23. Graduación

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-¿QUÉ? -pregunta Anna despertando exaltada, con una ligera capa de sudor y confundida ¿Desde cuando Adam está en sus sueños? Y desde cuando le ¿advierte?

Con su pecho subiendo y bajando se sienta, pegándose al respaldar de la cama, demasiado extrañada se cubre el rostro con las manos tratando de ordenar las ideas que se van formando pero no obtiene nada. . . Si su mente no da para formular una pregunta coherente mucho menos está para encontrarle solución a algo.

-Basta Anna -susurró removiendose hacía abajo -Es sólo una pesadilla- se aseguró.

Justo en ese momento la pantalla de su móvil se enciende y la oscura habitación queda ilumida por el pequeño aparato que anuncia un nuevo mensaje.

2:07Am
»¿Quién demonios enviaría un mensaje a ésta hora?«. Pensó tomando el objeto entre sus dedos

"Quieres mucho a tu profesor ¿no? es una lástima que el sentimiento no sea mutuo ya que él te engaña con alguien que conoces bien."

Anna permanece varios minutos releyendo el mensaje sin saber que pensar ni decir, su pecho se oprimió de sólo imaginarlo. Así que lo descartó, era una broma de muy mal gusto y detrás de ése mensaje anónimo de número privado se encuentran sólo dos sospechosos; Cristina o Adam.

"¿Quien eres?"
Teclea furiosa por imaginar a alguien tan ruin tomándole el pelo de ésa manera.

"Te confieso que tu novio te es infiel y tú preguntas quien soy. Já".

El mensaje llegó un minuto después de haber respondido.

-No tengo tiempo para estas estupideces -dice enojada cubriendose con la manta para colocar de nuevo el teléfono en su mesita junto con el anillo.

Las pocas personas que saben acerca de su "relación" no están de acuerdo completamente pero jamás se rebajarían a decirle esas cosas anónimamente. Así que por ésa razón Anna está casi segura que es Cristina, ya que es la única que los odia a ambos y quiere verlos separados.

Anna permanece con los ojos abiertos observando la cortina imaginando que Mark entraría en cualquier momento. Que se besarían hasta que sus labios dolieran y harían el amor hasta que sus cuerpos no dieran para más. Se percató del ligero calor en sus mofletes al recordar la noche anterior, todo había sido tan especial que sintió miedo de que las próximas veces no fueran iguales. Pero eso sería imposible.

Los rayos de sol penetran la cortina indicando un nuevo y caluroso día, como es lo habitual. Anna se dirige al baño para lavar sus dientes pero su hermana mayor se adelantó, lo sabe por que escucha el eco de su voz mientras ella habla por teléfono. Con fastidio se sienta en el suelo esperando su salida.

-Lo siento mucho Avril. No te podré ayudar más-.

Anna sabe a que se refiere, Avril intenta descubrir con quien la engaña su novio así que para no hacer el trabajo sucio coloca a su mejor amiga a investigar, peeero su mejor amiga por fin se quitó la venda de los ojos y dejó que ella personalmente arregle su problema.

Se oye un silencio sepulcral

-Si ya sé - Hace una pausa no muy larga y luego continúa soltando un suspiro -No me hagas parecer como la mala del cuento, te ayudé en lo que me pediste. Ahora el resto hazlo tú-.

Dicho esto hay un nuevo silencio seguido de una larga exhalación. Karla sale del baño con su rostro húmedo y camina a la cocina con el móvil en la mano sin percatarse en lo más mínimo de la presencia de Anna.

Ésta se pregunta si eran lágrimas o agua.

**

-Dense prisa -. Dice Anna apurando a su mamá y hermana mientras coge las llaves para salir.

~June~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora