Gou es teletransportado por accidente a otra dimensión. En este nuevo mundo, Gou conoce a otra versión alterna de sus seres queridos entre ellos, Satoshi. Pero este nuevo Satoshi es muy diferente al que conoce. Es bastante llorón, inseguro y ni hab...
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En muy pocas ocasiones, Cerise me hablaba sobre mi madre. Mencionarla era una sentencia de muerte. Las pocas veces que él me platicó sobre ella, solo me recordaba que era de los peores seres humanos en el mundo.
Jamás dio una explicación del por qué le consideraba de esa forma y encontrar una respuesta a aquello era imposible. Ni siquiera existía una foto, un documento o algo que me diera información sobre cómo era ni cuál es su paradero, así que solo me conformaba con las palabras de Cerise.
Era como si literalmente se la hubiera tragado la tierra.
De pronto, sentí un fuerte dolor en mi cabeza que me hizo abrir los ojos de forma lenta. Aún era de noche y eso se notaba ya que las estrellas seguían destellando sobre el cielo oscuro. Era una hermosa vista pero el dolor seguía y parecía aumentar mientras más pasaba el tiempo.
Ahora, me encontraba sobre la espesa hierba de aquel bosque, el mismo donde...
Giré mi cabeza por ambos lados completamente confundido. Creía recordar que hace unos momentos, había una multitud de personas furiosas aquí, algunas con antorchas y tridentes, llenas de ira y con una sed de venganza.
Pero ahora lo único que había era silencio, solo eso y un par de aleteos causados por algunos Hoothoot del bosque.
Pero el dolor volvió. Coloqué ambas manos sobre mi cabeza, el dolor era insoportable y no entendía a qué se debía.
-¡Duele tanto! -Exclamó con dolor sin separar sus manos.
Juraba que de seguir así, mi cabeza explotaría.
-¿Gou?-Escuchar su nombre lo dejó confundido sobre todo cuando reconocía aquella voz.
Quedó estupefacto al ver que Satoshi estaba a unos cuantos metros de él.
Una ola de rabia inundó todo su cuerpo, tanto así que olvidó el fuerte dolor de cabeza que no lo dejaba ni siquiera levantarse. De forma rápida, se levantó y se abalanzó encima de aquel chico.
-¿Por qué me hiciste eso? -Cuestionó, lleno de furia. -¡Yo confié en ti! -Su voz comenzó a apagarse y las lágrimas empezaron a hacerse presentes.
No recibí ninguna respuesta por parte suya. Debido a la poca luz del lugar, me era difícil ver el rostro de Satoshi, hasta que...
-¡Ayudenme por favor! -Gritó, con la voz temblorosa.
Comenzaba a forcejear pero al yo estar encima de él, le era prácticamente imposible escapar.
Tampoco lo dejaría ir tan fácilmente.
-¡No finjas! -Exclamó y sujetó ambas muñecas del azabache. Así evitará recibir un golpe de su parte.
-¡Ayuda! Por favor...-Repitió una vez más pero Gou decidió taparme la boca con una de sus manos, no quería que nadie más los escuchará.
