No más

39 4 4
                                    

Shingaku recorre todo su cuerpo con el tacto, había forcejeado tanto con Katsuki que al final éste terminó por rendirse y ahora lo tenía completamente desnudo bajo él.
Lo acomoda boca abajo en la cama y lo hace levantar las caderas para poder ver su entrada, lo acaricia y besa su espalda con cariño.

—Sabía que ibas a querer. Tranquilo, lo haré suave, dime cuándo quieres que pare y lo haré sin problema —pone la mano en sus glúteos—, te voy a preparar para que no duela, ¿está bien?

La respuesta es un jadeo, seguía agotado y solo quería que eso terminara tan rápido como fuera posible así que no se queja y abre un poco las piernas para dejar a Shingaku hacer lo que quisiera mientras no lo lastimara.
Una especie de gel cae en su entrada y luego le sigue un dedo que entra sin problema en él y lo hace quejarse.

—Relájate, te prometo que no va a doler.

—Se siente raro...

—Se va a sentir bien. Abre más tus piernas. —Mete un segundo dedo y comienza a hacer movimientos circulares.

Al poco la habitación se llena de gemidos de Katsuki. Éste intenta detenerse, decir que eso no le estaba gustando y que rogaba que todo terminara, pero no podía. Shingaku era amable, sabía dónde tocar para hacerlo sentir bien y no le hablaba, lo que lo hacía sentir menos humillado por todo lo que estaba pasando.

—¿Puedo entrar?

—N-no, por favor... —jadea cuando siente que hace algo con sus dedos—, lo siento...

—No te preocupes. Está bien, solo quiero esto —con su otra mano comienza a masturbar a Katsuki lentamente—. ¿Cómo se siente?

—Se siente... —jadea y se mueve intentando conseguir más tacto—, bien... Sigue, por favor.

—Está bien, puedo seguir. ¿Quieres que te ayude a terminar?

—Sí, por favor.

Se sorprende a sí mismo de esa respuesta y deja que lo siguiera tocando hasta que termina sobre la cama. Ya no lo toca después de eso, ni siquiera lo intenta así que solo se recuesta a su lado.

—¿Me dejarías llevarte a comer? O podemos pedir algo si quieres, sé que no has comido nada.

—¿A comer...? Pero pensé que... —se tapa con las sábanas mientras se levanta de la cama pero sus piernas tiemblan y resbala pero es detenido por Shingaku que lo ayuda a sentarse nuevamente en la cama— Gracias. Pensé que me ibas a dejar... así.

—¿Eh? —cree que es una broma hasta que ve la mirada seria de Katsuki y comprende—. Oh. Kachan... De verdad no lo entiendes, ¿verdad?

Se sienta a su lado y acaricia su cabello, esta vez Katsuki no tiembla tanto y tampoco lo detiene.

—Kachan, no te quiero hacer daño. Ninguno te quiere hacer daño. Yo no sería el tipo de persona que lo hace contigo y luego te abandona. —Voltea a la ventana—. Y me gustaría, como ya te dije, ir a comer a algún lado contigo. Salir de vez en cuando y hablar. ¿Sabes? Izuku nos habló mucho de ti, pero es diferente escuchar un rumor que ver a alguien tan hermoso justo frente a ti.

Se levanta de la cama y busca en la habitación una toalla mientras le sigue explicando.

—Si quisiéramos lastimarte ya lo hubiéramos hecho. Créeme, serías comida de lobos y no durarías más de un día —toma una bata blanca del clóset y se la entrega—, pero te queremos. Eres lindo, tierno, y nos compartimos todo en familia, sería como tener cinco novios que harían lo que fuera por ti si cooperas.

—¡¿Novios?! —su voz sale como un chillido y tiene que toser un poco para aclarar la garganta—. Perdón, ¿dijiste novios?

—No formalmente, claro está. Ninguno te obligaría a algo que no quisieras, ni siquiera Kamiko aunque se vea tan agresiva. Solo digo que tal vez deberías dejar de vernos como los malos y ver todo el panorama.

—Tal vez sí...

Una sonrisa aparece en el rostro de Shingaku que se dirige al baño.

—Te prepararé un baño y luego salimos. ¿Cuál es tu comida favorita?

—Oh, eh... cualquier cosa que no sea muy picante.

—Hay un lindo lugar de ramen que conozco, creo que te puede gustar.

____________________
____________________

Mientras tanto Izuku atormentaba a medio mundo con su preocupación. Bien podía solo ir y llevarse a Katsuki cuando estuvieran en clases pero no quería una pelea con sus primos que iba a acabar mal. Claro que tampoco quería dejar a Katsuki solo con ellos, sabía de lo que eran capaces y de cómo se "compartían" todo.
Imaginaba a Katsuki encerrado en una habitación pequeña, sin comida para que fuera delgado y precioso, teniendo que soportar a sus cinco primos a la vez o por turnos. Sus ojos rojos e hinchados de llorar, las ganas de llamarlo para que fuera a salvarlo...

—Izu-kun~ —el bicolor se da una vuelta en la cama y termina boca arriba—. Izu-kun, ¿crees que Kachan esté bien? Siempre nos evita en clases.

—Esos imbéciles deben estar haciéndole daño. —Aprieta un lápiz hasta partirlo por la mitad.

—Oh. Pero solo tú le puedes hacer daño. ¡Qué groseros son tocando lo que es tuyo! —hace un puchero con la boca mientras pasea su vista por toda la habitación— Rieko-chan~ ¿qué haces? ¿Katsu-chan te manda mensajes?

Rieko apenas logra voltear cuando un golpe lo hace quejarse.
Izuku arrebata el teléfono luego de darle el golpe pero cuando confirma que no había ningún mensaje de Katsuki lo tira de regreso con su dueño.

—Más te vale que cuando recibas un mensaje de él no me lo ocultes, o verás. ¿Entendiste?

—Claramente... —susurra y frota su mejilla intentando disipar el dolor — Perdón Midoriya, pero ¿por qué no le hablas? E-es tuyo, ¿no debería escucharte y obedecer si le hablas? Estoy seguro de que te va a escuchar y se va a alegrar de que lo salves.

Decía eso aunque internamente se disculpaba con Katsuki por meterlo en ese problema, sabía que por más mal que se la estuviera pasando con los primos de Izuku el mismo Izuku era diez veces peor. Aunque... ¿y si de verdad quería ser rescatado? Entonces no había hecho nada mal, ¿verdad? Solo había ayudado a Katsuki y lo estaba regresando a su zona de confort, obviamente no lo estaba regresando a la boca del lobo donde era maltratado, humillado y degradado constantemente.

Al día siguiente Izuku hace exactamente lo que Rieko le había sugerido y jala a Katsuki del cabello una vez que acaba la clase.

Se lo lleva hasta su dormitorio y lo tira al suelo mientras cierra la puerta con llave.

¿Y qué quieres que haga?Where stories live. Discover now