twenty five

511 49 30
                                    

Jeongin jugó con sus dedos cabizbajo, mordiendo sus labios.

— Los necesito. Los necesito mucho. No creo que esté listo para asumir este papel, tengo miedo de decepcionarlos, de que mi pueblo me vea como un mal rey Omega... — se abrazó a él mismo, acomodando las flores sobre las tumbas de sus padres, luego se arrodilló y llevó su cabeza hasta el suelo — Los extraño mucho — sollozó — Desearía que estuviesen aquí conmigo. Fui un mal hijo.

— Estoy seguro que siempre se sintieron orgullosos de ti sin importar qué.

Jeongin levantó su cabeza, topándose con Jisung.

Sonrió y limpió sus mejillas, levantándose del suelo para abrazarlo con fuerza — Hanji, viniste.

— No iba a faltar para el día de tu coronación — el pelinaranja lo tomó de los hombros y le sonrió — Lo harás bien Jeongin, no te preocupes.

— ¿Cómo estás tan seguro de eso? — Jeongin caminó junto a él, saliendo del panteón.

Jisung asintió — En estas semanas que he estado en el pueblo, todos hablan de lo grandioso que eres. No tienen dudas de que Hyunjin y tú serán unos buenos reyes.

Jeongin hizo un leve puchero — A eso le tengo miedo. ¿Y si los decepciono y hago algo que no les agrada y los pone en riesgo? Tengo miedo de equivocarme...

Jisung palmeó su hombro — Todos pensaban que llevar Deltas y Gammas al pueblo era una locura, pero mira, con todas las regulaciones que han hecho, todo ha salido bien hasta ahora. Así que no te preocupes.

Jeongin sonrió ladino — Gracias, Jisung — carraspeó — Te extraño ver por aquí — sonrió — ¿Cómo va todo contigo?

Jisung suspiró — Todo está yendo bien. Los Deltas con los que estoy tratando y ayudando van mejorando de a poco.

— ¿Algo más que quieras decirme? — Jeongin chocó su hombro con el de Jisung de forma juguetona, el pelinaranja rió suavemente

— Bueno, hay un Delta que...

— ¿Ajá? ¿Un Delta? ¿Sí? — la sonrisa de Jeongin se expandió, solo haciendo a Jisung sonreír.

— ¡Ugh! ¡No lo sé! Ese Delta solo es muy amable conmigo y... hasta me cuida a mi también — Jisung suspiró cabizbajo, sonriendo al recordar la bonita risa que le dio Baekhyun el día anterior — Pero no me voy a ilusionar. Es un Delta y los Deltas no son de buscar pareja.

La sonrisa de Jeongin se esfumó de a poco — ¿Ah no?

— Si, o eso es lo que dicen por ahí — se encogió de hombros — Pero eso no importa ahora — Jisung entró a la habitación donde prepararían a Jeongin para la coronación, seguido del Omega — Ahora mismo quiero que me confirmes los rumores. ¿Tendrán más cachorros?

Jisung se quedó esperando por una respuesta, frunciendo su ceño ligeramente cuando Jeongin se quedó mirando a un punto fijamente.

— Hey, Jeøng — le llamó.

Jeongin parpadeó, saliendo de su trance en donde ya veía venir los problemas amorosos de su cachorrita.

El Omega sonrió — ¿Uh?

— ¿Es verdad que esperas más cachorros? — Jisung se dejó caer sobre un sofá.

— Oh — Jeongin rió suave y asintió, acercándose a su traje para comprobarlo.

Jisung rodó sus ojos — Hyunjin y tú no pierden el tiempo — dijo en un tono divertido, luego frunció sus labios — Él no te obliga a nada, ¿cierto?

— ¿Qué? No, no. No me obliga — Jeongin negó rápidamente.

— Me alegro — el Beta soltó un gran suspiro — Hey, hablando de futuros cachorros, ¿donde está Hyunjin?

