Azure #2

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Espero que les guste~

Macaque tenía un dolor de cabeza que solo iba en aumento. Ser llamado por la escuela ya es malo pero que estos le dijeran que se habían llevado a su hijo, eso era peor. Así dejo todo lo que estaba haciendo y básicamente corrió hacia el lugar, solo para detenerse en seco no muy lejos de allí. Puede ver que parte del patio esta hecho un desastre, con partes de la tierra levantadas y grandes trozos de planta tirados alrededor, también hay padres alzando a sus hijos para llevárselos y algunos policías pero toda su atención se fija en Midori, a quien puede encontrar entre la multitud, acompañada de Wukong para su sorpresa. No tiene idea de como el dios se entero tan rápido de todo pero le va a preguntar más tarde.

-¡Midori!- llamo mientras se acerca a grandes pasos.

-¡S-Señor Macaque!- ella se sobresalta, su glamour fallando hasta simplemente caer, dejando ver a la demonio de piel verdosa y expresión temerosa, sus manos temblando visiblemente. -L-Lo siento mucho, intente detenerlo pero él era...era demasiado para mi...- eso explicaba el desastre que era ahora el patio de la escuela. -...era Azure...- dice antes de que cualquiera de los dos pudiera preguntar.

-¿Estas segura que era él?- Wukong pregunta, luciendo tenso y serio, una mala señal más para agregar a su mal día.

-¡Él me lo dijo!- los mira, con pánico, y ninguno puede culparlo. Azure era peligroso y hacia temblar a los demonios con solo ser mencionado. 

-¿Te dijo algo más?- el domador de sombras esta al borde de un ataque de histeria, ya repasando en su mente todas las formas posibles para arrancarle la piel al maldito que se había llevado a su hijo.

-Él dijo...- se mordió el labio inferior antes de voltearse a ver al dios, quien se endereza en su lugar. -...que quiere el pergamino de vuelta...- el aire se vuelve repentinamente pesado a su alrededor, tenso y lleno de algo que es difícil de describir.

-Esta en mi montaña- Wukong aprieta los dientes, furioso, sus puños temblando por la manera en la que los aprieta. -¡Esta en mi montaña!- se da media vuelta y empieza a avanzar a grandes pasos

Llegan a la montaña en tiempo récord, ambos muy apurados, solo deteniéndose por unos segundos al ver una figura allí. Pueden reconocer al león, su gran contextura un poco difícil de ocultar cuando esta simplemente allí parado, su postura rígida y luciendo de brazos cruzados.

-Azure...- Macaque gruñe con voz profunda, su tono lleno de promesas de tortura y mucho más, su pelaje erizándose.

-Siempre supe que eras protector...- hablo el león, demasiado tranquilo para estar recibiendo miradas asesinas. -...pero nunca supe hasta que punto, hasta ahora- y entonces se voltea del todo hacia ellos, mostrando que en realidad no esta cruzado de brazos, sino que esta acunando algo contra su pecho. El alivio inunda a los monos al ver a MK allí, durmiendo plácidamente al parecer, su mejilla cómicamente aplastada contra el pecho del demonio y su boca ligeramente abierta, roncando apenas. -Se durmió mientras veníamos hasta aquí- el domador de sombras se endereza al verlo dar un paso en su dirección pero ignora todo a favor de extender los brazos cuando el más grande se inclina, tomando a su hijo en brazos.

-¿MK?- no esta herido, ni siquiera esta sucio, su respiración profunda y suave, sólo confirmando que esta dormido pero igual quiere verlo abrir los ojos, aunque sea por unos segundos. -¿Pequeña sombra?- es un poco insistente, lo sabe, aunque no le importa. Son tensos los segundos que el menor tarda en removerse, su boca abriéndose del todo en un bostezo amplio y perezoso.

-¿Papá?- su cuerpo se relaja por completo ante la voz somnolienta de su hijo, sonriendo ante los ojos oscuros que se abren para mirarlo.

-Hey, ¿dormiste bien?- lo acomodo solo para poder darle un ligero beso en la frente, tarareando al sentirlo apoyarse en el toque, recibiendo un suave murmullo de afirmación ante su pregunta.

-Kid...- Wukong se acerca entonces, aún con la guardia en alto y gran parte de su atención en el intruso en su montaña pero le muestra una suave y dulce sonrisa al niño que se voltea a mirarlo.

-Hola baba- se inclino, más despierto, sonriendo al recibir un beso en la frente de parte del dios. -¿El tío Azure ya se fue?- la pregunta los toma desprevenidos, dejándolos tiesos.

-Aún estoy aquí, cachorro- hablo el león, sonriendo con diversión cuando el niño se voltea a verlo.

-¡Tío Azure!- sonríe, extendiendo su mano. El gran demonio tararea, ignorando la pequeña mano a favor de empujar suavemente la mejilla del menor, ganándose una risa. -¿Conseguiste lo que buscabas?- lo miro, genuinamente curioso.

-No...- sus ojos rosas se encontraron con los dorados del dios, quien parece estar esperando para poder echarlo a patadas. -...pero creo que lo dejaré para otra ocasión- su deseo de conseguir el pergamino ahora está en el fondo de su mente, especialmente ante los ojos oscuros inocentes que lo miran y la dulce sonrisa que le dedican.

-Oh, esta bien- MK en realidad no lo entiende del todo pero igual está contento, especialmente ahora que está con su papá. -¿Están molestos con el tío Azure?- golpeó ligeramente la mejilla del mono de pelaje oscuro, pudiendo notar la tensión de ambos.

-Él te llevó, Kid- el dios en serio que está confundido, activando por un segundo su visión dorada solo para poder cerciorarse de que el otro no hubiera hecho nada raro pero no hay nada, ni siquiera un sello.

-Pero estoy bien- sonrió. -El tío Azure fue muy amable, me contó historias y hasta me ayudó con la tarea- los monos no tenían idea de dónde había estado pero podían suponer que había estado junto al león un rato, incluso si para ellos no había sido mucho tiempo.

-Me disculpo por haberlo llevado- Azure suena sincero y realmente arrepentido, aunque ninguno de los monos puede confiar en él del todo.

-Esta bien, si, lo...perdonaremos por esta vez- Wukong solo lo dice para calmar al niño, quien parece contento con eso.

-Pero primero...- Macaque se movió, rápido y sin darle tiempo al otro a reaccionar, sujetando a su hijo con un brazo solo para tener una mano libre y poder golpear el estómago ajeno con fuerza, satisfecho al escucharlo quejarse y verlo caer de rodillas. -...te convertirás en una fea alfombra si vuelves a hacer algo como esto- gruñó entre dientes.

-...me lo merecía...- acepto eso con una mueca. Wukong y Azure se miran entre ellos, una charla silenciosa sucediendo entre ellos, en un claro aviso de que hablaran más tarde.

-¡Tengo hambre!- MK decidió romper el extraño silencio que se había formado. -¡Quiero espaguetis con salsa!- declara con emoción, los demás dejando escapar un ligero suspiro, gran manera de aligerar el ambiente.

Papa MacaqueWhere stories live. Discover now