Midnights ✨ || Casi Ángeles

HOY: EL SENTIDO DE LA VIDA

—La última vez que revisé, este era el único asiento libre, así que... tendrás que sentarte en el piso— reí.

—Vale, entonces tendré que seguir aquí.

Me fue inevitable sonreírle una vez más. Escuché la voz de la profesora, pidiéndonos silencio y no pude evitar reír junto a él. Entonces me giré para mirarlo con curiosidad.

—¿Cómo te llamas?— pregunté.

—Santiago— respondió —Y vos sos Valentina, ¿no?

Asentí, sorprendida de que sepa mi nombre —¿Me conoces?

—Es difícil no ver a una chica como vos.

Me fue imposible no sonrojarme. Lo vi sonreír ante mi reacción y yo simplemente lo miré, sin decir una palabra. Entonces, un papelito cayó sobre la mesa y lo agarré con el ceño fruncido antes de abrirlo.

Bombón, dejá de coquetear y prestá atención. No querés que la profe te regañe otra vez, ¿o sí?

Sonreí. Giré mi rostro y me encontré con Sebastián mirándome divertido. Le saqué la lengua y él guiñó su ojo. A su lado, se encontraba Simón, que miraba la escena bastante serio. Volví a acomodarme.

—¿Es tu novio?

—¿Sebastián? No— me reí —No tengo novio.

Sus cejas se elevaron, con sorpresa —¿Enserio?

—Enserio— afirmé —¿Por qué?

—Pensé que vos y Rojas estaban juntos— entonces, sonrió —Veo que estaba equivocado.

—Mucho— respondí, entre risas —¿Y tu? ¿Novia?

Negó —Tuve, hace bastante tiempo, pero ahora no.

—¡Brescia! ¡Martinez!

Pegué un brinco al escuchar la voz de la profesora y me disculpé con la mirada. Algunos se rieron.

—Una vez más y salen del salón— advirtió, asentí y Santiago hizo lo mismo.

La profesora se giró para continuar con la clase, yo estaba perdida. Otro papelito cayó en mi mesa y lo abrí rápidamente antes de que lo vea la profesora y me vuelva a regañar.

Viste? Sos una niña malcriada, eh.

Arrugué el papel en forma de bolita y lo dejé en un lado, tratando de no reír.

Por el resto de la clase presté atención y tomé unos apuntes. Honestamente, no me gustaba la Biología ni la Química, no me iba mal, pero no me gustaban.

En el primer receso, me apuré a guardar mis cosas para encontrarme con las chicas. Jazmín había ido con Mar y yo le había dicho que les daba el alcance.

—Me metés en problemas, eh— me habló Santiago.

—¿Yo? Discúlpame, pero yo soy una chica ejemplar siempre, bueno, casi siempre— me reí —Tu fuiste el que casi nos mete en problemas.