Capítulo cuatro.

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Alyssa

Al salir del salón de clases me encontré con Elliot, que caminaba hasta mi dirección.

—He venido a hablar contigo.

—¿Sobre que?

—¿Puedes renunciar a tu trabajo? ¿Puedes dejar de cuidar a los mellizos?

—¿Perdón? ¿Acaso estás loco, Elliot?

—Quiero que dejes de cuidar a los mellizos, me incomoda tu presencia.

—Siento mucho eso, pero no dejaré de cuidar a los mellizos, si te incomoda mi presencia lo siento demasiado, pero estar en tu casa es mi trabajo, debo de cuidar a tus hermanos.

—Yo puedo cuidarlos.

—Lamento informarte que tu madre no piensa lo mismo, por eso a buscado a una niñera, aparte puedo estar segura que no los cuidaras mejor que yo.

—Por dios, Alyssa. Son mis hermanos, claro que los cuidare bien.

—No dejare mi trabajo, o al menos no por ti. No pienso darte el gusto. Así que te puedes ir acostumbrando a mi presencia.

Escuché como Elliot gruñía, pero no me importaba en absoluto, no iba a dejarme intimidar por él.

Me aferre a mi mochila mientras pasaba por un lado de él y maldeci al instante en que su olor llegó a mis fosas nasales, por dios. Elliot olía tan delicioso.

Al entrar al salón deje la mochila en mi lugar y bufé con fuerza.

—¿Que pasa, Alyssa?

—No sucede nada. —Le respondí a Summer, sentandome bien y sacando mi bloc de dibujo para ponerme a trabajar en mis nuevos bocetos..

Pero realmente me parecía casi imposible concentrarme, me sentía tan molesta, no sé con qué derecho Elliot se acercaba a mi a pedirme que renunciará en mi nuevo trabajo.

Pero solo sabía una cosa, no iba a renunciar  a mi trabajo, simplemente me iba a quedar en el aunque sea solo para darle en la contra a Elliot, no le daría el gusto de que sintiera que me intimidara.

Al momento que la clase termino, salí rápidamente del salón y noté de reojo como Elliot hablaba con sus amigos y reían.

Mis ojos estaban fijamente en él, cuando creo yo que sintió mi mirada por qué volteo de inmediato, encontrándose con mis ojos y alzó una de sus cejas, sonriendo.

Si, Elliot era un engreído y lo odiaba por eso.

Bufé mientras me concentraba en comer mi ensalada, noté que Addison venía con una gran sonrisa en el rostro, mientras se sentaba enfrente de mi.

—¿Qué? —Le dije al momento que ella me observo.

—Parece que alguien no está de humor.

Era verdad, no estaba de humor después de lo que Elliot me dijo en la mañana, y quizás me di cuenta que me gusta un poco menos.

Elliot llegó hasta nuestra mesa y pone sus brazos sobre los hombres de Addison, mi ceja se alza, mientras lo observo con fijeza, él sonrie, y yo le saco el dedo.

Elliot está jugando conmigo, pero lo que él no sabe es que yo también puedo jugar, su sonrisa se agrando mucho más.

—Addison me contó ayer que las rosas que me habías traído, se las has dado, eso es cierto?

Addison abrió los ojos a la par mientras me observaba, quizás pensó que estaba mintiendo.

—¿Eso es verdad? —Ella susurró, Elliot pareció maldecir en voz baja, lo que causó que mi sonrisa apareciera.

Elliot, Elliot. No sabes con quién estás jugando.

—¿Vas a creerle a Alyssa? Te recuerdo que ella está enamorada de mi, quizás y lo está inventando. Aparte no sería capaz de comprarle rosas a ella. La que me interesa eres tú Addison y lo sabes. Alyssa no.

Eso no debió de haber dolido pero si que dolió, joder.

—Jodete, Barker.

Él sonrió con burla, creyendo que había ganado en esto, pero no, estaba muy equivocado.

—Es más, ahora Alyssa es la nueva niñera de los mellizos. ¿Ves hasta donde llega su obsesión por mi?

¿Obsesion? ¿Acaso estaba se estaba escuchando? Él sonaba tan absurdo.

—¿Obsesión por ti? Quisieras que alguien como yo estuviera obsesionado por ti. Es más creo que tú estás obsesionado con Addison, y ella no tiene el interés suficiente por ti y además aclaro que..

Él alzo la ceja, esperando que prosiguiera.

—No estoy enamorada de ti, me gustabas que es muy distinto pero no te preocupes, ya la magia que sentía cuando te miraba, está disminuyendo, ya casi no me gustas, puede que de lejos seas un príncipe Elliot, pero cuando abres tu bocota te conviertes en sapo.

—¿Y entonces porque no aceptas a renunciar al trabajo de niñera y dejas de acosarme?

—Lamento lastimar tu ego, pero no te estoy acosando y no dejaré el empleo como niñera, no te daré el gusto, Elliot.

—Alyssa, no le hables así a Elliot y para tu información aunque no demuestra el interés en Elliot, si siento algo por él y eso me hace pensar que estás celosa por qué déjame decirte, Alyssa que suenas como una exnovia ardida.

¿Addison se estaba poniendo del lado de él?

—Cuidado cómo le hablas a Alyssa, Addison. —Summer susurró, acercándose a mi.

—Siempre he sentido algo por Elliot, pero cuando empezaste a hablar más de él, luciendote ridículamente enamorada, supe que no podía decir nada al respecto porque tú sentías algo por él, pero sorpresa él no siente nada por ti, sin embargo pienso que él siente lastima por ti.

—¿Lastima por mi? Por dios, Addison si sintiera lastima por mi no hubiera llegado con un ramo de rosas, no hubiera dejado que lo besara, pero déjame decirte que él no siente lastima por mi.

—Ya no quiero ser tu amiga —Ella había murmurado—No quiero ser amiga de la chica que no puede superar que el chico que le gusta no le haga caso.

—Bien, yo tampoco quiero ser amiga de alguien que es capaz perder una amistad que podría ser para siempre por un hombre que quizás no quiere nada serio.

Note como su rostro se puso rojo de furia pero no me importo en lo mínimo, perdí a una amiga y perdi al chico que me gustaba y no me importaba en lo más mínimo porque no iba a dejarme humillar por él ni por nadie.

Ahora Elliot solo era el hermano mayor de los mellizos que cuidaba, solo eso.


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