XXVIII

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Capítulo 28

3 de mayo de  2011

D A N I E L

—¿Estás listo? 

Era la semifinal contra el Barcelona para la Champions League. Estos últimos meses había estado ausente en todos los sentidos. No era yo, me sentía fuera de lugar y lo que era mi modo de escape ahora se convertía en una carga y en un trabajo más. Ya hubiese renunciado si no era porque tenía responsabilidades. Estaba agotado pero no podía permitirme alejarme de lo que amo, o perdería la poca cordura que me queda. 

Mi entrenador comprendía mi situación pero tenía que tener el mismo rendimiento, ir a entrenamientos y solo me busco en banca. No había jugado nada porque cuando jugué, fallé de forma monumental. 

Quería llorar ese día pero no podía porque debía ser fuerte y cuidar a mi hija. Me había desconectado con mis amigos y con mis compañeros de equipo. A veces llegaba molesto y sabía que no era culpa de nadie pero solo quería dormir cuando la pequeña Melody lloraba toda la noche y no tenía un apoyo a mi lado. 

La cama vacía, la casa sin un alma... era horrible. 

—Solo estaré en la banca, no haré nada impresionante — yo me encogí de hombros mientras Devon se sentaba a mi lado y me daba un abrazo. 

—Todos los días haces algo impresionante, eres un padre cuidadoso y un novio paciente. Eres un héroe, no te quites crédito — me señaló con el dedo, como si fuera una amenaza y besó mi mejilla.

—Es mi deber, no me hace nada especial. 

Devon bufó. 

—Estás haciendo algo sobrehumano, cuidas a tu hijo tu solo y encima cuidas a Gabriela. No te permites llorar porque crees que debes de hacerte el fuerte, te cuesta recibir apoyo porque sientes que no lo mereces. Te saboteas a ti mismo y no me gusta verte así. Soy tu mejor amigo Daniel Casillas y te guste o no, te admiraré para toda mi puta vida — me sonrió levemente mientras cogía mi rostro entre sus manos—. Te amo boludo, al menos solo por hoy sonríe y disfruta el momento. 

Asentí sin tener muchos ánimos y me ayudó a levantarme para ir al partido. 

* * *

Faltaban a penas diez minutos para que terminara el partido e íbamos perdiendo tres a cero, parecía todo perdido. Para empeorar las cosas, nuestro delantero principal se había lesionado. Lo que menos esperé es que el entrenador pidiera un cambio y me eligiera a mi. 

—Pero lo voy a arruinar — fue lo primero que se me pasó por la cabeza.

—No, hoy tienes un motivo para jugar bien — entonces me enseñó en la pantalla del estadio a mi mamá con Gabriela y mi hija. 

Inconscientemente sonreí. 

Ella estaba aquí... Y no estaba sola, ¡mi hija estaba aquí! Gabriela sostenía a nuestra hija en brazos y eso solo me dio felicidad pura. Ella aún no se sentía lista para cuidarla por si sola o cargarla sin supervisión y que ella esté saliendo de su estado de confort... me da inspiración. Una esperanza...

—Ellas...

—Devon te ha notado más desanimado, sin motivación en los entrenamientos. Llamó a tu madre y ella hizo toda la magia. 

Fue un rayo de sol ante toda la adversidad, una luz para continuar mi camino. 

Me levanté de mi asiento, me quité el sudadero y salí corriendo para realizar el cambio. Mi sonrisa estaba en mi rostro y solo corrí. 

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⏰ Last updated: Oct 15, 2023 ⏰

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Hermosa Imperfección (Beautiful Imperfection)Where stories live. Discover now