Regreso

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La alarma de seguridad volvió a encenderse después de mucho tiempo. Esta vez era por la llegada de el equipo encargado de mapear el área enviado hace días.

Soldados junto con personal autorizado se apresuraban a la zona. La puerta de metal se abrió para permitirles el paso.

Extrañamente, solo habia uno de ellos.

Uno de los científicos se acerco al hombre, examinando cada detalle de su cuerpo. Estaba jodidamente confundido.

Al terminar con eso, los soldados lo tomaron de los hombros. Este no respondía a ningún estimulo externo. 

Entraron a otra habitación aun mas pequeña que la anterior donde lo soltaron encima de una silla frente a una mesa metálica de color plateado. El científico que anteriormente lo habia examinado ahora se encontraba frente a el.

- Mi nombre es Alex. Soy empleado de Async. - Levanto su mano hasta estar frente a el rostro del contrario. - ¿Puedes decirme cuantos dedos ves? -

- 5. - Susurro. Sus palabras se oían entrecortadas.

El científico recobro su postura anterior. Estaba complacido. Saco una grabadora de su bolsillo y presiono un botón.

Planeaba grabar toda la conversación.

- Bien. ¿Puedes contarme que ocurrió con el resto de tu equipo? - El otro comenzó a temblar.

Estaba asustado. Y el lo sabia.

Cuando acepto este trabajo, sabia que podrían pasar eventos desafortunados.

- Yo...no lo se. - Tomo una pausa. Intentaba pronunciar algo coherente. - Me desvié del resto y ya no volví a verlos. Juraba que estaban a unos pasos de mi. -

- Ya veo. ¿Recuperaste algún registro sobre la zona? - Su respiración se volvió rápida. Probablemente habia recordado algo terrible que en su momento olvido mencionar.

O tal vez habia perdido la cordura y solo estaba haciendo rabietas propias de un enfermo.

- No. Pero puedo volver y...- Uno de los soldados le disparo en la cabeza. La sala ahora estaba manchada de un liquido espeso y rojo.

El se levanto. No tenia caso seguir ahí ahora que el estaba muerto.

- Encárgate y limpia este maldito desastre. - Salió de la sala con algunos soldados siguiéndolo. Otros se quedaron a limpiar los sesos en la pared.

Habia seguido las ordenes de su jefe a la perfección. Si ellos no tenían algo interesante que contar, no tenían porque seguir con vida.

The Backrooms: Vol. IKde žijí příběhy. Začni objevovat