Dos encuentros y un mismo destino..

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New York.

Cinco años después ...

Todo lo que siempre creí que sería ser parte del grupo, fue superado. Hermes y los cincuenta era lo más cercano a un grupo de justicia social, para mafiosos. Sí, suena un poco extraño, pero eso es lo que éramos.

Existía unión en el grupo y las bromas eran comunes, la gran mayoría hacia mí, por ser el más chico. Eso y no haber tenido contacto con una mujer, creaba discordias siempre.

La diversidad de países visitada era increíble, mi mayor distracción era aprender algo del sitio que visitábamos. Llevarme un recuerdo o aprender una palabra en su idioma se convirtió en mi distracción. New York fue sin lugar a dudas una experiencia buena, aquí pude demostrarle a todo que había dejado de ser un niño y podían confiar en mí.

En esta ocasión solo necesitaron de diez de nosotros, no vino Vryzas y en su reemplazo envío a Noah, el segundo al mando. Festejábamos en un sitio privado del hotel. El pago fue en efectivo, por orden de Vryzas fue repartido a partes iguales y cada uno de nosotros tenía en su poder un fajo de billetes.

El desborde de dinero dio paso a los excesos, la presencia de rameras no se hizo esperar y mi renuencia a no aceptar una de ellas empezaron a dar efectos, a excederse en calificativos sobre mi sexualidad.

—¿Eres virgen? —me pregunta Noah y guardo silencio —¿Por imposición o hay algo más? —insiste.

La pregunta es hecha con respeto y entre murmullos, ninguno de los presentes la escucha. Me llevo la bebida a los labios y esta pasa por mi garganta más caliente que de costumbre.

—No se ha presentado la oportunidad —revelo —no me siento cómodo haciendo esto en público —señalo a los demás cada uno con una mujer en su entrepierna.

—¿Solo por eso?

Guardo silencio, en realidad es un poco de todo. No he encontrado una chica que me guste, ninguna ha llamado la atención. Los hombres tampoco generan un interés en mí, no tengo claro si soy de uno, de otro o de ninguno.

—No lo sé —logro decir —no me gusta ninguna chica, no las veo atractivas. Son solo seres humanos con buen rostro, hombres y mujeres.

—Eso no es malo. —me calma —quizás no ha llegado la indicada, no todos son promiscuos como estos animales —sonrío sin humor y lo siento suspirar —es menos complicado de lo que estás pensando.

Los recuerdos de ese día siguen persiguiéndome, unas veces más fuertes que otras. Noah fue la persona que estuvo presente, se encargó de que no se repitiera y todos cuidaron de mí. No obstante, el daño ya estaba hecho.

—Sé que te dije que no volveríamos a hablar sobre esto —sigue y la mano que sostiene la bebida las aprieta con fuerza —hay profesionales que pueden ayudarte.

Nadie podía ayudarme a quitar de mi cabeza los recuerdos y lo sucio que me siento desde entonces. Eran dos miserables, mientras estuve en las calles pude salir bien librado, conocer cada rincón y cueva fue de gran ayuda. Hasta la última vez...

Flashback

­—¿Dónde te habías metido? —me reprende Stan al verme llegar justo cuando está por salir.

—Estuve de gira —intento cubrir, con mi broma, el miedo, pero él lo capta.

—¿Qué es? Y no te atrevas a mentirme.

—Quiero estar contigo —le ruego —con ustedes —señalo el edificio y niega —no seré un problema, lo prometo. Tendré todo en orden y cuidaré sus cosas.

Akim (Saga Angeles  y Demonios #4)Kde žijí příběhy. Začni objevovat