Jeongin suspiró — Está en Yangma, quiso visitar la tumba de su padre antes de la coronación.

Jisung se inclinó hacia adelante — Jeongin, ¿estás bien?

Jeongin apartó los ojos de su traje por un momento. Una de las sirvientas Omegas se presentó en la habitación e hizo una reverencia.

— Ya tenemos los trajes de los cachorros listos para vestirlos y...

— ¡No! — Jeongin contestó rápidamente — Yo voy a vestirlos. Gracias por tu ayuda, pero voy a prepararlos yo — le sonrió nervioso, temiendo que alguna de ellas descubriera la marca de nacimiento de Haneul.

La Omega sonrió suavemente — Señor, su coronación es en menos de tres horas, debe prepararse en todos los sentidos y...

— Iré a vestirlos en unos segundos, gracias por tu ayuda — Jeongin sonrió forzado. La Omega solo suspiró e hizo una reverencia antes de irse.

Jisung le miró con el ceño fruncido — ¿Pasó algo? — Jeongin mordió sus labios, dudando si decirle.

— Sígueme — le pidió, saliendo de la habitación.

Hyunjin le había dicho que no le dijera a nadie, pero Jisung no contaba. Era su confidente y trataba con Deltas casi todos los días, él entendería.

Le pidió a la Beta que jugaba con sus cachorros, que por favor los dejara a solas y esta se retiró rápidamente. Jeongin se agachó para quitar la camisa de algodón con mangas largas que tenía Haneul y luego la levantó en sus brazos para que Jisung la viera de cerca.

El pelinaranja miró al Omega totalmente incrédulo, tomando el brazo de la menor para pasar su pulgar sobre la marca de nacimiento y verificar que no fuese solo una mancha.

—¿Haneul…?

Jeongin asintió, sacando su mano cubierta de saliva de sus labios.

— Oh demonios — susurró Jisung, llevando una mano a su cabello.

— No se lo puedes decir a nadie Jisung. A nadie — Jeongin volvió a vestir a su pequeña, dándole un beso en su frente antes de dejarla con sus hermanos.

— Demonios — murmuró Jihoon muy bajito y solo para él, ocultándose detrás de la pared luego de ver lo que vio.

Rápidamente, el Beta disfrazado de guardia real, siguió su camino hasta salir del castillo por el mismo lugar por donde entró. Se quitó el uniforme de la guardia para quedarse con su ropa habitual y echó a correr lo más lejos posible de ahí.

Regresó al pueblo por unos de sus atajos y evadió a varios comerciantes intensos para poder llegar a su caballo y largarse de ahí con la noticia de su vida.

La primogénita de los reyes de Yagakima era una Delta.

Y Jihoon vio la marca en el brazo de la bebé con sus propios ojos .

Sería algo difícil que sus reyes le creyeran, pero valía la pena contarles.

Al llegar a Yangteo y entrar al castillo, los guardias lo reconocieron y lo dejaron pasar.

Seungcheol en su trono jugó con sus dedos, nervioso por saber si Jihoon había conseguido algo que valiera la pena.

Joshua solo mantuvo la calma, fulminando al Beta con su mirada a medida en que se acercaba a ellos.

—¿Y bien? — preguntó el Alfa.

Jihoon hizo una reverencia a pesar de que nunca les había hecho una, quitándose el sombrero para entonces apretarlo entre sus manos.

— Tal vez no me crean, pero les juro por mi cuello que lo que vi era cierto — tragó saliva — La primogénita de Hwang Hyunjin y Yang Jeongin es Delta. Vi la marca de nacimiento en su brazo.

— ¿Es cierto? — preguntó Joshua, al borde de su asiento.

— Muy cierto.

— Si nos mientes será tu fin— le amenazó Seungcheol.

Joshua solo sonrió con malicia, cruzando sus piernas — Creo que ya tengo el plan perfecto para hacer que nuestro pequeño Hansol se enlace con uno de esos Yang.

𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jgWhere stories live. Discover now