pero la adoro. Es una gran chica y siempre estoy en su casa, con Fideo, que me adora — Se inclina a la mesa para agarrar su taza de café —.


— Llévame a la casa — Sonrío —. 


— Amie me mataría — Ríe — Vamos, termina ese café y salgamos de aquí.


— Al diablo con el café, quiero que me prepare uno ella — Dejó la taza en la mesita y abro la puerta para que Ryan comience a seguirme —. ¿Has estado acompañándola al medico? 


— Sí, es lo que más me gusta — Palmea mi hombro —. Serás un gran padre.


— ¡Los regalos! — Corrí a la puerta y lancé alrededor de seis bolsas a Ryan y luego lleve aún más yo —.  Espero que les guste.


Conducimos por alrededor de media hora hasta llegar a un humilde barrio. Solo costó pagar veinte dólares al portero para que nos abriera la puerta. Odiaba que viva en esta inseguridad. Subimos por separado en el ascensor a causa de los regalos y antes de tocar, mi frente golpea la puerta y caigo de rodillas. 


— ¡Justin! — Ryan intenta sostenerme de los hombros pero soy incapaz de pararme —.


Una perfecta imagen de Amie debajo de mí y riendo como una loca. Apenas podía distinguir si tenía la ropa puesta pero no podía averiguarlo por el fuerte dolor de cabeza que me proporcionaba.


La puerta se abre y mis palmas me salvan de que mi rostro caiga sobre el suelo. Amie pega un gritito de susto y pone sus manos en mis hombros. Parpadeaba con tanta fuerza, con necesidad de poder verla y me llevó una gran sorpresa de que solo vestía con una toalla de baño.


— ¡Por dios! ¿Que ocurrió? — Patea las bolsas dentro de la puerta y Ryan me lleva a una habitación. Amie, el perfume de ella —.


— Amie, Amie, Amie — Repito sin cesar aún con los ojos cerrados —.


— Aquí estoy. Estas en mi habitación — Claro que lo sabía. La habitación estaba invadida del perfume de ella —. ¿Puedes abrir los ojos? — Lo hago lentamente —.


— Iré a ordenar las bolsas, Amie, ¿puedo servirme un vaso de agua? — Ryan besa su mejilla y quiero levantarme a pegarle en el rostro. Luego observó sin poca claridad d que besa nuevamente su panza. Diablos —.


— Puedes ir, esta es tu casa Ryan — Sonríe — Veamos... Tienes un grave golpe por aquí — Siento un hielo en mi frente —.


— Te he traído regalos — Sonrío —. Necesito acostarme.


— Claro — Posa sus manos debajo de mi cabeza y me recuesta. La visión de sus pechos parecían asomarse y en cualquier momento quedaría desnuda frente a mí o quizás hasta de Ryan, que entraría en cualquier momento a la habitación.


— Debes vestirte — Susurro —.


— Lo sé, luego iré al baño — Pone una almohada debajo de mi nuca —.


— Puedes hacerlo aquí, no veo demasiado — Mentí —.


— Lo haría pero creo que dejé mi ropa interior azul en el baño — Hizo un mohín —.


— Esta detrás de ti — Balbucee y luego cerré los ojos con fuerza. Maldición —.


— Creí que no veías demasiado — Lanza una carcajada —. 




REPLAY + Español {Justin Bieber} | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora