CAPÍTULO 4

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Unos días después...

Los días pasaron muy rápido para el Club de los Perdedores, sentían que el tiempo era solamente aire, que lo apreciaban, pero no del todo.

El pequeño Eddie se estaba preparando, bajó a desayunar, todavía tenía tiempo, pero le gustaba llegar antes, ya que se sentía muy bien el estar casi solo en una gigantesca escuela.

Luego de que terminara de preparar sus cosas, tomó su inhalador y salió de casa, no sin antes dejas un pequeño beso en la mejilla de su madre.

Caminaba alegremente por las calles de Derry, pensando en como sería su primer día de clases.

Pero algo o mejor dicho, alguien lo sacó de sus pensamientos.

–hol-la, Eddie –Bill se acercó al castaño.

–hola...

–¿q-qué haces tan t-temprano?

–oh...es que me gusta llegar temprano, es sólo eso.

Luego de unos minutos en silencio, donde solamente se escuchaban sus pies sobre el pavimento, a lo lejos se escuchó un grito.

–¡ERES UNA MIERDA!

–¡prefiero ser una mierda, que ser igual que tú!

Richie salió corriendo de su casa mientras que sus dos amigos lo miraban preocupados. El azabache apuró el paso, quería alejarse lo más rápido de ese lugar llamado "hogar".

–oh... Richie –murmuró el menor con angustia en su mirada, hizo una mueca y siguió caminando con el tartamudo a su lado.

Ninguno dijo nada, no querían decir nada.

[***]

Eddie estaba en su asiento, en la clase que más amaba: Historia.

Estaba demasiado concentrado dando apuntes en su carpeta, que no notó que cierto chico de lentes lo observaba embobado.

A Richie le gustaba como el pequeño Kaspbrak arrugaba su nariz cuándo no entendía algo; o cuándo mordía un extremo de su lápiz cuando pensaba. Suspiró, ese chico era perfecto, al menos para él.

–¡señor Tozier! –la voz de la bruja llamada maestra lo distrajo.

–¿qué quiere ahora? –preguntó cansado.

–¿está prestando atención? –la mujer puso sus manos en su cintura.

–si le digo que sí, ¿dejará de molestar?

–¡ya basta! –la profesora explotó– hoy es el primer día de clases y ni con eso se comporta bien, creí que había madurado con los años, señor Tozier. Está castigado por falta de respeto, ¡a detención!

–¡gracias! –exclamó el azabache, agarró su mochila– ¡al fin una buena excusa para salir de esta clase!

Richie salió de clases como si hubiera ganado un premio, mientras que todos sus compañeros reían.

Eddie y Bill suspiraron divertidos, su amigo nunca cambiaría, Richie podría tener 40 años y seguiría con sus tontos, pero divertidos chistes.

[***]

El pequeño castaño estaba en la cafetería junto con sus amigo, bueno... Todos menos Bill y Stan.

–...y entonces sentí que...–Ben fue interrumpido por Stanley, quien llegaba un poco despeinado y con una capa de sudor en su frente.

Amor Es Amor {REDDIE}Where stories live. Discover now