Roppongi's Meteor shower [Ran Haitani x OC]

Capítulo 20

Pasó un largo tiempo desde aquella vez en el hospital, habían pasado quizá veinte años. Es exageración, en realidad sólo pasaron dos días; la pareja vivía en la casa de la chica temporalmente, esto fue gracias a que a él se le ocurrió luego de que le dieron el alta a su novia.

"Por todas las recomendaciones y cuidado que te dió la doctora, creo que lo más seguro es que vivamos juntos por al menos un mes para que yo pueda asegurarme de que estás sanando correctamente y pueda cuidar de ti." Aquello fue lo que él le dijo, también le sugirió que vivieran en su casa pero ella se negó rotundamente ya que le parecería algo extraño vivir en la misma casa que su cuñado, aunque fuese temporal. Por eso mismo ahora ambos vivían en la casa de Usagi.

Literalmente, dos días habían pasado, sólo dos, y las cosas en aquella casa se estaban descontrolando ya que aún no se acostumbraban a la presencia del otro. Mucho menos a sus hábitos, en especial Ran aún estaba teniendo para lidiar con el desorden tan seguido de la chica porque sí, ella no sabía como mantener orden en su casa durante mucho tiempo seguido.

Usagi por su parte todavía no se acostumbraba a que su novio era exageradamente ordenado, pero no le molestaba. Lo que la hacía sentir fuera de lugar era cuando cocinaban los dos juntos ya que él lo hacía de una manera completamente diferente aunque fuera un platillo mundialmente famoso. Justo en ese preciso momento era su problema, cocinaban curry y seamos sinceros, ¿quién discute por cómo preparan el curry otras personas? Esos dos idiotas.

—¡Es que no puedes cortar las papas de esa manera!— Exclamaba una molesta Usagi, señalando lo que él se encontraba cortando.

—¿Quién dice que no puedo hacerlo?— Le cuestionó a la par que continuaba haciendo aquello.

—La cultura japonesa.— Respondió, pero a él no parecía importarle. Ran en realidad sólo estaba cortando aquella verdura en cubos un poco más pequeños de lo normal. —Deja de cortarlas así, el curry se verá raro si lo haces.

—Usagi, ¿Quién está cortándolas? ¿Tu o yo? —Ella se quedó callada, obviamente no iba a decirle que él. —Yo, así que mejor calla y vete a cortar las zanahorias.

—Me dijiste calla.— Frunció su ceño, ya estaba a nada de hacer un drama. —A la cuenta de tres voy a llorar.

—No puedes llorar simplemente por eso.— El más alto rió y terminó de cortar aquello, dirigiendo su mirada hacia su novia quien se encontraba con un puchero y los brazos cruzados. —¿Por qué me miras así? Oye tranquila, a la próxima que cocinemos juntos te prometo que lo haremos todo a tu manera.

—¿Pinky Promise?— Estiró su brazo a una distancia considerable y levantó su dedo meñique hacia el chico, quién inmediatamente lo entrelazó con el suyo provocando que la otra sonriera. —Ahora dame un beso y el pacto estará sellado completamente.

Al chico aún le daba un poco de vergüenza hacer ese tipo de cosas, considerando que él no estaba acostumbrado a dar muestras de cariño. —¿En serio debe ser con un beso?— Ella asintió, por lo que él se fijó que nadie estuviera cerca (lo cual era raro ya que se encontraban solos en casa) y dió un pequeño pero sonoro beso en los labios de su menor. —Ya, quedó sellado.

—Entonces no te reclamaré nada en la cocina esta vez.— Sonrió mostrándole todos sus dientes y de la boca del mayor se escapó una risa apenas audible. —Por cierto, ¿Dónde aprendiste o quién te enseñó a hacer el curry así?

—Bueno, en realidad es todo culpa de Rindō.— Respondió entre risas. —Fue cuando éramos más jovenes y él estaba aprendiendo a cocinar, un día se le ocurrió hacer curry, para cuando fui a revisar las papas estaban cortadas en trozos más pequeños. De ahí quizá se quedó una costumbre, él hace las cosas igual.— Dejó de cocinar, pues ahora sólo faltaba que todo hirviera. —En pocas palabras, es una receta mal hecha.