21 - ¿Dos amores en un corazón?

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Al la mañana siguiente, el piar de los pájaros en el exterior y los rayos de sol atravesando las cortinas, despertaron a Steve. Aunque pareciera temprano, ya eran alrededor de las 10 de la mañana. Steve rodeaba son su brazo la cintura de Isabella y, al darse cuenta se apartó rápidamente haciendo que ella también se desvelara.

— Dios mío...— farfulló Isabella llevándose una mano a la frente— Me va a estallar la cabeza, socorro...— resopló.

— Mira que te dije que no te pasaras con la bebida...— la regañó Steve a pesar de que a él también le dolía la cabeza.

— Oh, vamos.— Isabella se volteó a mirarle— No me mientas, estoy segura que a ti también te duele horrores.

— Nunca admitiré eso, y lo sabes.— rio él poniéndose en pie— Voy a preparar unos cafés y unas aspirinas. Puedes darte una ducha si quieres, ya sabes donde está el aseo.— sonrió.

— ¡Ahá! ¿Ves cómo tu también estás resacoso? — se burló ella sacándole la lengua y levantándose también.

— Lo que te dije, una maldita china en el zapato.— resopló Steve poniéndose la camiseta.

— Idiota.— dijo riéndose Isabella mientras le lanzaba un cojín.

— Te espero abajo, borracha.— rio lanzándole el cojín de vuelta antes de salir de la habitación.


Steve salió de la habitación para ir a la cocina a preparar el desayuno a l vez que Isabella iba a darse una ducha. En cuanto se puso debajo del agua, vio como sus muñecas aún seguían algo enrojecidas y la imagen de Tommy apretando sus muñecas con fuerza le vino a la mente, provocando que un nudo se le hiciera en la garganta. Pensó en la suerte que tuvo de que Steve y Eddie aparecieran, sino no quería ni pensar en qué le habría podido pasar.

En el momento en que vio a Eddie, querría haberlo abrazado con todas sus fuerzas para que, con solo sentir su aroma, calmar sus nervios. Pero la imagen de él con Emma, y encima verla a ella en el exterior del aseo, le frenó el hacerlo. Estaba claro que se había olvidado de ella, si es que en algún momento de verdad la había querido. También sabía que había hecho mal acostándose con Steve, pero le habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que necesitaba sentirse amada y feliz por unos instantes; ya esa cercanía con Steve le llevó a hacerlo.

Se enjabonó el pelo y el cuerpo intentando dejar de pensar en todo eso, estaba claro que la noche anterior todo se le había ido de las manos y quería disculparse con Steve, Robin y Eddie. Mientras se aclaraba, volvió a mirarse las muñecas enrojecidas y, en cuanto se las acarició, otro recuerdo inundó su mente.






*Recuerdo de Isabella*


 Billy... me acerqué cuidadosamente a él, entrando en la habitación después de que Neil saliera. Puse mis manos en sus mejillas y le sequé las lágrimas Billy, ¿estás bien? ¿Te ha hecho daño? le miré el labio y le empezó a sangrar Por eso te sangraba el labio... Joder Billy, ¿por qué no me has dicho esto? No tienes porqué aguantar que tu padre te maltrate de esta manera. esta situación explicaba muchas cosas y me dio mucha rabia y pena presenciar escena.

¿Qué te crees que haces?  Billy reaccionó finalmente ante mi presencia, pero no de la manera que yo pensaba. Agarró mi muñeca con fuerza y me miraba con los ojos inyectados en sangre Ya te dije que mi hermana es mi problema. Y ahora no quieras hacer ver que te preocupas por mí cuando me dijiste claramente que me odias.

Billy suéltame. Ya le he dicho a tu hermana que lo que te ha hecho no está bien. Sólo quiero que hablemos, para eso tienes que soltarme la muñeca. Y no te odio, Billy olvida eso. Aunque quisiera, no puedo odiarte.

Stay with me | Eddie Munson [PAUSADA]Where stories live. Discover now