2. Disculpa, ¿te conozco?

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Antes había escuchado sobre las fulanas reencarnaciones pero no pensaba que él estuviese en una situación similar. Él no estaba muerto, tampoco había vuelto a nacer.

Apenas podía concentrarse con la luz de linterna que le daba en los ojos. La mujer enfermera levantó el dedo índice frente a sus ojos y los alumbró con la linterna. Al sentir un escozor, fue inevitable cerrar los ojos y frotarlos con sus manos.

—Lo sé, es molesto —la enfermera rió y apagó la linterna guardándola dentro del bolsillo de la bata blanca que tenía. Esa prenda le recordó a Hange y el moreno se fijó en el rostro de la muchacha que tenía enfrente—. Todo está en orden... —ella calló cuando notó la intensa mirada del menor sobre sí.

Parpadeó un par de veces para tratar de aclarar su visión. Habían pasado más de quince minutos desde que se sentó en la camilla de la enfermería pero él también estaba distraído como para darse cuenta. La enfermera tenía el cabello rojo en un corte asimétrico, pensó que era parte del grupo de personas que tenían el cabello de colores y estaban por todas partes.

De repente su mente se iluminó con un nombre; Nifa.

—¿Pasa algo? —Nifa ladeó el rostro.

Eren quiso responder cuando la puerta de la enfermería se abrió dejándolo con la palabra en la boca. Armin entró con la preocupación reflejada en el rostro.

—Enfermera Nifa, ¿Estará bien?

—¿Enfermera? —el moreno musitó para sí.

—No tiene contusiones graves, solo un chichón en la cabeza —agarró el rostro de Eren para examinarlo—. Pienso que con un antiinflamatorio estará mejor en un par de días —soltó a Eren y enderezó el cuerpo metiendo las manos dentro de los bolsillos de la bata—. Y claro, debes tener cuidado la próxima vez.

—Dígale eso a Reiner —Armin volteó los ojos.

—Reiner solo busca llamar la atención —Nifa se acercó al escritorio y agarró un talonario y un bolígrafo. Garabateó en el y arrancó la hoja para volver con Eren—, ¿No es lo que ustedes quieren?

—Yo solo quiero terminar mis tareas.

—Eres adorable —Nifa soltó una risita—. Ya puedes irte, Eren. Debes darle esto al profesor que te toque en este módulo y te dejarán entrar sin problemas —agitó el papel para después dárselo, Eren miró el papel por un instante antes de tomarlo y bajarse de la camilla.

—¿Entrar? —leyó la hoja en su mano y volvió su vista hacia Nifa—. ¿Dónde?

Nifa levantó una ceja—. A clases.

—Tengo una pregunta —Eren empezó a golpear el papel contra su palma derecha y Nifa y Armin permanecieron callados, esperando que dijese lo que diría—. ¿Sigues siendo la asistente de Hange?

—¿Quién? —Nifa frunció las cejas, no entendía.

—Bueno, vámonos ya —Armin apresuró a tomar del brazo al moreno y salir de la enfermería, Nifa se despidió agitando la mano y siguió en lo suyo—. Te llevaré a tu salón —dijo cuando estuvieron fuera de la enfermería.

Armin empezó a caminar en dirección opuesta pero como no escuchaba pasos detrás suyo, miró por sobre su hombro que su compañero seguía parado en la puerta de la enfermería, pensativo.

—Eren.

—Armin, ¿Crees que estoy loco?

—No —suspiró con cansancio y volvió sobre sus pasos hasta quedar junto a su compañero y poner una mano sobre su hombro, mostrándole su comprensión—. Es que hoy, simplemente, no has tenido un buen día. Nos pasa a todos.

𝐃𝐞𝐣𝐚 𝐕𝐮 | EreMika [✔]Where stories live. Discover now