Esto hizo que el ambiente pasara de muerto a muy incómodo, y así perduro por toda la cita. Ni siquiera pudieron disfrutar la comida, tan cara que ni siquiera pudieron degustarla. Esto sí que le vendrá mal al bolsillo de Reaper.

Geno al regresar a su casa, estaba demasiado triste. Pensaba que sería la salida en la que terminaría con un novio. No obstante, no pasó eso, de hecho pasó todo lo contrario.

Él se veía bastante distante después de esa llamada, ¿que habrá pasado? ¿Se habrá enterado de algo malo de ella? ¿Acaso todo el desastre ocurrirá de nuevo?

La de rojo entraba en pánico pensando en cualquier escenario catastrófico. No quería revivir el desastre más grande entre todo su grupo de amigos.

-Oye Geno, dile al idiota de Reaper que debería de llorar menos. Casi se me muere del pánico en la llamada y por poco llamaba a una ambulancia- Avisó Error mientras caminaba hacia la cocina por un poco de chocolate caliente. Al notar que la chica hizo una gran expresión de confusión, este la miró igual de perdido -¿No te contó?- Pregunto sorprendido.

-Pues no, lo ultimo qué pasó fue que se le salió un gallo al declararse. Después se fue y regreso muy distante, no quiso hablar conmigo. Literal no saco ni una palabra- Relató la chica confundida. Al mismo tiempo miraba con duda a su hermano, ¿como rayos él entraba en la conversación?

-Mira nada más- Suelta el hermano mediano algo sarcástico. En eso toma asiento en el sofá mientras seguía mirando a su contraria -Geno...¿como te quedas si te digo que el chico que te gusta me llamo en medio de tu cita por sus gallos?-

Geno quedó anonadada con lo que escuchó. Digamos que no se sorprendía, Error es todo un veterano en ese aspecto. De todas maneras, no esperaba que Reaper recurriera a su hermano. Ellos eran de los pocos que aún tenían su relación algo tensa.

-¿Reaper te llamo? ¿Qué ocurrió exactamente?- Preguntaba la mayor mientras también tomaba asiento en el sofá. Esto con el fin de hacerle un pequeño interrogatorio a su hermano. Ella aún no sabía la situación entonces cualquier información que podía obtener era oro.

Pasaron unos minutos, ese tiempo se fue dedicado para que Error explicara. Mas que nada que contara que ocurrió mientras Reaper estaba en el baño.

A todo esto, la chica finalmente comprendió. Vaya que era la primera vez que Reaper presentaba gallos o más bien, alteraciones en su voz. Era algo normal que reaccionara así. Hay que recordar que pasó en un momento bastante indeseado, cuando se quería declarar.

Al saber por fin la situación, la de rojo no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Genuinamente estaba relajada saber la verdad de todo esto. Esta de más decir que sus hipótesis resultaron incorrectas, por lo que ahora trataría de hablar con Reaper nuevamente.

Con lo que Geno no contaba era que el de negro estaría tan avergonzado que ni siquiera se le acercaría.

La chica se encontró a su mejor amigo en el pasillo de la escuela. Evidentemente se acercó hacia él -¡Reap!-er...- Está lo llamo por su nombre. Sin embargo, en el momento que Reaper escuchó eso, rápidamente salió corriendo.

Vaya, parece que se le olvidó lo rápido que podía ser. El gym sí que le hizo demasiada ayuda.

En otra ocasión, Geno aprovechó que tenía a Reaper a un lado de ella en el salón de clases. A lo qué ingeniosamente le pasaba papelitos para hablarle. A decir verdad, el chico podía llegar a ser un tanto distraído. Esto no detuvo a la de rojo por lo que tuvo que tomar decisiones un poco extremas -¡Psss! ¡Reaper!- Susurraba la chica un poco molesta.

Empieza la pubertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora