14. [ jk's version ]

6.9K 821 187
                                    

La boca de Jimin estaba levemente abierta y parecía que estaba intentando encontrar las palabras correctas para decir.

—¿Ella fue quién te besó? ¿No fuiste tú? —preguntó con un hilo de voz.

Me quedé mirándolo un tanto incrédulo. Después de todo lo que le había contado, ¿en serio creía que yo iba a besar a otra persona?

—Jims —llamé, con una pequeña sonrisa—. ¿Por qué besaría a alguien más cuando lo único que deseaba era ir a tu encuentro?

Se cubrió el rostro y un pequeño sollozo se le escapó de los labios. Me preocupé y me acerqué a él para consolarlo.

—Hey, no —pedí, abrazándolo por los hombros—. No llores, no hay razón para hacerlo.

—¡Claro que la hay! —contestó entre lágrimas—. Yo pensé que estabas enamorado de ella y besé a Mingyu solo por enojo. Hice cosas de las cuales me arrepiento y todo por malos entendidos.

Negué y él se escondió en mis brazos.

—Tranquilo, no eres el único que cometió errores y nadie te puede culpar por ello. Éramos niños jugando a ser adultos y no nos detuvimos por un segundo a pensar el daño que causamos en el otro.

—Tengo miedo de preguntar… No quiero decepcionarme, pero necesito saberlo. —Respiró profundamente y sin soltarme preguntó: —¿Fue Mingyu quién le dijo a Haewon que estabas interesada en ella?

¿Y si le miento?, pensé. Ah, realmente quería dejar mal parado al idiota ese.

Suspiré.

—Me encantaría decirte que sí, que él es el villano de esta historia —admití con pena—. Pero ese idiota en su vida ha hecho una maldad y por eso me desagrada el doble. —Hice una mueca llena de molestia—. Es tan bueno y tonto que te aseguro que pensó que la luna estaba poniendo las cosas a su favor.

Jimin se rio y sentí cómo su cuerpo se relajaba.

—Entonces, ¿quién fue?

Lo miré y levanté mis cejas.

—Piensa, Minnie. ¿Quién podría haber ideado algo así? Piensa quién tenía demasiado interés en que Mingyu y tú estuvieran juntos.

Esa última oración lo alertó y sus ojos se abrieron ampliamente.

—No… Dime que estás bromeando.

—Ojalá —contesté.

El día que llegué al instituto con tus galletas en mi mochila, no fue sumamente agradable. Tenía el presentimiento de que tal vez las cosas no iban a salir como esperaba, pero aún así intenté mantenerme positivo.

Recuerdo que entré y lo primero que hice fue dirigirme a donde estaban nuestros casilleros. No estaban muy lejos uno del otro, por ende, te vi y quise ir directamente hacia ti. Lamentablemente, no tuve el coraje de hacerlo y pasé por detrás tuyo con la esperanza de que me detuvieras.

No fue así.

—Yo quería que me hablaras —interrumpió Jimin—. Honestamente, mi corazón se rompió en pedazos cuando pasaste a mi lado y me ignoraste.

Hice una mueca.

—Muchas cosas hubiesen sido diferentes si yo hubiese tenido el coraje de confesarte mis sentimientos.

Y ese día estaba dispuesto a hacerlo. Saqué mis libros y los metí en el casillero, por mientras, en mi cabeza repasaba todas las palabras que te iba a decir.

Tomé las galletas y respiré profundamente, pero Haewon nuevamente apareció.

—¿Dónde estabas metido? —preguntó con una sonrisa.

☀️ Un verano junto a ti [ km ] #UVJATDonde viven las historias. Descúbrelo ahora