18. Peleas

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Los ojos de Anna viajan desde su torso desnudo hasta su abdomen bien marcado, examinando cada minúsculo detalle para recordarlos siempre como los músculos en sus brazos y la V que se forma debajo de su abdomen. El sueño se esfumó por completo, Sonríe mentalmente pero con expresión seria pregunta -¿No tienes camisa? -.

-Para qué ocultar esto -responde sonriendo orgullosamente mientras señala su abdomen.

-Cariño ya veo que la modestia no es tu mejor cualidad -. Dice ella arqueando una ceja y dándole palmadas al espacio vacío en la cama para indicarle que se siente.

Mark queda frente al cuerpo de Anna, ella se apoya en el respaldar de la cama y coloca sus piernas encima de las suyas. Mark la observa atentamente y sus labios tiemblan levemente buscando las palabras adecuadas para decir.

-Anna -dice él bajito y la interpelada le devuelve la mirada -¿Me prometes algo?-.

Ella cierra los ojos e inhala para luego asentir.

-Mirame -Anna abre los ojos y parpadea varias veces haciendo que sus largas pestañas revoloteen. El gesto hace que el interior de Mark se remueva de ternura -Quiero que me prometas que siempre me recordarás, siempre-. Dice y Anna lo observa confundida, luego un pensamiento fugaz pasa por su mente «¿Y si sabe algo que yo no?»

-¿Por qué quieres que prometa eso? -inquirió ella aterrada de que ésta noche se convierta en una despedida. Luego pensó acerca de las posibilidades que Mark conozca su secreto pero sacudió su cabeza, imposible que él sepa.

-Solo quiero asegurarme que no te olvidaras de mí tan fácilmente- responde él con una sonrisa triste evadiendo la verdadera razón.

-¿Sabes algo? . . . Eres lo que había estado esperado toda mi corta vida. Estoy completa ahora que te he encontrado, que me has encontrado, que nos hemos encontrado mutuamente- Ella se acerca para estar a escasos centímetros de él y continúa hablando -Así que, por favor, no te vayas, a menos que sea conmigo a tu lado.

Mark conmovido y sobre todo, enamorado. Rompe la corta distancia que los separa estampando sus labios con los de Anna, coloca las manos en la cintura de ésta hasta levantarla para sentarla sobre su regazo. Anna saborea sus carnosos labios disfrutando cada centímetro y luego juega con su lengua hasta sentir un mordisco en su labio inferior. Mark con dolor despega sus labios de los de Anna y baja por su mandíbula mientras que ella desliza las temblorosas manos por su espalda, tocando y explorando cada rincón.

Anna siente unas cálidas y expertas manos desabrochar la camisa de flores que lleva puesta, un rubor se sitúa en sus mejillas y los nervios se reflejan en su piel erizada. Una ola enorme arrasa lo que le inculcaron de pequeña y se encuentra pidiendo mentalmente que Mark no se detenga. En un abrir y cerrar de ojos siente el aire gélido de la noche contra su piel ya que la pijama ha sido retirada por completo, las manos de Mark que ahora se deslizan con cautela tocan primero el abdomen y lentamente suben, él observa con atención los ojos sinoples de Anna esperando que ella lo detenga en cualquier momento pero al ver que eso no sucede continúa. Con el dedo índice recorre las líneas de la costilla derecha y luego sube por el brasier hasta marcar el contorno de éste. Deposita un corto beso en el seno izquierdo justo donde se encuentra su corazón que late desenfrenado y sigue subiendo sin despegar los labios de la piel de Anna, besa la clavícula y continúa hasta llegar a la frente. Sus labios permanecen ahí durante un par de minutos y Anna comprende que eso será todo por ésta noche.

-Eres hermosa.

Anna le responde con un intento de sonrisa pero se encuentra confundida ¿si le parece hermosa porque no siguió?
-¿Que ha pasado? -preguntó un poco avergonzada.

~June~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora