88 DÍAS ANTES

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REPLAY | CAPITULO 8 | MARATÓN 4/7

88 DÍAS ANTES

Cada parte de ella aun recordaba el sabor de sus labios contra los suyos. Aquel caro perfume y una sonrisa traviesa que prometía detener al mundo para ambos. Quería preguntarle a Dios el error que había cometido para merecer la infelicidad pero solo la pasión podría remendar aquel punzante dolor.

Debía olvidarse de aquel hombre que robo su corazón y no dejo en ella más que cosechas de traición y desconfianza.

Refugiaba esperanzas en volver a creer en el amor pero el diablo había jugado con ella completamente, sintiendo en una habitación sin salida y ahogada con palabras de amor jamás dichas. ¿Existiera quien la sacaría de allí?

Vuelve a jugar con los hombres, cree que no tienen remedio y no son más de juguetes con quien ella debe entretenerse. En su cabeza solo existía el trabajo y nada de niños, en un tiempo había escogido los nombres de ellos pero ahora solo lo veía como un triste y vano deseo.

Rogaba a su corazón jamás volver a abrirse y no caer en la mirada tentadora de un hombre, en aquellas tantas promesas oídas y en lo hechizante que resultaban sus perfumes.

No volvería a deslumbrarse y mucho menos intimidarse ante uno y ahora seria ella quien partiría la jugada y elegiría cuando y como retirarse.

Su corazón no debería volver a latir frenéticamente con falsas esperanzas en su cabeza. Ella debía olvidarse de aquel maldito.

Aquel maldito que había logrado proporciónale la felicidad del cielo y el infierno pero luego se marcho sin más. En sus sueños aparecía pidiendo perdón de diferentes maneras e idiomas, su mente jugaba una mala pasada y giraba sobre la soledad de su cama rogando olvidarlo pero en su cabeza aquel rostro bonito cobraba vida como si lo tuviese presente y deseaba besarlo y pedirle que no se fuese.

Había oído que el diablo había sido el favorito de Dios y como a quien supo engañar en aquel momento con aquellos ojos angelicales había tenido el mismo resultado con ella. Imploraba en silencio su nombre y maldecía por haber permitido dejarlo entrar a su vida pero aquello le había dejado la enseñanza de su vida.

Las cuentas comenzaban a llegar y los teléfonos la ensordecían por el dolor que la consumía por dentro sin embargo su corazón aun se preguntaba que estaría haciendo y con quien. Preocupada por su bienestar  y sintiéndose una tonta con una botella de alcohol en la mano, planteaba en su habitación un funeral, la misma habitación con aquel impugnante perfume de él. Sus rodillas habían caído al suelo y la botella estaba esparcida en mil pedazos mientras sus lagrimas inundaban la habitación con falsas esperanzas de que el aparecería con un lindo ramos de flores y sus chocolates preferidos.

Las semanas habían curado aquella herida con cada cuenta saldada y comenzaba a comprender que aquel diablo no era el gran amor de su vida sino un simple impostor con dulces mentiras salientes de su boca.

El teléfono nuevamente comenzaba a sonar y esta vez sabia de quien se trataba. El diablo. Poco a poco sentía las heridas ser liberadas y la sangre comenzar a gotear en su cuerpo.

–        ¿Hola? –  Dijo con confusión.

–        Necesito que nos veamos – Imploro él.

–        ¿Dónde? – Se sorprendió de sí misma ante la rápida respuesta. –

–        ¿Es enserio? – Quería volver a escuchar su confirmación, está bien.. –

–        Sí, dime donde. – Cerró los ojos con fuerzas y las lágrimas comenzaron a caer. –

–        Escucha Amie, lo debes reconsiderar a la idea de que nos volvamos a ver porque será la última.

–        ¿De qué hablas? – Las lágrimas pararon y cubrió su boca para no ser descubierta. –

–        Te he ido a ver porque estoy muriendo Amie. 

REPLAY + Español {Justin Bieber} | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora