No subestimes a Estephany

12 4 0
                                    

Al bajar de mi habitación sentía todos los ojos sobre mí. Estaba realmente asustada. Los demás susurraban a mis espaldas y no entendí qué sucedía.

La situación era desesperante. Hasta que mis ojos se enfocaron en mi casillero.

Alice Sellers es en realidad una zorra.

Y debajo de la inscripción una foto mía besando a Nate junto a otra en los brazos de Hendery del día en el que Estephany y su séquito me habían golpeado.

No dudé ni por un segundo que ellas también eran las responsables de mi nueva desgracia. Arranqué el póster con enojo mientras algunos reían. La ira me consumía desde dentro. Era increíble el poder que algunas creían que tenían.

Estephany estaba en una mesa tranquilamente con sus amigas como un cazador esperando a que la presa caiga en la trampa.

Causé un estruendo al golpear la mesa con las manos.

—Escúchame atentamente Estephany. Quizás crees que tienes todo el poder de manipular a los demás como se te venga en gana pero la reina de este instituto no eres tú. Nada te da el poder de arruinar las vidas de los demás y que lo sepas, la única zorra aquí eres tú.

Me giré y comencé a caminar lo más rápido que pude ante la vista atónita de los que se encontraban en la cafetería en ese momento. Seguramente Estephany no podía controlar todo el odio que sentía hacia mí.

En la vía hacia mi salón de clases me crucé con Nate. Intenté saludarlo pero cuando me di cuenta de que en realidad estaba dispuesto a ignorarme recurrí al método más sencillo.

Deseo que Nate no me ignore.

Mi vida había sido lo suficientemente complicada hasta ese punto como para no aprovechar esa oportunidad. Mi dignidad probablemente se encontraba por los suelos  por culpa de Estephany y ni hablar de la opinión pública. Quizás me había armado de valor pero eso no cambiaba lo que las imágenes decían.

—Solo quiero que me digas lo que ha sucedido de verdad Allie.

Las palabras se me atragantaron cuando intenté responderle a Nate. Simplemente no podía decirle o eso involucraría a Hendery y su extraño secreto que solo Estephany sabía.

—No puedo decírtelo Nate, lo siento.
—¿No confías en mí?
—No es eso. Es que hay otras personas involucradas.

Sabía que si decía más de lo que podía igual terminaría metida en un problema.

—Pensé que podríamos ser sinceros entre nosotros Alice. Parece que me equivoqué.

Se alejó de mí dejándome con el corazón roto. ¿Dónde estaba Hendery en todo esto? Necesitaba lo más parecido que tenía a un amigo en ese preciso instante.

Deseo ver a Hendery.

De pronto fue él quien me abrió la puerta del laboratorio de química.

—No te pases Allie.
—Es que de verdad te necesito.

No pude concentrarme en toda la clase contándole a Hendery lo sucedido para que después terminara diciéndome que ya lo sabía y que me había dejado hablar para que pudiera desahogarme.

—No podemos forzar a Nate para que se enamore de ti. Solo lograremos dar pequeños empujones con la magia de tus deseos Alice.

Aquello ni de lejos me hacía sentir mejor. Nate había perdido totalmente la confianza en mí. ¿De qué servía lo que yo quería o no? Los sentimientos verdaderos no podían comprarse con deseos.

Nunca en mi vida había atravesado semejante humillación. Pero las cosas siempre podían empeorar.

Extrañaba un montón a Nate. Esa tarde descubrí una silueta solitaria en la cancha de basket y decidí hablarle.

—Nate, en serio lo siento. No está en mi manos lo que puedo o no decir.
—Sabes Alice, comienzo a pensar que no estoy hecho para el amor. Cada vez que conozco a alguien termina decepcionándome. De qué sirve que me expresen amor en cartas sin sentido si no me lo van a demostrar. Nunca podré encontrar a la chica de la fiesta y tú... No tiene sentido hablar sobre ti.

Sus palabras realmente me afectaban.

—¿Crees que no tengo sentimientos Nate? Quizás no sea la más guapa pero las cosas que dices me están dañando.
—Las cosas solían estar bien entre Estephany y yo hasta que apareciste tú. Mi cabeza está hecha un lío ahora mismo.

¿Me estaba culpando de haber roto con su novia?

En realidad le hice un favor.

Pero no dejaba de ser mi culpa.

—¿Crees que eso es lo mejor que hay para ti?
—Al menos Estephany era sincera conmigo.
—¿Estás seguro de eso?
—Al menos era más abierta que tú Alice.
—No puedo cambiar cómo soy Nate. Estephany es extrovertida y yo no soy así.
—Sin embargo puedes confiar en Hendery con los ojos cerrados.

¿Nate estaba celoso de mí?

—Algún día encontraré a la chica que me escribió aquella carta.
—¿Es lo que deseas?
—Puede que tenga una conversación larga con ella.

Cuando intenté decirle que en verdad era yo para desafiar el verdadero poder de Estephany no conseguí hablar. Era increíble. Había quedado muda de solo pensarlo.

¿Acaso Estephany era la versión maligna de Hendery?

—Espero que algún día puedas perdonarme Nate.

Y sin más intenté alejarme. Nate se levantó en cuestión de milésimas y me sujetó.

El clima comenzaba a cambiar y estaba soplando una ventisca fresca. Nate y yo quedamos frente a frente como si nos fuéramos a abrazar.

—De verdad que quiero confiar en ti Allie. Es lo que más deseo en este mundo.
—Entonces por qué no lo haces. Confía en mí Nate.
—Una vez que te dé mi corazón, ya no habrá vuelta atrás.

Perfecto accidenteWhere stories live. Discover now