Capítulo 6

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Emiya Shirou.

Ese era el nombre de aquél muchacho pelirrojo al cuál había saludado en el pasillo. Iban al mismo año, pero lamentablemente en diferentes secciones, lo había conocido debido de una manera algo peculiar.

La residente de las casas en dónde ellos se quedaban era la misma persona, su profesora Fujimura Taiga. Las casas donde ambos vivían eran prácticamente las mismas, pero en distintos lugares de la ciudad, y ambas propiedades pertenecían al abuelo de hiperactiva profesora, ella, como según tenía entendido, había estado acompañando a Shirou y al fallecido padre de este desde temprana edad, siendo como una especie de hermana mayor para Shirou.

Según el propio Shirou, ambas casas habían sido utilizadas por su padre para un 'Trabajo' que no le específico hace unos 10 años atrás, él le dijo a Ichigo terminó eligiendo esa casa porque ahí era dónde compartió la mayor parte del tiempo con su única familia que ya no estaba en ese mundo.

El tiempo pasó y una de las casas terminó siendo por completo del pelirrojo, pero Taiga no sabía que hacer con la otra realmente, ya que ella tenía una casa propia; entonces simplemente la puso en alquiler y esperó a que un día alguien se acercara interesado en ella. Justo ahí es en dónde Ichigo un día dió con la casa al llegar a la ciudad y pagó unos pocos meses por adelantado con el dinero que llevaba, para tener tiempo de buscar trabajo y ahorrar para seguir pagandolo.

Entonces, como Taiga se la pasaba saltando de una casa a la otra, un día se le ocurrió presentarlos a ambos, ya que eran unos adolescentes y uno de ellos no estaba familiarizado del todo con la localía como lo era Ichigo.

Se podía decir que el lazo de amistad era inevitable. Para Ichigo no era tan así, no importaba que pasase mucho o poco tiempo con una persona, sería amigo de ella o no si en verdad le agradaba y viceversa, no era hipócrita, no trataría con alguien por compromiso o por complacer el deseo de otra persona.

Pero, Ichigo se llevó bien con el pelirrojo desde el principio, era una persona amable y tranquila, y muy dispuesta a ayudar a los demás, demasiado diría él.

No era carismático, no era gracioso ni inquieto, no tenía nada resaltable por decirlo de alguna manera, y estaba bien con eso. Ciertamente estaba cansado de tratar con bichos raros a lo largo de su vida que le hacía falta cierta normalidad en su vida, normalidad que nunca había experimentado plenamente, y sabía que no lo haría jamás.

Por otro lado, Shirou había visto en Ichigo al típico chico que siempre andaba enojado y se molestaba por todo, un mala conducta. La verdad es que no estaba equivocado con nada de ello, y para su sorpresa, consiguió congeniar con el de cabello naranja a la perfección.

Para él Ichigo era alguien que no mostraba sus verdaderos sentimientos así nada más. Una prueba de que era así sucedió a los pocos días de haberse conocido.

Él e Ichigo habían estado hablando un poco en los pasillos de la escuela de forma casual; unos sujetos se le acercaron y le pidieron a Shirou que les hiciera el favor de limpiar los baños, ya que habían escuchado que era alguien que nunca se negaba a un favor, sea de quién sea y fuera lo que fuera.

En esa ocasión el muchacho no se negó tampoco, y ante la respuesta de este los chicos se echaron e reír y dieron las gracias de manera muy hipócrita antes de irse. Mientras estos se alejaban de ellos, ambos pudieron escuchar como se refirieron al pelirrojo como 'Idiota' o 'No pensé que fuera tan estúpido'.

Shirou no le prestó atención a eso, pero Ichigo si que no lo dejaría pasar.

La sorpresa llegó a Shirou cuando el peli naranja se abalanzó contra los cinco estudiantes y les dió una paliza en pleno pasillo frente a todas las personas que estaban por el lugar. De un momento a otro se encontraba tratando de separar al peli naranja de sus víctimas, ya que al parecer un cinco contra uno era muy malo, para los cinco evidentemente.

Fate: Encuentro DestinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora