Desesperación

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Melissa estaba preocupada. Su hermana Marian hacia semanas que no regresaba a casa.

Le habia llamado, mandado mensajes incluso habia ido hasta la cafetería donde decía trabajar. 

Nada.

Lo mas confuso era, que la cafetería no reconocía a su hermana como parte del personal. Eso le llamo bastante la atención. Seguro le habían hecho algo y no querían comprometerse.

Llevaba sentada horas en el cómodo sofá de la casa que ambas compartían. Llamo varias veces a la cafetería, amenazando con denunciarlos a la policía. Esto hizo que la demandaran a ella por algo estúpido a su parecer.

Entonces, el teléfono comenzó a sonar. Esperaba que fuese alguien de los muchos que habia llamado con pistas de su hermana.

Le hecho un vistazo al numero. No recordaba haber marcado esos dígitos antes.

- ¿Hola? - Pregunto. - ¿Quién es? -

- Hola, soy Dave. Soy un contratista que trabaja para un empresa poco conocida. Estamos buscando personal y, según sus datos, usted no tiene trabajo y vive sola. - Ella soltó frases sin sentido. ¿Cómo mierda consiguió esa información?

Él siguió hablando.

- La contratación es inmediata. Si acepta, le daré una ubicación para vernos y discutir el resto. ¿Qué dice? -

Ella suspiro derrotada. El hombre tenia razón. Su hermana era la única que traía dinero a casa.

- Esta bien, acepto. - Él sonrió hasta que sus mejillas dolían. 

- ¡Es bueno escucharlo! ¿Podemos vernos en la cafetería Blackbox a las 8? - Soltó el teléfono un segundo para pensar. Habia rogado por alguien que quisiera ayudarla, pero esto parecía muy bueno para ser cierto.

- Ahí estaré. - Logro escuchar un sonido agudo del teléfono. Le habían colgado.

Soltó un suspiro cansado. Habían pasado tantas cosas estos días, siendo cada una mas irreal que la otra.

Dejo el teléfono en la mesita de madera cerca del sofá. Permitió que la gravedad actuara por ella y le hiciera caer en el blando asiento.

Estaba oscureciendo. Eso le recordaba a su cita de trabajo con el hombre con quien habia hablado horas antes.

Si era honesta consigo misma, no sentía que fuese una buena idea aceptar un trabajo que no conocía de alguien también desconocido.

Se levanto y subió las escaleras a su habitación. Intento pensar en el lado positivo para tener ánimos de arreglarse un poco. Se habia descuidado bastante desde que su hermana desapareció. 

Aunque la policía lo sabia, no habían logrado nada productivo en lo que conto fue una mísera eternidad. Cuanto odiaba al jodido sistema de justicia. 

Se paso suavemente un labial por su boca. No pudo evitar mirar sus ojeras que la hacían parecer un animal poco agradable a la vista.

Era de esperarse para ella. No habia dormido bien en días.

Volvió por donde habia venido y se dirigió a la puerta. Tomo su abrigo y salió rápidamente.

Las calles estaban vacías. Las luces generaban un ambiente nostálgico que no podía explicar.

No le tomo mas de unos minutos llegar a donde habia acordado con Dave. El sonido de la campana de la puerta anuncio su llegada.

Él pareció darse cuenta de su presencia a lo cual le hizo señas para que se acercara.

- Lamento haber llegado tarde. - Tomo asiento frente a el contrario. - ¿De que vamos a hablar? -

- Seré breve. - Ambos quedaron en silencio por alguna razón que no lograron comprender. Solo eran audibles las voces de quienes estaban con ellos en el lugar. El tomo aire para seguir. - Este trabajo puede ser mas estresante que un trabajo normal. Supuse que podrías con ello, pero, según el protocolo debía preguntarlo de todas formas. -

- Esta bien. ¿No creo que sea un gran problema verdad? - Él asintió. El alma de ella parecía regresar a su cadaver. - ¿Cuándo iniciaría? -

Él se coloco una mano suavemente en su barbilla. No habia considerado antes la fecha que le diría a aquella mujer pálida. 

- Puedes empezar desde mañana. - Él se levanto rápidamente. Intento pronunciar palabras en señal de querer disculparse pero al final solo salieron susurros indescifrables.

Ella no se levanto con el. No lo necesitaba.

Quería tomarse un tiempo para pensar. No quería convertirse en el ser de naturaleza histérica que alguna vez habia sido su hermana.

The Backrooms: Vol. IWhere stories live. Discover now