Dulce Aroma (Bakudeku/omegaverse)

Capítulo 3

||<camino al bosque>||

El joven pecoso acababa de salir del castillo e iba camino al hogar de la curandera estando montado en su caballo hasta que dando vuelta en una calle algo cerrada fue interceptado por tres hombres que le cerraron el paso obligándolo a detener a su caballo de forma brusca

—¡ooh! ¡Quieto príncipe!

Dice el peliverde mientras jala la cuerda del caballo con la mano derecha para detenerlo y con la izquierda acaricia su cabeza para calmarlo y evitar que se ponga agresivo ante el brusco trató

—¿Príncipe? Vaya nombre que le pusiste a tu caballo

Una voz llama la atención del joven peliverde que los veía de reojo manteniendo la cabeza agachada evitando que lo vean gracias a la enorme capucha que poseía

—¿Qué te pasa? ¿Ahora eres mudo?

Una segunda voz interrumpe el comentario del primer hombre que habia hablado y que ahora tocaba de manera descarada al caballo

—parece que la Reina le corto le lengua

Exclama con burla el tercer hombre que se había atrevido a interrumpir su viaje

—¿Es así? A ver dejame comprobar

Dice el primer hombre que jalo de forma brusca al peliverde obligándolo a bajar del caballo y quedar parado justo delante del que parecía ser un beta ya que no se podía percibir su aroma

—Levanta la cara—ordena el beta sin obtener resultado alguno pues el menor seguia con la cabeza agachada

—te dijo que levantes la maldita cara

La voz del segundo hombre de antes se hace escuchar en el callejón haciendo que el peliverde tiemble en su sitio ante la potente voz del alfa obligandose a obedecer y levantar la cara haciendo que su capucha se baje y deje a la vista su blanca piel manchada por aquellas hermosas pecas que le daban un toque inocente y puro al joven omega

—Pero que sorpresa, quien diría que debajo de esa horrible capa habia un omega tan hermoso y joven como tú~

Susurra el beta quien toma del menton al peliverde que tenía el ceño fruncido y la mandíbula tensa de la rabia que sentía ante la forma tan sencilla en la que fue sometido por aquel alfa

—oh vamos cariño no te enojes, solo quiero conocerte... Ademas si frunces tanto el ceño te vas arrugar y no queremos eso ¿verdad chicos?

Dice con burla el beta mientras acaricia la mejilla del pecoso quien solo escucha la risa del alfa y el que parece ser otro beta que se había mantenido a una distancia prudente

—ahora pequeño omega se bueno y abre la boca para mi~

Pide el beta en un tono lujurioso teniendo una sonrisa orgullosa plasmada en su rostro haciendo enojar más al menor que de un momento a otro se relajo y abrio la boca sacando la lengua haciendo que el beta sonria satisfecho

—Que obediente eres... ¿Debería premiarte?

Susurra con burla acercándose de forma lenta al rostro del peliverde que de un movimiento brusco lo empuja haciendo que choque contra el muro del callejón y saque uno de los cuchillos que habia guardado en su cinturon poniendo el filoso objeto en la garganta del contrario de forma amenazante

Tanto betas como alfa quedaron sorprendidos ante los rápidos movimientos del pequeño omega que veía de forma amenazante al beta de cabello negro que de tener una expresión de sorpresa paso a tener una sonrisa burlona

—no eres tan obediente como parece pequeño omega... Aunque necesitas más que eso para impresionarme

Le hace una seña al alfa quien entiende de inmediato y carraspea la garganta para aclarar su voz

—Sueltalo

Ordena usando su voz de mando esperando tener el mismo resultado de antes y lograr someter al pecoso pero no fue así esto solo hizo que la presión que tenía en el cuchillo se hiciera más fuerte y logra sacar un poco de sangre del cuello del beta que se comenzaba a poner nervioso al sentir el filo hacer presión contra su garganta

—¡Te dije que lo sueltas maldito omega!

Grita el alfa comenzando a avanzar hacia el menor que no se inmutó y se mantuvo en posición hasta que sintió cerca al alfa y se volteo de forma brusca clavando el cuchillo con el que antes amenazaba al beta justo en la garganta del alfa que se detuvo de forma brusca cayendo de rodillas teniendo un gesto de dolor grabado en su rostro mientras sus gritos se quedaban atorados en su garganta dejando sorprendido a los otros dos mientras el pecoso se acerca al rostro de dolor y terror del alfa que luchaba por respirar sintiendo que se ahogaba con su propia sangre

—esto es para que aprendas a no usar tu maldita voz de mando en mi

Dice en un tono frío mientras pone su pie en el pecho del contrario y agarra el cuchillo para así empujarlo haciendo que caiga de espaldas y que el cuchillo salga de forma brusca

Mientras tanto los betas estaban en shock viendo como su amigo se desangraba en el suelo y se retorcía en busca de oxígeno siendo ignorado por el peliverde que se acercó de forma tranquila a su caballo y busco en la bolsita que traía un pequeño trapo que utilizo para limpiar su manchado cuchillo para después guardarlo nuevamente haciendo que los betas salgan de su trance y vean con coraje al peliverde

—Tu... ¡Eres un maldito! ¡Te vamos a matar!

Grita con coraje el beta que antes se reía e incluso lo intentó besar haciendo que el pecoso lo vea de arriba abajo teniendo ahora una sonrisa burlona

—Oh vamos cariño, no te molestes que te vas arrugar y no queremos eso ¿verdad?

Repite con burla lo que le dijo antes haciendo que se enoje más y le trate de lanzar un puñetazo al peliverde de forma torpe estando cegado por el coraje haciendo que logre esquivarlo con relativa facilidad y que el beta se siga de largo y golpeé la pared algo que no fue desaprovechado por el peliverde que desenfundo su espada y apuntó con ella al beta que se quedó inmóvil en su lugar teniendo la mandíbula tensa y el ceño fruncido

—No vengo con intenciones de pelear así que les daré la oportunidad de que se vayan y me dejen de molestar o si no-..

—¿o si no qué? ¿Nos matarás?—pregunta en un tono desafiante el otro beta

—Si no me dan otra opción sí, los mataré— contesta en un tono frío y sin dudarlo haciendo que un escalofrío recorra la columna de ambos betas que se dedicaron una mirada y salieron corriendo del callejón dejando a su amigo muerto y al pecoso con su espada apuntando al lugar donde antes había estado el Beta azabache

—Eligieron bien...— susurra mientras vuelve a guardar su espada y sube a su caballo pasando de largo al muerto alfa— cuidado principe te puedes manchar de sangre—murmura mientras se sube nuevamente la capucha y avanza hacia el hogar de la curandera