Time Of Our Lives

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Finalmente era víspera de año nuevo. Estaba muy emocionada de poder pasar fin de año con Noah y los chicos, era de las cosas que más había deseado desde que lo conocí, porque sabía que se convertiría en la persona más importante de mi vida, por supuesto después de mí. Justo ahora me encontraba horneando un pastel mientras Noah cocinaba lasaña. 

- Ya casi está lista. ¿Qué hay sobre tu pastel?

- Le falta un poco. - Dije sin despegar mi vista del horno, no quería arruinar mi pastel y quemarlo. Me puse de pie, ya que estaba en cuclillas para revisar bien el pastel. Empecé a desamarrar mi mandil, pero Noah no me dejó hacerlo porque me atrapó entre sus abrazos y me acorraló contra la encimera. Nos dimos un beso entre risas.

- No te imaginas lo increíblemente feliz que soy de pasar estas fechas contigo. - Me dejó otro beso.

- Yo también estoy muy feliz de estar aquí contigo hoy, la verdad hasta me dan ganas de llorar de felicidad. - Escondí mi rostro en su cuello y nos quedamos así. Para mí era la situación más perfecta del planeta, era el momento indicado. Noah era mi todo. Empezamos a besarnos con pasión, profundizando de a poco en el beso hasta que terminé sentada en la encimera con mi novio desatando el nudo de mi delantal; no dudé en hacer lo mismo por él y aventarlo al suelo.

- Chicos... - Ruffilo entró a la cocina con cara de burla. - Ya conocen las reglas, nada de sexo en la cocina. Noah soltó el aire rodando los ojos.

- Que aburrido. - Me reí y bajé de la encimera con su ayuda. 

- Oye, yo no quiero comer en el mismo lugar en el que tienes sexo, ¿a ti te gustaría comer donde lo hago con mi novia?

- Okay, no. - Le respondió el castaño alargando la "a". Le dejé un beso en la mejilla. 

- Revisaré el pastel, ya debe estar listo. - Y efectivamente, el pastel estaba listo, por lo que apagué el horno y lo saqué de allí con mucho cuidado, dejándolo en la mesa. - Bueno, ya sólo hay que esperar a que se enfríe para desmoldarlo. Me voy a arreglar.

Dejé al par de mejores amigos hablando en la cocina y me fui a la habitación de Noah para cambiar mi ropa y empezar con el maquillaje. Me puse el vestido que había comprado para hoy. Era dorado con brillos, a medio muslo con tirantes y escote bajo y recto. Empecé el maquillaje con muy poca base, bastante rubor, porque me gustaba parecer como quemada por el sol; coloqué sombras neutro y luego puse una sombra dorada con algo de negro para difuminar. No quise cargar los labios, así que usé un rojo muy leve y lo esparcí en mis labios con un gloss transparente. Por último, hice las pestañas. 

Noah iba de un lado a otro buscando su camisa de manga corta negra, ni idea de en donde la había dejado, por lo que le ayudé con su búsqueda terminando muerta de risa al descubrir que nunca la sacó del ropero. Sebbe tan despistado. Una vez resulto el misterio me peiné un moño alto con algunos mechones de fuera. Me puse mis tacones y me miré al espejo, me encantaba el resultado. Sebastian se puso su saco negro lleno de brillos, yo usaría uno igual; se veía muy guapo. Adoraba su estilo. Ya estábamos listos. 

- Bueno, amor, salgamos, ya están llegando todos. - Le dije y nos dirigimos a la sala para saludar a nuestros amigos. Orie recién llegaba con su ahora esposa, ya se había mudado con ella hacía un par de meses. Los tragos no se hicieron esperar ni las bromas sobre cualquier cosa ridícula que hicimos en el año tampoco. 

- Y ¿cómo conociste a Sebbe? - Me preguntó la novia de Ruffilo, no convivía mucho con ella por nuestras agendas tan ocupadas, pero me divertía mucho cuando nos veíamos. 

- Ah, pues muy casual. Yo estaba en el super mercado a punto de irme cuando descubrí que había perdido mi boleto de estacionamiento, entonces me puse a buscar como loca por todos lados el boleto y no le prestaba mucha atención a mi alrededor, así que en una de esas choqué con Noah y le tiré todo un six de cervezas y cada maldita cerveza salió volando. Noah no lo podía creer, me miró entre enojado y divertido. Le pedí perdón y le dije que por supuesto yo pagaría y me preguntó que qué era lo que buscaba, le conté y luego me ayudó a buscar el boleto.

Noah Sebastian Fan FicsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora