Chapter VI. Comenzando de cero.

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Antes de comenzar, te recuerdo que puedes comentar cualquier cosa que se te venga en mente al momento de leer. Me gusta leer comentarios. ♡ 

Jungkook suspiró adentrándose a la ducha para retirar de su cuerpo cada partícula de polvo acumulada por la limpieza del día y en menos de veinte minutos se encontraba vistiéndose como comúnmente lo hacía frente al espejo; pantalón negro, playera azul cielo, pero sobre todo arriba una delgada sudadera para cubrir la brisa que recorría las calles de Inchon por los atardeceres. Respondió a ambos mensajes con un ¡Me encantaría! Para después terminar de arreglarse al ponerse perfume con olor suave y acomodar finalmente el cabello. Conocía a su mejor amigo y no dudaba que al recibir la confirmación estuviera ya estacionado fuera de casa.

Se acercó al espejo bastante así colocándose sus pupilentes cafés parpadeando algunas veces para lograr acostumbrarse a ellos —Si mis ojos se pusieran café, ¿qué emoción sería? —se preguntó a sí mismo para tomar su teléfono y cartera riendo por sus pensamientos. Así que bajó a la sala a la espera de notificaciones de sus amigos.

Al bajar las escaleras notó que su madre era la única que se encontraba ahí, al verle bajar con una radiante sonrisa y sobre todo con esos ojos ajenos le miró sorprendida —¿Saldrás con tus amigos? —este asintió acercándose. La señora se encontraba terminando de limpiar los jarrones que tenía destinados para los extremos de la sala justo al lado de los sofás.

—Me dijo Gigi que me llevarían a una de sus cafeterías favoritas —ella al escucharle formó una o con su boca ¿Su hijo está en una cafetería con amigos? Era digno de admirar; de buena manera por supuesto, había pasado tanto tiempo en la que su hijo no le mencionaba nada acerca de salir con amigos.

—¿Irá Taehyung? —al ver los ojos fruncidos de confusión de su hijo rio levemente— noté que se llevan muy bien —era un comentario normal, pero a oídos de Jungkook sabía para dónde se estaba desviando la traviesa mente de su madre.

Negó con rapidez mirándole —Mamá, no pienses esas cosas. Es mi amigo —ella sonrió nuevamente al escuchar las palabras de Jungkook.

—Claro hijo —rio yendo a la cocina provocando que le siguiera con confusión. Al sentirlo a sus espaldas continuó —No quiero meterte ideas en la cabeza hijo, pero a ese chico le brillan hermosamente sus ojos al momento de verte —Jungkook negó nuevamente no pudiendo creer tales palabras.

Aclaró su garganta —Estás equivocada, es la iluminación o algo así —trató de excusarse ante el repentino escalofrío que recorrió su espina dorsal al imaginar que los ojos del más bajito brillasen por su presencia.

Ella negó —Toda tu vida he apreciado tus ojos que sé reconocer ese peculiar brillo —sonrió acercándose a acariciar el cabello de su hijo— no estoy insinuando nada, solo dejemos que el universo lo decida, ahora son amigos y es lo que realmente importa —el menor desvió su mirada.

Él no quería admitirlo, pero desde un inicio había sentido una extraña conexión hacia Taehyung; una conexión que gritaba extraño de mil maneras diferentes ¿Destino? ¿Universo? No estaba en las posibilidades de negarse, él era de las pocas personas que poseían esa peculiar habilidad, todo era posible ¿No?

—No te pongas pensativo mi niño —dijo para así acercarse a su lado y acomodar su cabello a la par de observar sus curiosos y desconocidos ojitos— quizá solo son tonterías mías y confundí sus miraditas —confesó sonriendo.

Jungkook sonrió temeroso relatando a su madre las sensaciones que le causan estar o hablar con el más bajito logrando que una Ha-neul emocionada aplaudiera por haber dado en el blanco desde un inicio. El día anterior no pudo ver los ojos verdaderos de su hijo, pero daría lo que fuera que ese color que jamás se había presentado estaba detrás de esos oscuros lentes, o esa era su esperanza.

« Look at me » KookTae | Mírame ©Where stories live. Discover now