Día 35

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Rose: ¿Qué es lo que querías de la cafetería? La fila sí que esta larga el día de hoy.

Cassandra: Una malteada de chocolate.

Rose: Sabes que el tener tos no evitaba que pudieras caminar por la malteada la cual posiblemente te empeore.

Cassandra: ¡Shh! Solo comprarlo. Estoy enfermita y por eso me quedo en salón mientras tú, mi buena amiga va y me compra algo sabroso.

Rose: e.e Muero de aburrimiento esperando.

Cassandra: Tienes que soportarlo, así funciona la amistad.

Rose: -_-

Cassandra: =)

"La chica guardó el celular cuando vio que la fila comenzaba a avanzar entonces sintió una mano que se colocó sobre sus ojos impidiendo que pudiera ver lo que ocurría.

El sujeto que la detenía la pegó a él y con su otra mano la tomo del hombro.

—Si te mueves te rompo el cuello —Amenazó el tipo diciéndolo en voz baja en su oído.

Esa voz. Sabía de quien era pero no sabía que ocurría. No sabía que quería James.

Comenzaron a caminar, la chica escuchó voces de varias personas entre la caminata que no tenía fin, pensó en soltarse y huir pero el chico la tenía bien agarrada.

Pasaron los minutos cuando se detuvieron, James quito su mano y Rose se sintió alegre por volver a ver, entonces cambió su mirada a enojo para quejarse con el chico.

—¿Qué quieres? —Le preguntó la chica con los brazos cruzados.

—Camina vamos.

Se encontraban detrás del edificio de dirección, donde todas las oficinas se encontraban. Había algunos coches estacionados ahí pero ellos estaban frente a una puerta metálica que tenía escrito prohíbo encima.

James metió un clip en el orificio de la puerta, hizo algunos movimientos y se abrió.

—Dice, prohibido, no podemos entrar —Dijo la chica asomándose a las escaleras zigzag que estaban dentro.

—A nadie le importa que lo hagamos, nunca lo usan, sé que te ha dado curiosidad por saber a donde lleva esto así que vamos.

Rose dio unos pequeños paso hacía la entrada, trago y comenzó a subir las escaleras, lo poco iluminado del lugar se fue cuando James cerró la puerta y la alcanzó enseguida.

Las escaleras terminaban en una puerta de madera algo vieja que Rose solo necesito empujar para poder abrirla.

Al abrirla la chica no pudo evitar entre cerrar los ojos por la luz que hacía además de que había estado algunos minutos en la oscuridad.

Se encontraban en el techo del edificio, la chica comenzó a caminar mientras se acostumbraba a la luz, escuchó como James cerraba la puerta la cual soltó un chillido.

En medio de lugar había vio cuatro bancas que estaban algo separadas entre sí pero formaban un cuadrado y se encontraban bajo un tejado que daba una buena sombra.

—¿Que es este lugar? —Preguntó Rose con curiosidad.

—No lo sé, pero supongo que a veces los profesores vienen aquí a pasar el rato.

—¿Cómo lo encontraste?

—Investigaba mi escuela cuando encontré el lugar.

—Supongo que los profesores o cualquier persona que trabaje en el plantel no viene a estas horas por el calor.

—Buena supocisón.

—Imagino que aquí venías cuando desaparecías y no te encontraba por ningún lugar.

James no contestó.

Rose camino hacía una de las bancas de concreto y tomó asiento. El chico la siguió pero se quedó de pie frente a ella.

Rose quería saber por qué le había mostrado el lugar.

—¿Por qué me has traído aquí?

—No lo sé, solo.

El silencio se hizo por unos segundos.

—Sigo enojada contigo por lo que hiciste, pudiste lastimarlo de verdad —Le reclamó Rose.

—Pude pero no lo hice. Él atacó, yo solo evite que lo hiciera.

—¿Por qué intento atacarte?

—Sé que sueles irte algunas cosas pero esto es obvio, está enamorado de ti, Carrot.

—Oh.

—Sí, harían buena pareja, ambos están locos, pero de diferentes maneras, tú eres soportable a diferencia de él.

—Supongo, pero el problema es que no me gusta él.

—Bien por ti, ese chico estaba algo obsesionado.

James cruzó los brazos y en su mirada Rose notó como analizaba la situación por alguna razón.

—Debo pedirte algo —Le dijo el chico.

—Eso explica por qué me has traído, me enseñas uno de tus secretos y después me pides un favor.

—Chica lista. Mis primos le han contado a mi tía de la chica que me espiaba, por alguna razón quiere conocerte y no dejara de molestar lo que es irritante hasta que lo haga.

—¿Cuándo?

—Mañana saliendo.

—Está bien.

—Pero no comiences con tus cosas raras.

Rose río, James sonrió ligeramente.

La campana sonó y era momento de regresar a clases.

La chica se alegraba porque había descubierto algo nuevo de James, no agregaba nuevo al caso pero aun así él le había mostrado una parte de sus secretos aunque solo fue para pedirle un favor.

Mañana podría descubrir más cosas sobre James, eso la ponía feliz."

Un darks encantador //editando//Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt