𝗠𝗬 𝗞𝗜𝗡𝗚 | h.hj + y.jg

twelve

— Mi amor, bebé pan —  Hyunjin lo sacudió suavemente para despertarlo. Jeongin no le respondió, profundamente dormido.

El Alfa sujetó la almohada que estaba abrazando y se la quitó, haciendo que su Omega hiciera pucheros y buscara otra cosa para abrazar.

Jeongin se lanzó a su regazo cuando sintió su aroma cerca, acurrucándose con él y rodeando sus brazos en su cintura.

—  Jeongin, Yeonjun te necesita. Ya despierta. —  le susurró el Alfa contra su oído, acariciando sus mejillas y cabello dorado.

Pero nada hacía que Jeongin abriera sus ojos. Hyunjin le dio leves nalgadas a su trasero y consiguió hacer que su Omega frunciera su ceño.

—  Mmhg— gruñó el Omega suavemente, apartando sus manos de su trasero.

Hyunjin suspiró profundo, dejando caer sus hombros mientras pasaba sus manos por la línea de su espalda suavemente: —  Jeongin, Yeonjun te necesita. Él... se presentó y pues, — carraspeó —  es Omega .

Jeongin abrió sus ojos de par en par y se sentó en la cama, viendo a Hyunjin sin poder creer lo que escuchaba.

—  ¿Yeonjun es Omega? —  preguntó lo obvio.

El Alfa asintió —  Ya le dieron supresores para su aroma, pero se siente muy mal. No para de decir que se quiere morir y no quiere hablar con nadie. Pensaba que tú podrías tratar de hablarle y calmarlo...

Jeongin se levantó de la cama de inmediato sin pensarlo dos veces, Yeonjun estaba pasando por lo que él había sufrido en un principio y no lo iba a dejar solo aunque quisiera.

Se duchó y se cambió de ropa para ir por Yeonjun a su habitación, pero en el camino, se topó con una de las sirvientas que cargaba con Jeonghan. Esta se acercó a él e hizo una reverencia antes de hablarle.

— Lo estaba buscando por todas partes, Jeonghan no paraba de llorar y pensé que querría estar con usted...

Jeongin, sin quitar su ceño fruncido, tomó a su pequeño entre sus brazos y lo recostó en su hombro. ¿Qué mierda hacía una de las sirvientas con su pequeño tesoro? ¿Dónde estaban Haneul y Hyesoo?

— ¿Y mis niñas? —  le preguntó a la Omega.

— Oh, ellas están jugando en el jardín con...

La expresión en el rostro de Jeongin se endureció tanto, que la Omega dejó de hablar y se encogió.

— ¿Quiénes están con ellas? —  preguntó el rubio

— Momo y Tzuyu —  la voz de la castaña tembló.

—  ¿Hyunjin lo sabe? —  preguntó Jeongin entre dientes.

La chica solo asintió con el solo temor de hablarle.

El rubio rodó sus ojos y suspiró profundo, tratando de controlarse para no hacer llorar de más a su pequeño

— Sile a Momo y a Tzuyu que lleve a las niñas a su habitación y las hagan dormir. —  le dijo Jeongin antes de continuar su camino sin más —  De Hyunjin me encargo yo. —  gruñó entre dientes.

En el camino, milagrosamente hizo que Jeonghan dejara de llorar y lo dejó distraerse con sus aretes colgando del lóbulo de su oreja para que así no interfiriera en su conversación con Yeonjun.

Al llegar a su habitación, estaba por tocar la puerta, pero su suegra salió de él con una débil sonrisa, cerrando la puerta detrás de ella. Cuando hizo contacto visual con el rubio, su sonrisa volvió a su rostro.

— Oh, Jeongin. Pasa. —  le volvió a abrir la puerta, el Omega le hizo una pequeña reverencia antes de entrar.

Cerró la puerta detrás de él y se acercó suavemente a la cama de Yeonjun, donde el Omega se encontraba acostado de espaldas, sollozando.