Lo siento — suspiró avergonzado.

—¿Siempre te disculpas por todo? — bromeó Taehyung dándole una pequeña sonrisa.

—Más o menos.

—¿Cómo te sientes?

—Creo que solo estoy muy cansado.

—Te traeré ropa de cama para que te acomodes ¿el sofá está bien para ti?

Hoseok miró para todos lados percatándose finalmente de que no había cama.

—¿Pero tú dónde dormirás?

—Armaré mi cama aquí a un costado sobre mi tatami — le dijo tímidamente indicándole el espacio que quedaba entre el sofá y su mesita de centro — es solo por si necesitas algo en la noche, hyung. 

—Yo debiera ser el que duerma en el suelo Tae — replicó Hoseok preocupado — esta es tu casa.

—Es mi casa por lo que yo decido dónde dormir, hyung.

—Pero Ta-

—Sin peros — lo interrumpió.

Ambos  se sostuvieron la mirada por lo que pareció una eternidad hasta que Hoseok comenzó a toser estruendosamente y se levantó rápido al baño dejando a Taehyung confundido. Sin embargo el menor decidió no perder más tiempo y poner manos a la obra para armar todo e irse a dormir al fin ya que al otro día tenía práctica de medio día... debía concentrarse y enfocarse nada más que en eso, se dijo.

Hoseok POV

Se podría haber quedado mirando esos ojos toda la noche sin pestañear ni una sola vez. La profundidad e intensidad de esa mirada le alteraba todos los átomos, por unos segundos se olvidó de respirar y cuando se dio cuenta su pecho se encogió precipitadamente haciéndolo toser maniáticamente. Tuvo que disculparse e ir al baño porque sentía que moriría de vergüenza si Tae se daba cuenta de lo que acababa de pasarle. 

Se sentó en la orilla de la tina intentando controlar su respiración y aclarar su mente. Se sentía estúpido. Estúpido porque quería seguir mirando esos ojos, quería volver a sentir los brazos de Taehyung sosteniéndolo, quería escucharlo todo el día y todos los días decirle hyung de esa forma tan calmada y seductora. Pero él sabía que todo era una fantasía, que nada de eso era real, que todo era producto de su imaginación porque  el mundo entero sabía que Taehyung era el capitán heterosexual del equipo de rugby, que era el ex novio de la princesa de la universidad, que era un casanovas, que era... nada parecido a Hoseok. 

Estuvo un par de minutos más ahí sentado dándose ánimos para dejar de ser tan lamentable hasta que estuvo listo para salir.  Secó sus lágrimas, se lavó la cara y salió preparado para decir buenas noches y dormirse al fin, pero en cuanto se acercó al tatami del chico, su corazón se enterneció al verlo dormir plácidamente con la boca ligeramente abierta y abrazado de cuerpo completo a una almohada. Lo miró por unos segundos hasta que se sintió como un maldito acosador, por lo que decidió apagar las luces rápidamente para acomodarse en el sofá e imitar al menor. La ropa de cama que Tae había preparado para él olía a verano, era suave y cálida por lo que no le costó mucho conciliar el sueño. 

—Buenas noches, gracias por todo Tae — dijo con  un hilo de voz y la última gota de consciencia que le quedaba.

—Buenas noches, hyung — suspiró Tae entre dormido sin que nadie lo oyera.

Hoseok despertó en medio de la noche porque sintió un calor insoportable, sentía que se ahogaba y al moverse se dio cuenta de que estaba empapado en sudor. Pensó que sería bueno ir a la cocina por un vaso de agua e intentó bajar del sofá sin hacer movimientos bruscos, pero al bajar la pierna ésta chocó de lleno en el suelo acalambrándole todo el músculo y haciéndolo chillar en silencio. No sabía si era porque todavía estaba un poco atolondrado, pero sintió la colcha extraña y al acomodarse se topó con una fuerte y suave estructura. Su corazón comenzó a latir a mil por horas al darse cuenta de lo que pasaba y que eso que estaba tocando no era un muro, ni el sofá sino la espalda musculosa de Taehyung.

«Pero ¿qué? » pensó confundido dándose cuenta de que una vez más su cuerpo lo había traicionado haciéndolo caer del sofá sin siquiera notarlo.

Posó su mano con suavidad sobre la piel tibia de Tae y éste se movió, volteándose y quedando de frente a Hoseok. El chico tuvo que contener su respiración y pudo jurar que sus latidos se detuvieron completamente. El suave y tranquilo aliento de Tae le golpeaba de frente y sin pudor se atrevió a inhalar toda esa fragancia que la vida le estaba obsequiando tan generosamente, ¿por qué esa cercanía no le molestaba ni le daba miedo? ¿por qué quería acercarse más e inspirar más profundamente esa brisa que Tae le entregaba? Sintió cómo se le secaba la garganta y cómo sus dedos picaban ansiosos por acariciar ese rostro que descansaba plácidamente junto a él. Para su fortuna, las cortinas del departamento estaban semi abiertas y la luz del exterior se colaba gentilmente al interior de la sala, iluminando la preciosa piel color canela del menor. Hoseok sintió ganas de llorar, quiso abrazarlo nuevamente, quiso despertarlo y decirle lo que estaba sintiendo, quiso besarlo tan angustiosamente, quiso ser de Tae y que Tae fuera de él.

«Estúpido, estúpido eres un estúpido»

Sus ojos se llenaron de lágrimas y tuvo que llevarse las manos a la boca para evitar soltar un chillido de dolor puro. Lo tenía tan cerca, tan vulnerable, tan íntimo, pero la realidad era que estaban a millas de distancia y probablemente nunca se encontrarían en el mismo plano. La voz burlona de Yoongi resonó en su cabeza porque: ¿cómo era que había caído tanto y tan rápido por alguien que recién conocía? Taehyung no le había mostrado más que bondad y amabilidad y él estúpidamente estaba distorsionando todo con sus delirios. Quiso irse corriendo, quiso esconderse y no volver a verlo más ¿cómo lo enfrentaría ahora en la mañana cuando despertaran? ¿cómo iba a mirarlo a la cara y evitar lanzarse en sus brazos y confesar todas las fantasías locas que le estaban carcomiendo la cordura en esos momentos?

Taehyung se revolvió en las mantas y suspiró pesadamente bufando entre sueños, Hoseok se paralizó cuando éste le pasó una pierna por encima y lo abrazó firmemente, recostando su cabeza en el hombro del mayor.

«Mierda, debe pensar que soy su almohada»

¿Por qué le pasaba esto a él? Él era un buen chico, un buen hijo y estudiante: reciclaba, le daba alimento a los animales callejeros, ayudaba a los abuelos a cruzar la calle... entonces ¿por qué a él? Simplemente su vida era un mal chiste: suspiró pesadamente y se dejó envolver en ese abrazo ya que no tenía más escapatoria. Antes de volver a dormirse, le pidió a todos los dioses que por favor lo dejaran volver al sofá antes de que Tae despertara por la mañana.

Solo un juego más - VHOPE {terminado}Where stories live. Discover now