Amor Es Amor {REDDIE}

Final

Tres años ya.

Han pasado tres años desde ese primer beso entre los protagonistas de esta historia.

Han pasado tantas cosas que haciendo sentir múltiples mariposas en diferentes partes de su cuerpo.

A lo largo del tiempo pasaron tantos momentos, tristes, felices y muchos incómodos.

Como este:

***

-¡Hijo! -Sonia iba hasta la habitación de su hijo, cuando llegó se dio cuenta de que no estaba. Llevó su mirada a la mesita de luz, donde reposaba una hoja escrita.

Mami:

Si no estoy cuando llegas de la casa de tu amiga, es por que la madre de Richie me invitó a ir con ellos de compras, vuelvo en un rato.

Besos!!

Suspiró mientras limpiaba un poco el cuarto, acomodando ropa en la cajonera y colgando en perchas.

Abrió uno de los cajones de ropa interior para guardar un par de medias. Encontrando algo extraño.

Una tela trasparente color negro...¿con encaje?

Lo agarró y miró. Parecía con un suave vestido trasparente, con encaje en el pecho.

-¿Mamá?, que bueno que te encuentro, te compré tu yogurt favori...to...

Cerró rápidamente la boca. Tragó saliva.

-Que bueno que llegas, Eddie...-Sonia lo miró con la prenda aún en sus manos.

-Puedo e-explicarlo, mami.

***

También cuando Eddie fue invitado a comer con Richie y su madre, quien no paraba de contar vergonzosas anécdotas de cuando el azabache era más pequeño.

Pasaron muchas cosas en el Club. Como por ejemplo, Ben y Mike decidieron terminar su relación, ya que no se sentían muy listos para poder seguir una relación homosexual en un pueblo tan homofóbico como Derry.

Eluney en un ataque de crisis se cortó el cabello hasta los hombros y se lo tiñó de color rojo, sin decolorar.

Richie empezó a pintarse las uñas de variados colores, dependiendo de su ánimo.

Bill decidió aclarar las cosas con sus padres sobre su relación con Stan. Los aceptaron, pero no podía quedarse a dormir a menos que estén ellos presentes dentro de la casa. Lo cual era muy poco frecuente.

Beverly estuvo pensando mucho en las personas de género fluido, o los no binario, ya que no se sentía mucho como una mujer, pero a la vez sí. Aún tiene sus dudas.

Según ellos, seguían siento unos torpes y traviesos adolescentes aún con 21 años.

Aún que se sentían lo suficientemente responsables como para dejar de depender de sus propios padres.

Ahora mismo estaba el Club de los perdedores sentados en el sillón de la casa de Bill, junto con su hermano Georgie, quien leía un interesante libro sobre dinosaurios.