De vuelta a su hogar, al ritmo acelerado de la ciudad y a la realidad, Namjoon llega a su oficina más alegre de lo normal. Todo su personal puede notar un brillo distinto en su mirada, es muy notorio el cambio en el hombre después de aquellas merecidas vacaciones.
Namjoon vestido de traje oscuro e impecable, camina alrededor de todas las oficinas para cerciorarse de que su personal esté trabajando correctamente y pidiendo bebidas para todos, con una hermosa sonrisa y atento a cada una de las necesidades de sus empleados.
Hoy tiene una junta y como en todas las reuniones, Soobin es quien entrega los papeles a los accionistas en aquella sala de conferencias. Namjoon entra sonriente y se sienta después de recibir una reverencia por parte de los presentes y enseguida la reunión comienza. Su asistente puede notar el anillo en su dedo y por dentro, celebra por fin. El joven siempre ha deseado la felicidad de su Presidente y por fin siente que lo ha conseguido.
La reunión se toma un par de horas, entre discusiones, revisiones y más, el presidente Kim observa la hora y ve que es momento de comer, por lo que pide comida para todo el edificio. Decenas de cajas de pollo, con sus guarniciones, llegan por fin y el personal no puede estar más que agradecido.
Siempre Kim Namjoon, velando por el bienestar de los demás.
Una vez ya en su oficina, se encuentra revisando unos balances en su portátil y su asistente interrumpe al tocar la puerta.
El presidente concede el permiso para entrar y el joven al entrar, cierra despacio la puerta y lo mira con una sonrisa cómplice, deseando telepáticamente que su jefe note que se muere de curiosidad por saber todo lo que sucedió durante sus vacaciones en Suecia.
— ¿Quieres saber qué pasó, no es así, Soobin?
— ¿Cómo lo supo, presidente? En realidad no aguanto la curiosidad, Namjoon.
— Antes que nada, quiero que te deshagas del contrato con Jimin — mencionó el hombre con seriedad.
— Señor, ¿Está seguro?
— Cómo no estarlo, ya lo hablé con Jimin y ahora somos una pareja oficial — contestó Namjoon mostrando con orgullo el anillo.
Los ojos del chico se abren con gran sorpresa y no puede evitar aplaudir de la emoción, Namjoon lo observa y suelta una risa contenta, pues sabe que su fiel asistente ha velado por su felicidad desde siempre y por fin puede ver la paz en el rostro del chico.
Soobin de inmediato buscó los papeles y se deshizo de ellos ante la mirada del presidente, luego se acomodó en el asiento frente al escritorio y Namjoon comenzó a contarle su experiencia.
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Realmente pareciera que Namjoon quería que toda la industria supiera de su relación, ahora la pareja estaba en boca de empresarios, reporteros y demás, siempre manteniéndose margen de la situación.
Jimin se volvió aún más famoso, pues comenzó la transmisión del drama y su rostro estaba en cada rincón de la ciudad. En las enormes pantallas de los edificios, en las paradas de buses, incluso en el transporte urbano. Tal como él había imaginado, ahora caminaba por la calle y se detenía para regalar autógrafos y fotos a sus fanáticos.
