Epílogo. Porque yo te necesitaba en mi vida.

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Durante los nueve años de vida de Jeon Jungkook su vida ha sido lo más hermosa y bonita de lo que se puede imaginar; ambos padres se aman con pasión y se lo demuestran con esos detalles que nunca faltan, los halagos delante de su hijo o en privado son prueba de ello. Han sido una familia muy feliz y Ha-nnie está completamente segura que su familia será lo bastante feliz toda su vida. No necesitan a nadie más, simplemente ellos tres son lo único que necesitan.

El día era soleado y ligeramente caluroso, la familia Jeon había decidido salir a festejar el décimo cumpleaños de su niño pequeño en su restaurante favorito donde en la sección de niños había un gran espacio acogedor junto con juegos mecánicos, de esponjas o de pelotas. Al pequeño Jeon le fascinaba ir a ese lugar porque podía conocer nuevas personas y hacía cada vez más amigos. El pequeño pelinegro se terminaba de vestir en su colorida habitación y al escuchar dos toques en su puerta la cual estaba abierta dirigió su mirada ahí encontrándose con sus padres sonrientes y un enorme regalo —¡Waaooo! —expresó sorprendido el niño acercándose a ellos.

—Feliz cumpleaños mi vida —dijo su madre después de colocar el regalo en el suelo. El señor Dong-sun se sentó en la cama mirando la forma tan tierna en la que Jungkook corría a los brazos de su madre y abrazarla tan fuerte como sus bracitos le permitían.

—Feliz cumpleaños mi niño —ahora era su padre el que alzaba los brazos y este al verlo corrió a abrazarlo igual de fuerte como lo ha hecho con su madre. Los amaba mucho y siempre eran tan cariñosos y apapachadores con él.

El pequeño Jungkook sonrió separándose yendo a sentarse al suelo cruzando sus piernas frente a su gran obsequio; era cuadrado y colorido que se emocionó demasiado y mirando a sus padres volvió a agradecer una vez más antes de abrirlo. Quitó el bonito moño sobre la tapadera para poder deslizar con delicadeza el papel que lo envolvía, al terminar de quitarlo finalmente lo abrió y gritó de emoción —¡¿Es mío?! —preguntó extasiado aplaudiendo. Era una consola de videojuegos que tanto les había pedido a sus padres y estos al ver sus perfectas calificaciones se lo compraron con emoción; sobre este estaban cinco juegos que más mencionaba el pequeño que no pudo contener la emoción y lágrimas de felicidad cayeron por sus mejillas.

—Ay mi amor —su madre se acercó a abrazarlo tiernamente que al escucharlo quejarse se separó con rapidez asustada— ¿Qué sucede? —preguntó preocupada al verlo apretar los ojos y sujetar su cabecita entre sus manos.

—Duele —dijo entre quejas preocupando más a sus padres. Dong-sun se levantó de su lugar para ir por un poco de agua al ver su boquita tan seca, Ha-nnie sentía el corazón latir con rapidez, su niño parecía estar enfermo de un momento a otro y cuando bebió un poco del agua que su padre le dio abrió finalmente los ojos. Sus padres se quedaron callados; los ojos de su hijo eran café más claro de lo que lo habían sido siempre, se miraron confundidos, pero no dijeron nada.

Minutos después el niño estaba como nuevo que corría de un lado a otro emocionado porque ya saldrían rumbo a su pequeña fiesta de cumpleaños en aquel lugar que tanto le fascinaba —¡Vamos, vamos! —pedía tomando las llaves de la casa y auto de su padre y apresurado salió de casa con sus padres felices a sus espaldas.

El camino fue feliz y tranquilo con Jungkook feliz cantando sus canciones favoritas a todo volumen junto a su madre que le hacía segunda en los coros; no podía imaginarse una vida más feliz con los perfectos padres que tenía; lo eran todo para él. Al llegar al lugar varios niños y amigos del menor ya estaban corriendo de un lado a otro felices por la música y diversión por doquier. Los padres del menor le indicaron que fuera con sus amigos mientras ellos organizaban en su totalidad las cosas que podían faltar para la comida y celebración con pastel, él encantado se fue corriendo siendo recibido por una bolita de niños y niñas que lo abrazaron. El pequeño niño era tan amable que era amado y apreciado por muchos de sus amiguitos, felices corrieron a jugar.

« Look at me » KookTae | Mírame ©Where stories live. Discover now