II

1K 110 32
                                    

🔪

-Buenos días Rayita, soy Rebeca, voy a entrar- La joven enfermera entró a la habitación pequeña y fría de la niña- Iniciarás el día desayunando, luego tendrás tu cita con el Dr. Loomis, creo que tu madre vendrá pero no estoy segura. El resto del día estarás libre, así que podrás hacer lo que quieras.

Mientras se iban de su habitación vio de reojo como un policía se dirigía a la habitación de la niña con máscara, estaba preocupada de que le pudiera hacer algo.

-¿Estará bien?

-¿Myers? Sí, no ha dado problemas hasta ahora.

🔪

-Michael, ¿cómo estás?, apenas has dicho alguna palabra en las últimas semanas y eso me preocupa. Veo que hoy traes una nueva máscara, eres muy habilidoso. Hay una niña que apenas ingreso que también le gusta dibujar y crear cosas, tal vez serían buenos amigos. Es una niña pura pero muy herida, al igual que tú, me preocupa que no pueda ser feliz. Si la llegas a ver saludala, hablen de dibujos, de crayones y de sus sueños.

Ni una sola expresión, sus ojos escondidos en la oscuridad ya no expresaban nada, Loomis no sabía si al menos lo estaba viendo a él o estaba divagando en su mente, hasta que una palabra salió de su boca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni una sola expresión, sus ojos escondidos en la oscuridad ya no expresaban nada, Loomis no sabía si al menos lo estaba viendo a él o estaba divagando en su mente, hasta que una palabra salió de su boca.

-Pequeña

-Sí, es bastante pequeña para su edad, su madre es mexicana así que en parte puede que por sus genes sea así- respondió el Dr. Loomis sorprendido de haber obtenido una palabra de Myers.

La sesión no llegó a más así que dejó ir a Michael. El niño salió lentamente de la sala encontrándose con la enfermera y con la pequeña de cabello quebrado.

-Hola, linda máscara ¿la hiciste tú?- Dijo Rayita hacia Michael, este sólo la vió de reojo y siguió su camino acompañado por el policía que lo cuidaba.

-Entra Rayita, no te preocupes yo te acompañaré- La enfermera había sido obligada a acompañar a la niña a todas las citas con el Dr. Loomis hasta donde fuera necesario- Buenos días doctor.

-Hola Rebeca, hola Rayita.

La niña quedó paralizada, era la voz de un hombre la que oía, era la figura de un hombre la que estaba frente a ella, pero era la ternura de una madre quién la veía. No dió un pasó más, se quedó a pocos pasos de la puerta.

-No te preocupes, puedes quedarte ahí, sólo necesito hablar contigo. Como sabes tu madre confió en mi para ayudarte así que primero que nada quiero que también tú confíes en mi ¿ok?

-Ok...

-Sé que es difícil pero te voy a demostrar que no todos los hombres somos iguales, existen los animales y las personas normales, sanas de la mente, aquellos que podemos protegerte. Pero dejemos esos temas serios de lado, dime Rayita, tu madre me dijo que tienes dotes en el arte, ¿es eso cierto?

-Me gusta dibujar...bailar...a veces cantar. ¿Por qué?

-Mira lo que envió tu mamá. Acércate.

Con algo de miedo y curiosidad la pequeña se acercó a la mesa, entonces viste libretas, colores, pegamento, todo para aprovechar su creatividad. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro, la voz se le quebró. Y murmurando dijo:

-Gracias mamá, gracias señor Loomis.

-No hay de qué pequeña- dijo el hombre sonriendo y viendo a la enfermera Rebeca- Si todo sale bien en unos meses te traeré un radio para que escuches algo de música.

🔪

Nuevamente era hora del receso, momento donde los psiquiatras esperaban la mejor convivencia entre los niños. Todos fueron notificados de la fobia de la nueva paciente por lo que sólo un doctor estaba presente con una enfermera. Ambos estaban en una relación así que dejaron un momento solos a los niños confiando en que no pasaría nada raro como ha sido en los últimos días.

- ¿Dónde estás?¿dónde estás?- Rayita veía a todos lados buscando a la niña de la máscara, parece que aún no llegaba por lo que sacó su libreta, se sentó en una mesa y empezó a dibujar lo único bonito que había visto ese día, la máscara de payaso que llevaba la supuesta niña.

-Así que finalmente hay una niña entre nosotros chicos- Rayita alzó el rostro y vio a un niño de como 13 años de cabello pelirrojo, pero no vio a nadie más-Miren, eso que tiene ahí me gusta demasiado, dame eso

-¡NO! Es mío- la pequeña estaba aterrada, finalmente se había topado con la amenaza que tanto temía desde que su madre la dejó ahí.

-¿No? ¿Has dicho que no estúpida? Nadie le dice que no a James Smith, te voy a dar la paliza de tu vida para que entiendas que a mi nadie me dice que no- En tan sólo un par de segundos la pequeña ya estaba en el suelo siendo pateada y escupida por el niño, Rayita estaba paralizada, tenía tanto miedo que lo único que pudo hacer fue ponerse en posición de feto mientras cubría su rostro y lloraba en silencio.

🔪

Michael estaba en dirección a la sala de recreación cuando escucho que alguien reía mientras daba patadas, con poco interés continuo su camino hasta que vió que la persona que era pateada era la niña que había visto en la mañana, la niña que había halagado su máscara, la niña de quien le hablo Loomis; aquella que se aceró a él cuando los demás no lo hacían.

Se quedó un momento analizando la situación, no sabía si era un juego o no. En ese momento la enfermera y el doctor llegaron corriendo para separar a ambos menores.

-¿Qué carajos los guardias no están revisando las cámaras? Que irresponsables, y tú James déjala en paz- El doctor estaba furioso echando la culpa a alguien más en vez de asumirla él mismo.- ¿Estás bien niña? Dime algo.

Los ojos de la niña estaban vacíos, se había quedado en un estado de shock o tal vez simplemente huyó de ahí estando en su cabeza para no ser consciente de que un hombre la estaba golpeando, ni siquiera había notado que Michael estuvo ahí unos minutos analizando qué pasaba. Estaba paralizada y cuando "despertó" gritó y se alejo del hombre con bata blanca.

-Doctor, es la paciente con arrenofobia, niña, levanta tus cosas te llevo a tu habitación para que estés tranquila- Rayita aun estaba asustada pero la presencia de la mujer la calmó, hizo caso y recogió sus cosas, un crayón rojo había desaparecido pero por el pánico creyó haberlo dejado en su habitación.

Myers seguía observando en silencio, sin hacer nada. Rayita le reconoció a lo lejos por su máscara de payaso, aun seguía llorando pero le sonrío como una manera de saludarlo. Hacia meses que nadie le sonreía así desde la vez que su madre lo encontró después de haberse desaparecido por horas en el bosque mientras recolectaba insectos para aplastarlos. Esa niña le daba curiosidad.

-Esa estúpida no se dio cuenta de que robé su crayón, es un lindo rojo, pero prefiero que sea más brillante- Myers vio como el niño que hablaba solo se dirigía a sus supuestos amigos. Él tenía el crayón de la pequeña que antes había golpeado. También creía que era un lindo rojo, era lindo tal y como estaba; un rojo oscuro.

🗡

Hybris🔪 Michael Myers FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora