Emma lleva cierto control en su vida. No es normal, no porque sea nerd, sino porque lleva todo controlado y premeditado. No deja que ningún suceso, desde un simple pestañeo hasta el idiota del chico mas popular derramando una malteada en su jersey...
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POV. Emma:
Terminaba de alistarme para ir a la escuela cuando mi padre irrumpió en la habitación.
—Te buscan — anunció con mucha calma cruzándose de brazos.
Até la cola en mi pelo rojizo.
—¿Quién?
—Es un chico, se llama... Lyon, León... Algo así...
Al ver sus esfuerzos por recordar el nombre - y entendiéndolo porque ni yo me explicaba qué clase de nombre era ese - lo interrumpí girándome abruptamente, tanto que casi me caigo.
—¡Lason! — exclamé con espanto — Que no pudo haber sido mas puntual, este niño en serio logra ponerme de nervios.
Tomé mi mochila y le crucé por el lado, el también salió supongo que dispuesto a preguntarme quien era el chico. Ni yo le respondería ni el me seguiría para sacarme información por muy cotillero que fuera.
Era viernes y por la mañana, un día esplendido - diría papá si viera mi cara en aquellos momentos de histeria total, porque me molestaba la gente que no estaba en su punto medio, y Lason era de esa gente - Lason sabia cómo exagerar su personalidad a tal punto de parecer el chico perfecto y que todos lo adorasen. Lason te hacia desmayarte de la ira por contener las ganas de romperle el hocico. Lason te hacía explotar del enojo porque sabía como manejarte a su antojo ¡Y lo que es peor! Lason sabía como hacer que ni siquiera pudieras zafarte y te acoplaras rápido a eso.
Porque era lo que estaba sucediendo conmigo, digo no más.
Él había dicho la noche anterior que me iría a buscar, pero insistí en que no era necesario, sin embargo, parece que lo que le digo le entra por un oído y le sale por el otro.
Bajé al primer piso y entre en la cocina donde se encontraba Lason platicando con mi madre y mis hermanos. Muy puntual el señorito, eso solo hizo que lo odiara más.
—Buenos días — murmuré acercándome a Garlen para revolverle el cabello y depositar un beso en la frente de Gabriel — ¿Cómo amanecieron los señoritos?
—¡Bien! — exclamaron al unísono.
—¡Hemos conocido a un nuevo chico... — empezó Garlen, pero se detuvo pensando, miró a Lason con duda. — ¿Lyon?
Vale sí, que para nombre extraño, búsquenlo.
—Lason — corrigió mi "novio" falso sonriendo con diversión.
—¡Lason! — exclamó mi hermanita, Gabriel. — Su Nombre es tan hermoso, como el — suspiró.
Sentí mis orejas arder al escuchar a mi hermana de 7 años decir que el chico al que detesto le parecía atractivo. ¿Cuándo creció? Mamá y Lason rieron por lo bajo.
