Noah Sebastian Fan Fics

We Got Nothing Left To Lose

Faltaban escasos minutos para subir al escenario para dar uno de los últimos shows del Concrete Jungle Tour en Estados Unidos. No tenía muchas ganas de hacerlo, realmente me sentía exhausto por la pelea que tuve con Elena por teléfono hacía un rato. Me puse la gabardina y acomodé un poco mi pelo. Busqué ánimos, pero no lo conseguí, era difícil, más porque cada vez que estaba a punto de subir al escenario Lena procuraba llamarme o enviarme un mensaje, diciéndome que me deseaba suerte, que lo haría increíble, que deseaba estar ahí conmigo, pero hoy fue diferente, comenzó a gritar y reclamarme por estar lejos de casa tanto tiempo, y no entendía porque, si ella sabía bien a lo que se atenía al ser mi novia, yo mismo se lo dejé en claro, explicándole que era mi trabajo y mi sueño, a lo que ella respondió que estaría feliz de apoyarme en eso. Pues no lo parecía en estos días. 

- Noah, ¿estás listo? 

- Sí. - Contesté desganado. Obviamente los chicos se enteraron de la pelea e intentaron levantarme los ánimos; apreciaba que fueran así conmigo. - ¿Mis audífonos? ¿Saben dónde están?

- Ten. - Folio me entregó mis audífonos con una sonrisita, la cual le devolví después de darle las gracias. Me coloqué el equipo y me aseguré por última vez en el día de que funcionara como debía. Respiré profundo concentrarme en el concierto, en dar un buen show a pesar de lo mal que me sentía, y es muy difícil, porque como cantante a veces tienes que hacer ese tipo de sacrificios por tus fans, y no es muy agradable, porque es complicado que, si tú que diriges el show no te la estás pasando bien, el resto se la pase bien. Sacudí mi cuerpo y decidí que tendría que usar la tristeza que ya tenía encima para hacer un buen performance. 

Matt corrió la intro que hicimos para Concrete Jungle y salí para pararme frente al micrófono y empezar a cantar. Todo el público estaba enloquecido, lo que animaba un poco. Me concentré completamente en las canciones y en lo que me inspiró a escribirlas, eso combinado con la amargura de saber que peleé nuevamente con mi novia, me hicieron llevar el show a otro nivel. 

And I'm the fucking kingI want things that money can't buy
The price is pain to make this right
And I could buy a thousand lives
So you can try to kill me, but I can't fucking dieDie

Y cuando llegó ese momento en la canción me sentí en llamas. Porque estaba no sólo nostálgico de tanto discutir, también estaba muy molesto por ser el que tenía que cargar con todo en la relación y así no es como debería funcionar. Estaba furioso en ese punto, y quería quemar el mundo entero, pues yo nunca ganaba nada, sino al contrario, además de que terminaba siendo el malo. Ya no quería arrastrar esa carga emocional conmigo, no entendía porque todos querían hacerme daño, no seguiría con esa toxicidad en mi vida. Cuando realizamos el álbum de TDOPOM la idea era comenzar una nueva etapa en nuestras vidas, ser mejores en lo que hacemos y en nuestras vidas personales, pero Elena me ponía una trampa cada que avanzaba, me tenía atado y no quería continuar con eso. 

- ¡Buenas noches! - Grité para el público, que respondió de inmediato gritando también. - Como saben este es uno de los últimos shows del tour y necesito que me ayuden a darle un buen final al asunto, ¿creen poder hacerlo? - Extendí el brazo con el micrófono. Me reí de que la respuesta no era una en particular, pero adoraba el entusiasmo de los fans. Jolly empezó a tocar los acordes de Limits - ¡Muy bien! Les voy a enseñar los coros para que se los aprendan y después ustedes los canten. - Di inició a la melodía vocal con los coros. 

El concierto fue de los mejores que hemos hecho a pesar de que me sentía mal, aunque no pude evitar sentir que el mundo se me caía a pedazos cuando tocamos Sympathy, en parte por Keaton, pero otra parte por Elena. Era desgastante el que creyera que me conocía mejor que yo a mí mismo, me desesperaba que me tratara con tanta condescendencia a veces, eso no me ayudaba a sentirme mejor de ninguna forma, pero lo seguía haciendo, por eso grité con todas mis fuerzas los coros. Unas cuantas lágrimas se me escaparon. Cuando el concierto terminó, salí de inmediato del escenario para buscar mi celular y llamarle a Elena para decirle que quería que termináramos, pero no respondió mis llamadas ni mensajes, supuse que estaba enojada como acostumbraba y hacía un berrinche, por eso no contestaba.