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Capítulo inspirado en la canción Pretty when you cry de Lana del Rey

⚠️ DISCLAIMER ⚠️
Escena breve de caza/tortura animal

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Después de haberse reencontrado con el príncipe judío en aquél festival, el brujo hada malvado revivió su obsesión por él.

Fue como echarle más leña a una fogata que ya se daba por apagada.

¿Sería que estaba usando brujería judía para cautivarlo y apresarlo? Sonaba loco, pero no lo descartaba. Era el argumento que más le convencía y que explicaba esa extraña obsesión, por que Eric no era tonto. Tenía bien claro que pensar en él a cada segundo no era algo normal. Sin mencionar que sus planes poco a poco se iban complicando más, y eso se prestaba para que continuara buscando colación al tema.

Como por ejemplo: esa maldita espada.

Al día siguiente, cuando el rey llevó a su hijo de caza para pasar un rato agradable de padre e hijo, Kyle pensó que sería una buena oportunidad para comprobar que tan efectiva era esa arma encantada. En realidad no le gustaba ir de caza, pero la practicaba con tal de no defraudar a su padre, quien sí era un apasionado.

El punto es, que mientras andaban por el bosque buscando presas, a Eric le dio por sintonizar su esfera mágica. No podía sacarse de la mente también a ese maldito inmigrante, y viendo que Butters era poco eficiente en su trabajo decidió retomarlo y ser él mismo quien lo vigilara. Para su fortuna no había señal del moreno cerca, pero por desgracia le tocó mirar una escena desagradable.

Kyle parecía haber cazado un mapache, aunque el animal aun no estaba muerto. El pelirrojo miró hacia su alrededor comprobando que no hubiese nadie cerca y entonces desfundó su brillante espada plateada.

-Ahg... Perdóname, te juro que solo será un pequeño rasguño.

Se lamentaba Kyle y disculpaba con el animal moribundo, procediendo a cumplir con su juramento haciéndole un ligero rasguño al mapache que agonizaba en la tierra, justo donde ya había rasurado al animal previa e improvisadamente. A los cinco segundos, aproximadamente, donde hizo el rasguño comenzó a teñirse de un tono marrón; que se fue incrementando y tornando cada vez en un color más oscuro hasta rayar entre el negro y el púrpura. La mancha de olor fétido y textura desagradable comenzó a expandirse lentamente en el resto de cuerpo del animal. Kyle sorprendido cubrió su nariz con una mano, arrugando su gesto con desagrado, y el desafortunado mapache herido comenzó a chillar dolorosamente.

Eric por su parte miró incrédulo la escena, asqueado y horrorizado ¿Ese maldito judío quería hacerle eso? Primero se encargaría de robarle esa espada y hacerlo cachitos con la misma. Todavía el día de ayer sintió un poco de compasión por él cuando dijo que estaban destinados a verse otra vez. Por supuesto que lo estaban. Estaba decidido a asesinarlo la próxima vez que lo viera.

Pero su vista volvió a la esfera de cristal. Kyle tiró su espada con torpeza al suelo, sacó un cuchillo y se hincó a lado del pobre mapache.

-Mierda... No, lo siento mucho...

Decía el pelirrojo lamentándose de haber hecho sufrir de esa manera al mapache y con el cuchillo se apresuró de darle fin a su sufrimiento, clavándolo en una zona vital. Se quedó unos cuantos segundos viendo al mapache con una mirada arrepentida.

El Bello Durmiente Where stories live. Discover now