9 - Recuperar el tiempo perdido

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— ¡Eddie, espera! — exclamó para que el castaño se detuviera antes de llegar a su auto.

— ¿Todo bien? — Eddie se giró extrañado al oír la voz de Isabella.

— Yo me preguntaba si...— se aclaró la garganta— ¿Tienes algo que hacer ahora? ¿Tienes algún plan?

— Mmmm.— se quedó pensativo unos instantes llevando la mano a su barbilla— Ya hemos ensayado con el grupo...— metió sus manos en los bolsillos y se encogió de hombros— Así que no, no tengo nada que hacer. Seguramente me tiraré en la cama a escuchar música y fumar algo, ¿porqué?

Se hizo el despistado, pero lo que más quería es que Isabella le dijera que se quedase con ella.

— ¿No deberías estudiar en lugar de fumar tanto, Munson? — rio ella— Si quieres pasar de curso y largarte de aquí como siempre dices deberías estudiar.— Isabella se quedó inmóvil un momento por lo que acababa de decir.

— Exacto, siempre digo eso.— Eddie abrió mucho los ojos y se acercó a ella— ¿Te acuerdas de eso?

— Si... No sé, me ha salido solo.— dijo algo confusa— Simplemente, no sé porqué, me he acordado de que me repetías constantemente eso.

— ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo? — colocó sus manos en los brazos de ella para recconfortarla en caso de que se sintiera mal.

— Si, estoy bien, simplemente ni he pensado la frase, ha salido sola.— hizo una especie de mueca y le miró fijamente— Pero no me cambies de tema, Munson. Yo estoy bien y tu deberías estudiar.— rio.

— A veces eres peor que una madre, White. Ni que fueras mi tío para estar regañándome.— resopló soltando los brazos de la castaña, la cual intentaba contener la risa— Para eso dijimos de quedar entre semana, al menos déjame disfrutar de los fines de semana.— se quejó poniendo los ojos en blanco— Además, tú y Billy os pasábais muchas horas fumando conmigo en mi casa, así que no me riñas tanto.— al instante de decir eso, se arrepintió, pues Isabella seguía sin acordarse de Billy— Yo... Lo siento, no debí decir eso, sé que aún no te acuerdas de él...

— Tranquilo, entiendo que en ocasiones se os olvide todo esto, no podéis estar controlando a cada rato qué me decís y que no.— dijo algo cabizbaja— Y bueno, después de pensar toda la noche y hablar con mis padres, he llegado a la conclusión de que es mejor que enfoque esta situación de otra forma.

— ¿En qué otra forma? — preguntó algo intrigado.

— En lugar de llorar cada vez que alguien me recuerda algo, aunque sea sin querer, tomarlo como un refuerzo positivo.— dibujó una media sonrisa— En realidad, tal vez si me vais diciendo estas cosas de manera espontánea, tal vez acabe recordando, igual que ayer en tu casa cuando tus anillos rozaron mi vientre...— sin saber porqué, se sonrojó al recordar las robustas manos de Eddie rodeándola por la cintura.

— Lo que necesites.— sonrió él mientras le acariciaba la mejilla— Me alegra verte mejor, me alivia bastante de hecho. En algún momento pensé que te ibas a deshidratar de tanto llorar.— bromeó.

— Idiota.— sonrió ella— Siento que hayas tenido que ser mi paño de lágrimas.

— Algo bueno tengo que tener.— le guiñó el ojo y le dio un beso en la mejilla. Darle un beso en la mejilla todavía se le estaba permitido ¿no?, no traspasaba ninguna línea, pensó— Entonces, si te encuentras bien y me das tu bendición, me iré a fumar y a escuchar algo de música.— rio y se dio la vuelta para ir a su furgoneta.

— No, espera.— Isabella agarró la mano de Eddie para que se detuviera— Yo...— se aclaró la garganta, ¿por qué sentía tanta vergüenza? — Yo iba a mirar una película, si te apetece, puedes quedarte conmigo a mirarla. Pero si prefieres irte a tu casa también lo entiendo, es sábado y seguro que, a parte de fumar, tienes mejores cosas que hacer que pasar la tarde conmigo.

Stay with me | Eddie Munson [PAUSADA]Where stories live. Discover now