capítulo tres.

4.1K 387 300
                                    

Al día siguiente, se encontraban en la casa de sus abuelos, como todos los domingos. Él quería a sus abuelos, siempre fueron muy buenos con él. A quienes no soportaba eran sus primos, algunos eran menores y otros eran mayores que él. Actualmente no hablaba absolutamente nada con ninguno de ellos desde aquella vez hacía años.

Iván tenía unos seis años de edad. Se encontraba sentado a un lado de su mamá, cuando uno de sus primos de misma edad lo invitó a jugar con los demás. Iván sólo negó con la cabeza a todas las propuestas del otro niño -"Tía Silvia ¿Por qué Iván casi nunca dice nada? ¿Es mogolico?- dijo el niño e Iván lo miró horrorizado.

-"¡Nicolás!"- gritó la madre del niño -"¡¿Qué?! Es la verdad. Es un rarito"- Luego de eso Iván hablaba menos incluso de lo que ya estaba acostumbrado. Sólo lo justo y necesario, cuando no eran palabras que podían reemplazarse por gestos corporales. Permanecía cerca de su madre o de sus abuelos, quienes no lo molestaban más de la cuenta. 

Aunque este domingo apenas si prestaba atención en la reunión. Lo único en lo que pensaba era en el chico de los cd's. Su nombre. Su voz. Sus ojos.

Tenía que volver a verlo. Tuvo dificultades para concentrarse en la clase del lunes con Martina incluso. También el martes -"¿Te pasa algo, nene?"- Preguntó amable la dama –"No estás prestando atención como de costumbre, eso es raro viniendo de vos"- 

Iván la observó con algo de pena. Ella tenía razón, apenas si estaba escuchando sus palabras. Pero negó con la cabeza -"¿Estás seguro? Podés confiar en mí, si hay algo que quieras decirme"-Él torció su labio a un lado. No podría pensar claramente. Decidió confiar en ella y tratar de enfrentar su miedo. Inhaló una gran cantidad de aire y finalmente habló.

-"¿Podemos..."- comenzó, pero luego estuvo durante varios segundos en silencio sin poder terminar la oración. Tal vez por terror a un no como respuesta. Era más difícil de lo que imaginaba -"¿Podemos..."- preguntó ella incentivándolo a continuar -"Ir al... centro?"- finalizó desviando su mirada hacia el suelo, comenzando a morderse las uñas, claramente nervioso.

Martina se sorprendió ante el pedido. Iván le estaba pidiendo por primera vez en años de conocerla, que salieran fuera de su casa. Silvia y Hugo, su papá, se encontraban trabajando. Ella tenía toda la responsabilidad sobre el chico si algo malo llegaba a ocurrirle. Sabía cómo tratar con él, pero siempre bajo un techo. Pensó que tal vez si surgía algún inconveniente podría comunicarse desde un teléfono público a las oficinas de trabajo de sus padres.

Si aceptaba debían ir caminando. Iván debía estar consciente de eso y aun así quería hacerlo. Ella estaba analizando todas las posibilidades, procesando la información, y por ende se quedó en silencio unos momentos. El chico estaba comenzando a pensar que estaba buscando la manera de negarse sin herir sus sentimientos y se sintió muy desanimado.

-"Está bien"- dijo finalmente la mujer. Iván la miró sorprendido con los ojos enormemente abiertos. Ella sonrió.

-"Andá por tus cosas, nos vamos en un momento"- Vio como rápidamente el chico se levantaba de su silla y subía las escaleras con apuro. ¿Desde cuándo tenía tanta energía? Lo vio regresar con una mochila gris cargada en su espalda.

-"Bueno, vamos"- dijo abriendo la puerta dándole paso al chico. Iván tenía la respiración irregular. Sea lo que fuera que pasaba por su mente lo tenía intranquilo. Sin mencionar que la última vez que había caminado por las aceras de la vieja ciudad de Buenos Aires había sido muchos años atrás.

Observaba todo a su paso. Como un preso que es puesto en libertad luego de cumplir una condena. A pesar de la temperatura media baja, el día estaba soleado, lo cual hacía que resultara agradable. 

𝙚𝙡 𝙘𝙝𝙞𝙘𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙘𝙙'𝙨 ★ 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯Where stories live. Discover now