Regresenlo

40 4 2
                                    

Dos días después de que lo "secuestraran" Izuku se dio cuenta de que algo andaba mal. Su mascota se escabullía de él durante la comida, durante clases solo lo dejaba insultarlo sin llorar y sin quejarse y después de clases se escapaba nuevamente a cualquier lugar que él no conocía y que de hecho le interesaba.

—¿A dónde vas, idiota? ¿Te parece gracioso ignorarme? —preguntó por fin.

—Lo siento, Izuku-kun. —Dijo y abrazó sus libros con más fuerza para que no los tirara—. No. Es que tenemos mucha tarea...

—No digas estupideces. Afuera de la escuela, ya sabes a qué hora.

—Lo siento, Izuku-kun, no puedo...

Cuando escuchó eso no lo dudó y le soltó un golpe fuerte en el rostro que hizo al pelinegro retroceder y morder su labio para evitar llorar.

—¿Quieres que te recuerde por qué nadie me dice que no? Esa estúpida mascota que llevaste ya lo aprendió.

—De verdad lo siento, Izuku-kun...

De pronto sus libros fueron tirados con brusquedad al suelo y otro golpe le llegó. Luego otro. Y otro.
Terminó en el suelo llorando con un montón de alumnos a su alrededor riéndose de él.

—¡Oh, por Dios! Kachan, ¿qué te pasó?

—Lo lamento... Por favor, ¡les juro que no fue mi culpa...! —retrocede pero es detenido por Shingaku, el Midoriya que siempre lo curaba.

—Tranquilo, Kachan. Es superficial, no te va a afectar de forma permanente así que estoy seguro de que Kamiko te va a perdonar.

—¿Quién te lo hizo? —preguntó la Midoriya que parecía más decente y a la que le había tomado una especie de cariño por cuidarlo: Hotaru.

—Fue una broma...

—Mientes~ —tarareó Kimiko mientras removía una especie de crema—, a Kamiko no le gusta cuando mientes.

—L-lo sé. Es que era una broma, de verdad. A alguien de mi clase se le ocurrió...

—Kamiko se va a enterar~

—Que se llamen casi igual no te da ningún derecho extra, Kimi. Déjalo en paz —Hotaru se levantó y apresuró a Shingaku a curarlo con un apretón en el hombro—. Si eso dice, eso pasó. Todos saben que la ira de Kamiko es insufrible, más con él, y no lo quieren maltrecho, ¿verdad?

Apenas eicr eso comienzan las quejas del resto de sus primos.

—¡Claro que no!

—¡Qué asco!

—¿Te imaginas su cara con un corte como el que le hizo Kamiko a esa otra chica?

—¡No lo quiero imaginar!

—Bien. Apúrate, Shingaku. Y termina de cocinar de una vez, Kimi.

El primer día de "secuestro" Katsuki había intentado escapar pero por alguna razón terminó siendo atrapado por los Midoriya en uno de los pasillos así que lo llevaron por la fuerza con Kamiko al edificio privado.

Ese día se dio cuenta del parecido que tenían con Izuku.

Kamiko no le perdonó que mientras lo golpeaba se cortara la mejilla con la silla que se encontraba detrás de él y le quedara una pequeña cicatriz así que sufrió bastante por un par de horas. Después Shingaku lo curó y Kimiko le preparó la comida más deliciosa.
Al día siguiente Nori le había comprado diez cremas diferentes para la cicatriz y otro montón de productos para el cuidado de la piel que lo obligaron a usar.

—¿Te gustó la comida, Kachan?

—S-sí. Muchas gracias...

—Vamos a llevarte con un nutriologo para que podamos tener una dieta correcta para ti. Ya sabes, un nutriologo que nos ayude a que seas delgado, delicado... —La mirada de Nori lo recorre y una sonrisa aparece en el rostro de Kamiko—, no queremos que te veas tan asqueroso como los obsesionados con tener masa muscular.

—¿Cómo te fue en clase? —por fin una pregunta normal, por alguna razón salió de Shingaku.

—Bien...

—Estoy teniendo exámenes, ¿tú no?

—Sí, son las pruebas semifinales para esta calificación...

Katsuki sintió un inmenso alivio con esa conversación, por fin escuchaba que hablaban de algo que no era su piel perfecta, o su cintura, o los cuidados que querían que tuviera con su cuerpo, su cabello y hasta sus uñas.

Sobrevive la comida y va corriendo a su habitación.

____________________
____________________

—¡Esa basura me está evitando!

—Mmm. Izu-kun, ¿por qué te desquitas con Reiko-chan? ¿No es Katsu-chan el que se te escapó?

—Porque al parecer es el único al que le habla —jala al pobre chico del cabello y lo ve a los ojos llenos de lágrimas y con varios moretones—. Idiota, ¡vi ese mensaje, no me quieras mentir!

—¡Lo lamento...! De verdad lo lamento, pero Katsuki...

Al escuchar el nombre venir de alguien como él, Izuku no tarda en hacerlo desmayar del dolor. No se pudo contener y cuando vio lo que había hecho y a Reiko tirado en el suelo lleno de sangre solo se le ocurrió una cosa.

—Buenos días~ —el bicolor tocaba sus heridas, la mayoría tenían hielo encima pero eso no evitaba que las tocara levemente con el dedo causando todavía más dolor a Reiko—. Dime, ¿es verdad que Katsu-chan te habla? A mí no me habla, ¿por qué te habla a ti?

—Izu... Izuku...

—Oh, sé que él lo hizo. No hay nadie aquí además de nosotros dos así que no sirve de nada que me lo repitas. ¿O...? ¿Acaso quieres delatar a Izu-kun? —su mano sube hasta el cuello del otro, estaba casi ardiendo y logró que prefiriera un pequeño grito ahogado—. Qué idea suicida. Nadie le dice que no a Izu-kun, aunque lo delates nada va a cambiar. Solo serás nuestra mascota que perdió un brazo... o una pierna... o un ojo, nada más.

Presiona poco a poco hasta que el dolor se vuelve desesperación por no poder respirar. Intenta moverse pero hasta entonces se dio cuenta de que no estaba en el dormitorio, sino en enfermería atado a una camilla con el único presente intentando asfixiarlo. No tenía salida.
Finalmente el agarre se relaja y Todoroki retira la mano con una sonrisa amable.

—Sólo tienes que decirme qué te dice Katsu-chan y no te molestaré más. ¿Qué opinas?

Luego de jadeos y toses responde.

—Dice que necesita ayuda...

_______________________________

¿Y qué quieres que haga?Where stories live. Discover now