XI

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Un mes, tan sólo un mes es lo que le quedaba a Rayita en Smith's Groove antes de irse a vivir con su madre, estaba feliz pero a la vez tan deprimida. Sin embargo la positividad ganó en ella llevándola a la conclusión de que debía disfrutar el poco tiempo que tenía con Michael.
Al día siguiente despertó temprano para empezar a planificar qué harían esos últimos días, por un lado quería divertirse y por el otro quería aprender a defenderse para enfrentarse al mundo real.
Incluso entre clases toda su atención se fue a esa lista, la idea era hacer una cosa por día. Sentía la mirada de Michael sobre ella todo el tiempo.
- Aún no está lista Michael. Dame un poco más de tiempo.
Claramente el niño no entendió a qué se refería.
Tuvieron que pasar horas para que la niña completará su escrito; una lista con 30 actividades.
-Michael, ven, siéntate y escucha.
Como siempre los niños estaban solos en medio de una multitud de gritos y lloriqueos, eran los pacientes estrella de toda el ala de infantes, eran los únicos que mejor comportamiento tenían, aunque la niña seguía autoflagelándose por lo que su rostro siempre estaba teniendo curitas. Michael había mejorado en su creación de máscaras, ahora daba más miedo.
-Desde que mamá me envió el regalo de navidad he estado pensando mucho. Ya que no te podré ver todos los días me puse a hacer una lista de 30 cosas que podemos hacer, una por día, también incluí algunas cosas que me gustaría que me enseñarás, ya sabes, para aprender a defenderme fuera de este lugar, espero no te moleste.
Michael no respondió, sólo la observó en silencio.
-Okay, esta es la lista.
La niña empezó a leer cada uno de los puntos que anotó mientras el niño la escuchaba atentamente. Sólo es cuestión de imaginar que no sería una lista común y corriente tomando en cuenta que fue hecha por una niña con temor y odio al mundo exterior que tiene de mejor amigo a un joven asesino.
La lista tenía desde simples exploraciones secretas a otras partes del hospital hasta aprender a atacar a una persona.
Fue de esta forma que ambos niños completaron cada punto de la lista.

🔪

-Michael, sé que yo fui la que dió la idea pero creo que ya no quiero.
Ambos niños se habían colado a un baño no muy frecuentado, en el suelo tenían un balde lleno de agua lo suficientemente grande y profundo para ahogar a una persona.
Sí, iban ahogar a alguien.
Pero ese alguien serían ellos mismos, para evitar que los demás se dieran cuenta.
Michael vio decepcionado a la niña, habían hecho cosas más peligrosas anteriormente por lo que ahogar no era gran cosa, aunque igual él nunca se había ahogado antes.
- Tu mirada me dice que debería dejar de ser miedosa, ¿Cierto? Ya, ya entendí, si logramos poner ratas muertas en la maleta del doctor Loomis esto no debería ser nada
Michael asintió.
Rayita respiró profundo y volteó a ver el niño.
-Okay, estoy lista, debo aprender a soportar esto, ya estoy casi lista de enfrentar el mundo real.
Rayita se ato el pelo y puso su rostro cerca del balde. Michael Myers supo que era momento de actuar. Con delicadeza tomo la coleta de la niña empujando su cabeza rápidamente dentro del agua.
Pasó un minuto, dos minutos, tres y al cuarto minuto la niña empezó a retorcerse. Dentro del agua gritó.
-¡Michael! ¡Ya! ¡Espérate! ¡ESPÉRATE!
El acuerdo de los niños era detenerse hasta que el otro pareciera que iba a morir, repito, la psique de estos niños no era normal, para ellos está actividad sólo era un entrenamiento para sobrevivir al mundo exterior.
Cuando Michael vio que la niña dejaba de moverse con tanta fuerza la sacó rápidamente.
Unos golpes en el pecho fueron suficientes para que la niña sacará el agua de sus pulmones.
-Mierda, casi veo la luz, otra vez ¿Cuánto tiempo fue?
Michael señaló 4 minutos con su mano.
-¿4 minutos? Wow, no estuvo mal, escuché en la radio que lo normal son dos minutos, supongo que aguantar la respiración para no hacer nada de ruido funcionó-la niña rió- es tu turno Michael, ¿Estás listo?
Michael asintió posicionando su rostro sobre el balde.
- Uno...dos...¡Tres!
Era el día 28 desde que Rayita recibió la carta de su madre, sólo quedaban dos días para que ambos niños disfrutarán de su compañía, incluso las sesiones con Loomis ya no eran necesarias con la niña debido a que mejoró su fobia a los hombres, aunque claro, nunca se dió cuenta de las locuras que ambos niños hacían cuando nadie los supervisaba.
Michael Myers todo ese tiempo fueron de los mejores días de su vida, jamás se había divertido tanto y le emocionaba saber que alguien lo acompañaba en sus travesuras, por desgracia su lenguaje corporal estaba tan poco desarrollado que no había forma de demostrarlo, aunque de alguna manera Rayita entendía que lo disfrutaba.
El rostro del niño duro bastante tiempo bajo el agua, probablemente un alrededor de 10 minutos.
-¿Michael? Creo que nos olvidamos de algo, tú de por sí no te mueves, ¿Cómo sabré si sigues vivo o ya moriste? ¿Michael? Si me oyes mueve tu mano o algo.
No hubo respuesta.
Rayita se puso nerviosa, había matado a su único y mejor amigo, ¿Cómo explicaría que lo había matado porque jugaban a ahogarse?
Rápidamente lo sacó del balde y empezó a golpear su pecho con fuerza.
-¡Michael! ¡Michael no te mueras! ¡Michael!
Cuando el llanto empezó a abundar en la niña el niño escupió el agua que había tragado y se sentó en seco manteniendo su espalda totalmente recta.
Volteó a ver a la niña la cual estaba llorando, acercó su mano y la posicionó sobre la cabeza de la niña. Esto la sorprendió pero la sorpresa cambió a alivio al ver que el mayor estaba vivo.
-¡Idiota, me asustaste!- un golpe al pecho del niño que para nada lastimó al niño fue lo que recibió- mejor vámonos ya, van a sospechar de que no nos hemos aparecido en horas.

Hybris🔪 Michael Myers FanfictionWhere stories live. Discover now