CAPITULO DIECINUEVE

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Namjoon se encontraba lejos del campamento, verificando que no haya nadie más que pueda disparar a alguien, a sus alrededores habían aprendices de Gong Yoo que lo estaban ayudando, pero Namjoon se desentendió de todo lo que estaba haciendo cuando sus ojos se posaron en un chico que parecía estar sentado en el suelo mientras tenía la cabeza de alguien apoyada en su regazo. 

Se acercó y logró ver la cara del chico, era Seokjin, tenía una camisa color crema pero tenia manchas

Mientras más se acercaba, iba distinguiendo que eran manchas rojas y estaban esparcidas por todo el pecho, ¿era sangre? No, no podía ¿habían lastimado a su Seokjin?, Seokjin no podía estar herido, aun no le declaraba su amor y pensaba hacerlo pero Jin tenia que vivir, tenía que estar vivo para disfrutar juntos de su amor.

Los ojos de Namjoon se cristalizaron poco a poco, una voz en su cabeza le repetía que Seokjin podría estar herido gravemente por tanta sangre cubriendo el pecho, aceleró su caminar y se dio cuenta que Seokjin lloraba, ¿la herida que tenía lo estaba haciendo llorar? 

— Seokjin, ¿estas bien?.—le pregunto mientras se agachaba para estar a su altura.

—N-no.—Namjoon bajo la miraba y quiso también llorar junto a Jin.—Joonie, Hoseok murió.—Seokjin lloró aún más, recordando las palabras de su amigo.

[...]

—¡No Hobi, no, no,no! .— Seokjin transmitía desesperación al hablar.

  Jin, estas aqui.— Hoseok habló con la voz entrecortada.

— Vamos Hobi, levantate, tenemos que curarte.—Intento levantar a Hoseok pero cuando lo hizo, este gimió de dolor.—Estas mal, haz un esfuerzo por levantarte.—Seokjin estaba desesperado, la sangre no paraba de brotar del pecho de Hoseok.

Seokjin como estudiante de medicina se fijó en que lugares tenía impactos de bala pero al verlo se dio cuenta que no se podía hacer nada, aun asi queria intentarlo, intentar a salvar a su amigo, tal vez Namjoon podía, él sabía más que Seokjin él podía ayudarlo, pero una parte de Seokjin ya tenía las esperanzas muertas.

De hecho, su esperanza estaba muriendo frente a sus ojos y él solo podía abrazarlo y ponerse a llorar.

Lo iba a perder, iba a perder a su mejor amigo.

—Seokjinie, no llores.

—Pero estas muriendo, me dejaras.—Seokjin no paraba de llorar en ningún momento, Hoseok era al único que consideraba un gran amigo ¿como esperaba que no llorara? Era prácticamente imposible no hacerlo en estas circunstancias. 

—Siempre estaré contigo Jin, creeme.—Hoseok hablaba mientras sentía que ya le quedaba poco tiempo.

—¿¡Como, Hobi ,como!?.—las lágrimas en los ojos de Seokjin comenzaron a rodar por sus mejillas.

—¿Recuerdas cuando fuimos a la parte de arriba del campamento?.—Seokjin asintió mientras se limpiaba las lágrimas con una mano y con la otra acariciaba el cabello de Hoseok.—Esa noche te dije que tú eras mi luna.

—Si, no te llegue a entender.

—Eres mi luna porque iluminas mis noches oscuras. Cuando llegué aquí, yo tenía los ánimos por los suelos, en las noches caía cansado luego de fingir una sonrisa ante las personas porque si me veían triste preguntaban el porqué y yo simplemente tampoco lo sabía.—Kim abrió los ojos, Hoseok no le había contado aquello.—En las noches solía salir a la puerta del campamento, para hablar conmigo mismo y darme consejos sobre mis propios problemas, realmente no tenía a nadie, en esas oscuras noches solo tenía compañía de la luz lunar.—La voz de Jung se estaba volviendo susurros.— Hasta que cruze palabras contigo, desde que te hable, coincidí muy bien contigo, ya no no tenía que fingir demasiado porque al estar contigo, estaba verdaderamente feliz y en las noches, cuando solía salir solo, salia contigo ya no me acompañaba la luna, me acompañabas tú, tú te convertiste en mi luna.— Seokjin abrazo a su amigo— Y así como tu eres mi luna, dejame a mi… ser tu sol.

Carta de Jeon《Taekook》Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu