Dulce Aroma (Bakudeku/omegaverse)

Capítulo 18

||<Dejame Enamorarte>||

El peliverde y la pequeña niña iban saliendo del bosque portando una capa de cuero teñida de verde oliva que los cubría por completo mientras que el rubio iba detrás viéndolos con curiosidad sonriendo un poco por cómo se veían padre e hija

Al poco rato llegaron a lo que antes fue un reino siendo ahora solo ruinas

—Bien azami, hoy vamos a practicar primero tu manejo con el Hielo ya que siempre es el que mas se te descontrola

Indica mientras se baja la capucha viendo a su pequeña que hizo lo mismo

—Esta bien...— susurra no muy convencida

—Solo respira y relajate, no te asustes ni le tengas miedo a tu magia

Susurra el pecoso viendo como la niña cierra los ojos y respira profundo tratando de relajarse

—Mocosa ¿Qué te gusta cuando nieva?

—Mmh.... Me gusta como se ven los árboles llenos de nieve, también me gusta como se ve el lago congelado, ahí una vez papá se cayó

Recuerda aquel momento entre risas haciendo que el pecoso se avergüence un poco y desvíe la mirada

—Bien, ahora cierra los ojos e imagina que tienes un pequeño árbol en tus manos

Indica mientras agarra un poco de tierra y la pone en las manos de la niña que tenía los ojos cerrados e imaginaba un hermoso árbol lleno de vida haciendo que sonría levemente y que de forma inconsciente una pequeña luz verde comience a salir de su pecho y se dirija a la tierra entrado en esta haciendo que una pequeña raíz se asome

Dejando sorprendidos al alfa y Omega que veían con atención lo que hacía la niña

—Mocosa, abre los ojos

Ante la indicación la niña poco a poco abre los ojos encontrándose con una pequeña raíz que sobre salía de la tierra haciendo que un brillo de ilusión se asome en sus ojitos dispar

—¡Papá mira! ¡Mira lo que hice! ¿Te gustó? ¿Lo hice bien?

Le muestra el montón de tierra haciendo que el peliverde sonría calidamente y acaricie las mejillas de la niña

—Sí, lo hiciste muy bien y te salío excelente—Le da un beso en la frente mientras acaricia su cabellera blanca— me siento muy orgulloso de ti

Alaga haciendo que la niña sonría con ilusión y después dirija la mirada al alfa rubio que tenía una pequeña sonrisa

—¿Me salió bien?

Susurra mientras levanta un poco las manos para que vea la raíz

—Para ser la primera vez no está tan mal pero podemos hacer más que eso ¿o no?

—Sí! Si podemos!—da pequeños saltos de emoción

—Entonces prepárate que ahora vamos a hacer que esa raíz se convierte en una flor