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Chapter IX. Yo te defendería de todo.

Los sentimientos de las personas se deben a las diversas situaciones en las que día con día se involucran dependiendo de las decisiones que se lleguen a tomar; el cerebro procesa estas situaciones según el estado anímico de quien lo llega a sentir, una sensación buena, cálida o tranquila o mala, intrusiva y hasta molesto. Kim Taehyung jamás había tenido esa sensación que Jungkook le hace sentir con solo verle sonreír, jamás en sus largos veinte años una persona le había llamado tanto la atención como lo hace el chico de ojitos de borreguito. su inesperados sentimientos hacia el más alto le pone la piel de gallina con solo mirarlo tan bonito como inconscientemente lo llega a hacer.

Aquella tarde en la cual su amigo Min les mandó un mensaje avisándoles que estaba bien pero aun así solo salió apresurado de clase para ir en busca de su otro mejor amigo Jeon Jungkook que estaba en problemas dejándolo preocupado; ellos ya tenían conciencia que antes de ellos el de tez pálida tenía al menor, en muchas ocasiones les contaba sus incontables anécdotas de su niñez y adolescencia haciendo que ambos se sintieran con ganas de conocerlo de manera cercana. Y aquella tarde al por fin conocerle más a través de una videollamada y ya no solo un par de mensajes algo dentro del pecho del mayor se sintió cálido.

Era una sensación completamente nueva para él. Ver aquellos ojitos sonrientes un poco apenados tras conocerlos finalmente, sus lindos labios que con constancia se mordían ante el evidente nerviosismo. Sin contar todos aquellos moretones y rasguños pertenecientes en su rostro a causa de los golpes recibidos; la bandita animada que le causó ternura y le hizo saber de ello. Ese día algo cambió en Taehyung, no sabía qué era, pero lo había hecho, fue como si sus universos se hubieran alineado para mantenerlos al lado del otro y saber que todo estaría bien a partir de ese momento.

Taehyung se encontraba perdido en sus pensamientos mirando la pizarra mientras el profesor hablaba acerca del tema que les dejaría de tarea en la siguiente semana, sus pensamientos le inundaban su concentración haciendo que no prestara ni una mínima de atención a aquellos relatos y explicaciones. Jeon Jungkook era el culpable de cada uno de ellos ¿Cómo era posible que se hubiera molestado por verlo tan feliz y sonriente al lado de Namjoon? Suspiró cansado de tanto pensarlo mirando nuevamente su cuaderno con solo algún par de apuntes de toda la mañana —¿Celos? —pensó negándolo rápidamente. No quería arruinarlo con algo así, hace tan solo unas semanas le ha conocido y ya lograba sentir celos por más amistades del menor. Algo increíble, pero incontrolable.

—Bien chicos, quedamos que esta tarea será como una más de sus evaluaciones. En la próxima clase nos pondremos de acuerdo si desean hacerlo en parejas o de manera individual —bullicios se hicieron presentes opinando al respecto en ese preciso momento, el profesor sonrió negando. Sabía que todos tienen opiniones diferentes, pero eso se verá en la próxima clase— bien chicos, eso es todo por hoy. Pueden salir, quedan 15 min antes del timbre, si tienen pendientes en la biblioteca o computación adelante aprovechen los minutos —dijo para así despedirse y salir del aula con una sonrisa ante el alboroto que se comenzó a formar por salir esos dulces quince minutos antes.

La mayoría de los estudiantes tomaron sus cosas para salir del lugar, en cambio el grupo de ahora cinco amigos se quedaron organizando sus cosas dentro de sus mochilas —¿Irás a jugar verdad? —preguntó el castaño al de piel pálida a su lado. Al verlo asentir sonrió dulcemente —Entonces vamos ¡Vamos Nam! Aprovechemos que hoy no hay deberes —gritó y el mencionado se apresuró a ir a su lado.

Volteó a ver a su par de amigos que aún se dedicaban a guardar sus cosas en sus respectivos lugares —Nos vemos mañana chicos, cuídense y cualquier cosa nos hablan —dijo Min para así decir adiós con la mano y salir del lugar dejando a los chicos aún sentados en sus lugares.