11 - El sabor de tus labios

126 18 115
                                    

— Eeemmm.— alguien tosió— Siento aguaros la fiesta, pero tenemos que ir a clase.

Eddie e Isabella volvieron en si, por un momento se habían olvidado que estaban en el instituto y, por consiguiente, rodeados de muchas personas. Se separaron, algo nerviosos y sonrojados; se encontraron con la mirada divertida de Robin, que tenía los brazos cruzados sobre su pecho y una sonrisa burlona se dibujaba en la comisura de sus labios.

— Eh, si claro.— Isabella miró a Eddie y le sonrió con una sensación algo extraña en el cuerpo— Gracias de nuevo Eddie, nos vemos luego.

— Hasta luego, linda.— se rascó el cabello de la nuca, nervioso— Adiós, Buckley.

Robin se despidió de Eddie simplemente alzando la cabeza aún con esa sonrisa divertida dibujada en su cara antes de partir. Eddie tenía sentimientos encontrados en ese instante: por un lado maldecía a Robin por haber interrumpido su cercanía con Bella; pero por otro lo agradeció ya que en el fondo sabía que tenía que soltarla y no sabía cómo hacerlo.

— ¿Desde cuándo Eddie the freak Munson es un caballero de brillante armadura? — una voz irónica le sacó de sus pensamientos.

— ¿Qué quieres, Tommy? — Eddie entornó los ojos, resoplando.

— No sé qué pretendes con Isabella, friki.— se acercó a él con una mirada burlona— Pero olvídala, no está a tu alcance.

— Primero, ¿a ti que mierda te importa lo que haga o deje de hacer con ella? — respondió malhumorado— Segundo, no soy ningún caballero, solo estaba ayudando a una amiga. Aunque tú seguramente no tienes ni idea de lo que es eso, cretino.— dijo dando media vuelta para evitar seguir hablando con él.

— Mira, Munson.— Tommy lo agarró del brazo para frenar su paso— Te recuerdo que Isabella era la novia de Billy, el chico más popular del instituto. Y tú eres un don nadie, así que olvídate de ella, no está hecha para ti, solo te lo digo para evitar que hagas aún más el ridículo.- rio con desdén.

— ¿A caso conoces a Isabella? ¿O conocías de verdad a Billy? — se soltó de su agarre.

— Por supuesto, Billy era mi mejor amigo, por ende, Isabella también.— contestó Tommy altivo.

— En una cosa te equivocas, Isabella no te soporta y nunca te ha soportado.— Eddie cruzó los brazos sobre su pecho e inclinó su cuerpo hacía un lado— Te aseguro que, aunque fueras el último hombre de la tierra, no te tocaría ni con un palo y preferiría estar a kilómetros de distancia de ti. Y Billy, bueno, solo lo usabas como un juguete para intentar ser popular, así que no, ninguno de los dos eran tus amigos. Y ahora, si me disculpas, tengo que ir a clase.— se dio la vuelta y empezó a caminar.

— Eres un perdedor Munson.— gritó Tommy molesto por las palabras de Eddie— Y un friki, mejor quédate con tus juegos y deja los asuntos de mujeres a los mayores.— rio altivo.


Eddie simplemente lo ignoró. Sabía que Isabella no estaba a su alcance, pero no porqué jugaran el ligas diferente, cómo había dicho el idiota de Tommy, sino porqué Isabella seguramente solo lo seguía viendo como un amigo y esos sentimientos son difíciles de cambiar. Aunque no podía negarlo, le encantaba abrazarla y acariciarla, y se moría de ganas por besarla, aunque sólo fuera una vez. Sacudió la cabeza para sacar esos pensamientos y afrontar otro aburrido día de instituto.


A primera hora tenían Educación física, así que todos los alumnos que iban a clase con Isabella, entre ellos Eddie, fueron a sus respectivos vestuarios para cambiarse y ponerse el chándal del instituto. Isabella aún no estaba recuperada al 100% físicamente después del coma, pero ella prefería hacer el esfuerzo de hacer la clase de Educación física porque eran unas horas en las que lograba despejar la mente.

Stay with me | Eddie Munson [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora