Enfrentamiento

1 1 0
                                    

Pasé toda la noche dando vueltas de un lado a otro sobre la cama sin conseguir dormir. Me costaba entender lo equivocada que había estado sobre Hendery. Sabía lo que Estephany hacía conmigo, por eso siempre aparecía en el momento exacto, fingía querer ayudarme con tal de que lo viera como un héroe.

Me dolía, sí, me dolía demasiado haberlo perdido a pesar de todo. Al menos había permanecido junto a mí aunque de espaldas me clavaba un puñal. Por supuesto que lo prefería lejos después de lo que conocía, pero una parte de mi mente y mi corazón deseaban que las evidencias estuvieran equivocadas y que Hendery en realidad fuera una buena persona. Recordé con tristeza como proyectó sus propios problemas en mí diciendo que necesitaba algún tipo de ayuda profesional cuando en verdad era él quien lo precisaba.

Quizás no era completamente malvado o quizás usó una máscara por demasiado tiempo, las posibilidades me abrumaron hasta el cansancio extremo.

Desperté con grandes ojeras de mapache y para ser sincera, muy triste. Caminaba arrastrando los pies porque, aunque mi objetivo era fingir estar bien, me resultó absolutamente imposible mostrar lo que no sentía.

—¡Hey!

Nate también parecía haber tenido una mala noche cuando ambos chocamos de camino al desayuno.

—¿Cómo has dormido Alice?— preguntó con rastros de mucha preocupación.
—Mal, de hecho, ni siquiera he dormido— respondí entre bostezos.
—Siento mucho escuchar eso.
—¿Los has visto?— susurré con cautela intentando desvelar cualquier tipo de información.
—No— murmuró Nate junto a mi oído causándole cosquillas.

Reí por lo bajo para no llamar la atención, tampoco tenía muchos ánimos para hacerlo, pero fue inevitable.

—Ahí está una de las cosas más hermosas que he visto en mi vida.
— ¿El qué?— inquirí con curiosidad mientras utilizaba mi dedo índice para acomodar los espejuelos.
—Tu sonrisa Allie, ¿Qué más iba a ser?

Instintivamente me cubrí la boca con las dos manos.

—Deja de hacer eso.

Nate lanzó una carcajada y comenzó a forcejear conmigo hasta que logró que mis manos se rindieran.

En el instante en que ambos entramos a la cafetería miles de murmullos quedaron en silencio para dar lugar a el sonido de una sola voz.

—Vaya, solo miren, los tortolitos parecen demasiado felices. Lástima que vayamos a acabar con ellos hoy— dijo Estephany con los ojos similares a dos llamas de fuego.

Se encontraba sentada junto a Hendery en la misma mesa donde había estado yo el día anterior.

— ¿De qué estás hablando Estephany?

Nate se paró frente a mí como si estuviera protegiéndome de alguna especie de gigante.

—De nuestro juego de basketboll, por supuesto.

Al escuchar sus palabras Nate se relajó un poco.

—No habrá juegos, Estephany.
—Pensé que ambos eran más valientes, pero claramente me equivoqué.

Todos los estudiantes vociferaban rítmicamente:
—¡Juego! ¡Juego! ¡Juego!

Cuando sentía que mis oídos ardían grité.

—¡Bien! Pero debes cumplir una condición Estephany.
—Alice, no tenemos que hacerlo— Nate me interrumpió con voz suplicante.
—Lo siento Alice, no hay trato.
—Entonces tampoco habrá juego Estephany.

Transcurrieron tres tortuosos segundos hasta que ella respondió.

—Bien, ¿Cuál es la condición?
—Si nosotros ganamos, nos dejarás en paz de una vez por todas.

Perfecto accidenteWhere stories live. Discover now