Dulce Aroma (Bakudeku/omegaverse)

capítulo 19

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No apagues hoy tu luz sin ti no se vivir...

La pelea entre el toga e Izuku seguía siendo esta dominada poco a poco por el peliverde que hacia todo por cubrirse de los ataques de la rubia que tiraba a matar sin importarle si el golpe que estaba por dar era mortal para el chico que empezaba a desesperarse haciendo que comience a atacar de la misma manera metiendo en apuros a la chica que terminó en el suelo con el peliverde encima teniendo su daga contra el blanco cuello de la joven, que en vez de verse asustada parecía contenta y satisfecha apesar de estar al filo de la muerte pues los verdes ojos del chico brillaban con determinación dejandole claro que no tenía miedo a matar de ser necesario

—Eres hábil... Digno de un guerrero—susurra toga que parecía facinada con la forma en la que el peliverde manipulaba la espada, parecía que danzaba con aquel afilado objeto... Una danza con la muerte—Es una lástima que un don como el tuyo sea manchado por tu estúpido amor a los demás...

Susurra antes de chasquear los dedos siendo obedecida por aquel horrible ser de antes que agarro a Inko del cuello y la levanto haciendo que comience a forcejear al sentir que el aire le faltaba siendo esto notado por el peliverde que desesperado se levanto dejando libre a toga y corrió para atacar a aquel ser mientras susurra un par de palabras haciendo que la daga brille en un color violeta antes de atravesar con ella al monstruo que dio un espantoso grito de dolor y solto de forma brusca a Inko, el monstruo comenzo a consumirse en llamas hasta quedar solo una mancha negra en el suelo y un asqueroso olor a quemado y podrido en aquella habitación

—Parece que sabes manipular bien tu magia... O al menos sabes bloquear hechizos—Habla toga que veía desde una distancia al pecoso que estaba arrodillo alado de su madre ayudándole a parar—En serio, no quiero matarte porque ella te quiere... Así que te lo preguntaré una última ves ¿Donde esta el libro?

Interroga siendo vista fijamente por el peliverde que estaba serio y parecía no tenía planeado decirle nada al respecto

—Así que no piensas hablar... Bien... Si no quieres hacerlo no lo hagas—murmura mientras se acerca a una puerta que había en la habitación y entra siendo vista con mucha atención por Izuku que no bajaba la guardia—Sabes...la vida es algo hermosa—habla toga mientras sale de la habitación con una especie de charola donde había un poco de tierra y una hermosa flor que parecía se estaba abriendo—Y parece que tu hija posee una magia relacionada con ella... Una magia capaz de crear vida... Muy distinta a la tuya—explica mientras le quita una tapa de cristal a la charola con la que cubría la flor—Tu magia es sucia a diferencia de la que tiene tu hija... Muchos quisieran esa magia y lo sabes...

Explica siendo aún observada por el peliverde que sintió un escalofrío recorrer toda su columna al ver cómo la chica acaricio los pétalos de la flor

—El libro al principio era importante pero ahora que sabemos que tu hija puede crear vida incluso saber cuándo una viene en camino el libro deja de importar...

—¿A-A que te refieres?—susurra Izuku que no podía dejar de ver la flor

—La magia negra no se puede purificar y tiene ciertos límites... Pero... La magia blanca si se puede corromper y se puede explotar y no tiene límites si la sabes usar—sonríe—Apesar de que tu tienes una magia sucia tus hijos parece que toman la fuerza de la magia negra y la pureza de la blanca que les otorga su alma haciendo una magia limpia y única... Así que te propongo algo... Puedes quedarte el libro y marcharte con tu hija y madre a vivir la vida que tanto has deseado desde que eras un adolescente