Pasillos amarillentos

56 6 1
                                    

- ¡Fran...Fran! 

- ¿Fran?

- ¡FRANKIE!

Los recuerdos estaban mezclados. Solo podía recordar gritos y la sensación de estar cayendo.

Abrí los ojos. Un pasillo amarillo y un olor insoportable a humedad. Esto era similar a la casa de algún anciano con mal gusto.

Me levante del suelo. Mis brazos me dolían. Además de todo el cuerpo. Las luces del mismo color que las paredes emitían un zumbido sutil, pero extraño.

Comencé a moverme. Le encontré similitud a los pasillos con una oficina. Lo único que no encajaba era el papel tapiz amarillo. Tenia tantas preguntas. Honestamente, prefería estar soñando que estar realmente aquí.

Un sonido fuerte me saco de mi propia cabeza. No era un golpe. Tampoco era un grito. 

Era un rugido. 

Pronto, a eso le siguieron pasos rápidos que se volvían mas fuertes conforme se acercaban. Si no estaba equivocada, algo me habia escuchado caer o incluso caminar y ahora estaba tratando de encontrarme.

No habia dado una buena impresión.

Mire rápido a mis alrededores. Estaba buscando una salida o algún lugar para esconderme. Mis ojos lograron ubicar un recoveco oscuro a un lado de otro pasillo mas largo. Ese seria mi escondite.

¿Qué podía perder? Igual y solo estaba postergando lo inevitable.

Entre en el sitio con cautela. Busque una esquina con ayuda de la poca luz que se filtraba por la angosta entrada. Al encontrarla, me deje caer colocando mis manos para evitar producir algún ruido, lo cual logre con éxito.

Los pasos bajaron la velocidad, pero ahora se escuchaban a unos metros de mi. Me escucho, por eso bajo su velocidad. Quería prestar atención al ambiente para encontrarme mucho mas fácil.

Bastardo.

Escuche una respiración irregular a mi lado izquierdo. Era esa cosa. Estaba sudando y gritando por dentro. No quería morir a causa de algo que no conocía en un lugar donde mi cuerpo jamás seria encontrado. Pero no estaba segura ahí. El estaba intentando quebrarme para terminar conmigo. Que buen plan.

Tome una bocanada de aire. Estaba preparándome para correr. Si, mi plan era correr fuera de ese lugar y buscar una salida. 

- 1...- Conte en voz baja. Daba igual si me escuchaba o no. - 2...-

Estoy cerca. Estoy apostando todo por algo que no se si exista. 

- 3. -

Mis pies se levantaron, lo cual me hizo soltar un quejido de dolor. No mire atrás, solo avance.

El monstruo habia soltado un rugido. No soportaba que se burlaran de el. 

Mis pasos ahora eran rápidos y sonoros. Lo único que me ayudaba en el camino eran flechas mal dibujadas en las paredes. Seguro y alguien ya habia venido aquí y quería que otros escaparan también.

Si es que el logro salir, claro.

La ultima flecha apuntaba a una habitación mas grande. Ahí, como si de un milagro se tratara, se encontraba una escalera desgastada de metal que llevaba a un ducto de ventilación.

Pare en seco y voltee hacia atrás. 

- ¡Hasta nunca bastardo! - Levante el dedo medio hacia la masa negra que corría desesperada hasta donde estaba.

No perdí tiempo y subí hasta llegar al ducto. Podía jurar que esa cosa estaba gritando, aceptando su derrota.

The Backrooms: Vol. ITahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon